"Depende de ustedes no seguir haciendo el ridículo como lo ordena Miraflores. Siempre ha existido el honor de las Fuerzas Armadas. Depende de ustedes hoy que recupere el brillo del uniforme", aseveró este domingo Juan Guaidó, proclamado como presidente interino de Venezuela, en un nuevo reclamo a los militares del país para que permitan el ingreso de la ayuda humanitaria, que ya comenzó a acopiarse a metros de la frontera con Colombia.
"Millones de venezolanos celebrarán el gesto que el honor, la divisa, permita la entrada de ayuda humanitaria", agregó. Por ahora, aunque con algunas deserciones, los uniformados continúan respaldando al régimen chavista, que se niega a recibir la asistencia del extranjero que aliviaría en parte la escasez de alimentos y medicinas que sufre el país.
Además, el líder opositor no escatimó sus críticas a esta postura del régimen de Maduro. "Bloquear la ayuda humanitaria los hace casi genocidas", ya sea por acción u omisión, indicó.
En ese sentido, destacó que la asistencia "no tiene un nombre", sino que tiene "el rostro de niños, tiene familias", y destacó que se tiene planeado abrir nuevos puntos de acopio, en adición al que se instaló en Cúcuta, a poca distancia de un puente binacional que fue bloqueado por el chavismo.
El presidente del Parlamento también aprovechó el encuentro con la prensa para difundir la iniciativa que busca sumar voluntarios que presionen y colaboren en el proceso de recepción de ayuda humanitaria, a través del registro en una página web.
"Estamos terminando de cerrar con el Gobierno de Holanda el centro de acopio en el Caribe", reveló, y agregó que se instalaría otro en Brasil y uno más en Colombia.
Guaidó también ratificó la convocatoria de protesta para el martes 12 y negó que el paso de los días beneficie al oficialismo para esquivar la crisis política y social. "Cada día que corre, avanzamos en conseguir voluntarios, sumar ayuda humanitaria, apoyos de países como Uruguay, es una victoria de la democracia, que nos pone más cerca de la libertad en Venezuela. Como nunca antes, el futuro es de la democracia".
Por último, Guaidó denunció nuevos hostigamientos contra su familia por parte de "colectivos" que se acercaron al domicilio de su abuela, de 83 años.
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