Los dos periodistas franceses detenidos la semana pasada durante dos días en Venezuela mientras cubrían manifestaciones en el país sudamericano explicaron el lunes cómo fue su arresto, en la emisión televisiva para la que trabajan.
Pierre Caillé y Baptiste des Monstiers fueron apresados cuando filmaban en los alrededores del palacio de Miraflores de Caracas el 29 de enero. Habían entrado al país sin un visado de periodista para cubrir la grave crisis política.
"Cuando decidimos partir a Venezuela, vemos que obtener un visado de periodista es muy complicado. Pero nos dijimos que había que ir en ese momento en vez de esperar tres semanas o un mes", explicó Baptiste des Monstiers en la cadena TMC.
Detenidos por las fuerzas del orden, estuvieron esposados en algunos momentos y sin posibilidad de comunicarse con su embajada. Fueron trasladados a varios lugares de detención, incluido El Helicoide, la sede de los servicios secretos venezolanos (Sebin). Coincidieron con los tres periodistas de la agencia española EFE, también detenidos brevemente.
Al principio, "nos tomaron por espías o personal diplomático encubierto, no sabíamos muy bien", explicó Des Monstiers, que trabaja en el programa "Quotidien" en TMC. "Fue una montaña rusa", según Caillé.
Ambos periodistas fueron expulsados el jueves después de que la UE solicitara su liberación.
Desde el inicio de la crisis política, otros dos periodistas chilenos fueron detenidos y expulsados del país, por lo que el total siete reporteros extranjeros sufrieron al momento la represión del régimen chavista.
La ONG Reporteros Sin Fronteras solicitó al gobierno de Nicolás Maduro el "respeto de la libertad de información" y denunció la confiscación de material, como cámaras y teléfonos móviles, así como la censura en radios y televisiones locales.
Sin mencionar explícitamente estas detenciones, el canciller venezolano Jorge Arreaza denunció en Twitter que periodistas extranjeros hubiesen entrado en el país sin haber solicitado previamente un permiso de trabajo en los consulados.
Inmersa desde hace años en un crisis social y económica sin precedentes, con fuertes caídas del PBI, hiperinflación, aumento de la pobreza y la violencia, Venezuela se encuentra desde los primeros días de 2019 atravesando una escalada de tensión política luego de que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y líder opositor, fuera designado como presidente interino por el parlamento.
El régimen chavista de Nicolás Maduro se ha negado a reconocer esta autoridad y se aferra al gobierno venezolano, amenazando con utilizar a las Fuerzas Armadas para resistir cualquier intento de cambio en el ejecutivo.
Además, la bicefalía venezolana ha dividido profundamente a la comunidad internacional, con Estados Unidos, Canadá, Europa y la mayor parte de América Latina reconociendo a Guaidó, mientras que Rusia, China, Turquía e Irán, entre otros, han apoyado a Maduro. México y Uruguay, entre otros, han decidido adoptar una postura intermedia y llamar al diálogo y la no intervención.
Con información de AFP
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