Las consecuencias de las sanciones de Estados Unidos se empiezan a sentir en el seno de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Fuentes de la petrolera estatal reconocieron a S&P Global Platts que a fin de mes la producción de crudo podría caer unos 300.000 mil barriles diarios por falta de diluyentes.
Ese diluyente, que luego de las sanciones no puede ser importado por PDVSA desde Estados Unidos, es necesario para mezclar con el crudo extra pesado de la Franja del Orinoco.
Esas fuentes adelantaron que, para fines de febrero, la caída de la producción sería menor a los 800.000 barriles diarios, cuando en diciembre, según S&P Global Platts, el bombeo llegó a 1,17 millones de barriles por día.
También se espera que las sanciones bloqueen los casi 120.000 barriles diarios del diluyente que Washington envía a Venezuela desde Citgo, filial de PDVSA en EEUU.
La india Reliance Industries es otro de los proveedores de diluyentes de PDVSA, al proporcionar cerca de 65.000 barriles diarios. No obstante, ese medio informa que los analistas estiman que la compañía probablemente evitará generar nuevos acuerdos con la estatal venezolana que su subsidiaria en EEUU, Ril USA, no se vea afectada por las sanciones.
China Oil es otro de los principales proveedores de diluyentes, con un envío aproximado de 50.000 barriles diarios. Esto forma parte de un acuerdo de préstamo que alcanzó el régimen de Nicolás Maduro con el gobierno chino.
Por su parte, también hay fuertes recortes en la producción de combustibles. La mayoría de las refinerías permanecen inactivas por la falta de suministros de crudo y equipos dañados, y una fuerte escasez de combustibles.
"No tenemos barcos alineados esperando para cargar crudo (…) Tampoco hay barcos que descarguen productos importados en nuestros muelles. PDVSA se está aislando sin la posibilidad de vender o comprar. Esa es la realidad", reconoció una fuente de la petrolera estatal venezolana, bajo anonimato, a S&P Global Platts.
Un operador de Paraguaná, en tanto, sostuvo que "los inventarios están agotados": "Hay inventarios de gasolina y diesel para menos de dos días".
Según un informe de S&P Global Platts, el lunes el Centro de Refinación Paraguaná operaba a solo 20,6% de su capacidad.
Buques petroleros se negaron a descargar debido al embargo impuesto por Estados Unidos. Ante esta situación, Manuel Quevedo, ministro de Petróleo y ex general de la Guardia Nacional, ordenó que no se permita a esos buques partir sin pagar por anticipado los cargamentos.
Los clientes de PDVSA, no obstante, permanecen cautelosos de que esos pagos podrían violar las sanciones norteamericanas.
La semana pasada, la Guardia Nacional chavista ordenó al capitán del barco Mambo, en la refinería de Cardón, en Paraguaná, a descargar los 140.000 barriles de diesel bajo amenaza de encarcelamiento. Citgo, en cambio, le reiteró al capitán que no lo hiciera porque PDVSA aún no había pagado.
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