La crisis que atraviesa Venezuela es tan profunda que la escasez de alimentos se siente cada vez más. La falta de comida y de productos de primera necesidad, sumados a la hiperinflación galopante, hacen estragos en la nación caribeña. Éstos son dos motivos más que suficientes para que, por ejemplo, los niños se vean privados de comer alimentos básicos.
Inés López, monitora de campo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, contó desde Rumichaca, puesto fronterizo de Colombia y Ecuador, que la manzana es un verdadero manjar para los niños migrantes venezolanos.
"Cuando empezó la emergencia, en el primer pico que tuvimos aquí en Rumichaca, comenzamos a entregar manzanas", comenzó su relato López.
Y siguió: "Los niños que llegaban solo habían visto las manzanas por dibujos, cuadernos y libros. Nunca personalmente. Cuando vieron las manzanas, dijeron: '¿En serio es esto una manzana?'. Nunca habían comido una manzana". Increíble pero real.
"Las madres decían que habían pasado cuatro años desde que habían probado una manzana por su costo. Para ellos era un manjar y una satisfacción tener una manzana", concluyó su relato López.
Miles de venezolanos dejaron el país en los últimos años por la profunda crisis que atraviesa la nación, golpeada por la escasez, la inflación y la inseguridad.
El pasado 10 de enero, el dictador Nicolás Maduro asumió su segundo mandato, que no es reconocido por EEUU, la Unión Europea y la mayor parte de los países de América Latina.
Hace unos meses, la ONG International Rescue Committee (IRC) advirtió que el número de venezolanos que han llegado a Colombia huyendo de la crisis en su país podría duplicarse en los próximos seis meses.
Esto se debe a que la economía venezolana continúa en "caída libre al igual que el sistema de salud del país", aseguró en un comunicado la IRC, fundada en 1933 por Albert Einstein.
La directora del IRC para Colombia, Marianne Menijvar, comentó que "cada día la crisis en Venezuela se hace más profunda" y el "colapso económico y político" está generando que comida y medicamentos no estén al alcance de centenares de miles de venezolanos.
Eso fuerza a la gente a "tomar la decisión desesperada de abandonar sus hogares y huir a Colombia", detalló Menijvar.
"Las seis principales necesidades de los venezolanos asentados en Colombia –trabajo, comida, dinero para pagar un arriendo, salud, albergue y medicinas– se podrían solventar con un acceso pleno a un salario y, para sobrevivir, los venezolanos se ven forzados a tomar medidas desesperadas para conseguir dinero", aseguró.
Sin embargo, aclara que al llegar a Colombia su vida "está lejos de ser fácil", puesto que no comen ni la cantidad ni las veces necesarias.
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