Venezuela evitó un posible enfrentamiento con Estados Unidos al suspender el sábado una orden para que los diplomáticos estadounidenses abandonasen el país. Luego de amenazas y una retórica envalentonada, el régimen chavista dio marcha atrás en su ultimátum y abrió una negociación para modificar el vínculo bilateral.
Nicolás Maduro rompió relaciones con Estados Unidos el miércoles luego de que el gobierno de Donald Trump, como muchas otras naciones de la región, reconoció al líder opositor, Juan Guaidó, como presidente interino del país, un movimiento que Maduro calificó de intento de golpe de Estado.
Maduro dio a los diplomáticos estadounidenses un plazo de tres días para salir del país, pero la Casa Blanca dijo que no cumpliría el ultimátum alegando que el socialista ya no es el presidente legítimo. Esto preparó el escenario para un enfrentamiento en el complejo de la embajada estadounidense en Caracas el sábado en la noche, cuando vencía el plazo. Incluso, Diosdado Cabello había amenazado con cortar el suministro eléctrico y de gas.
Pero tras la puesta de sol en la capital venezolana, el Ministerio de Exteriores emitió un comunicado diciendo que el gobierno de Maduro suspendía la expulsión para abrir un periodo de 30 días para negociar con las autoridades el establecimiento de una "oficina de intereses estadounidenses" en Venezuela, similar a la que tiene Caracas en Estados Unidos. Washington tuvo un acuerdo similar con Cuba durante décadas hasta que el ex presidente Barack Obama restauró las relaciones diplomáticas con la isla comunista.
"Con miras a este objetivo, se ha autorizado la permanencia de personal remanente de cada misión, quienes durante el plazo acordado continuarán amparados por las prerrogativas diplomáticas, debiendo concentrar sus actividades exclusivamente en las sedes que correspondieron a las extintas embajadas, antes de la ruptura de relaciones", subrayó el ministerio venezolano.
El sábado, los alrededores de la embajada estadounidense en Caracas permanecieron en calma, sin presencia de autoridades policiales, aunque sí de seguridad interna.
El Departamento de Estado de EEUU no confirmó la versión del ejecutivo venezolano, pero reiteró que su prioridad sigue siendo la seguridad de su personal y que el cierre de la legación diplomática no entra en sus planes.
Antes el sábado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo ante Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: "Permítanme ser 100% claro: el presidente Trump y yo esperamos que nuestros diplomáticos sigan recibiendo protección en virtud de la Convención de Viena. No pongan a prueba a Estados Unidos en nuestra determinación de proteger a nuestra gente".
Durante la reunión del Consejo de Seguridad, críticos y partidarios del gobierno de Maduro se enfrentaron en un reflejo de las profundas divisiones en lo relativo a Venezuela, que está sumida en una confrontación política y en una crisis económica que ha provocado el éxodo de millones de venezolanos.
Durante el debate, celebrado a petición de Washington, Pompeo exhortó a los países a poner fin a la "pesadilla" de Venezuela y a respaldar a Guaidó. "Ahora es el momento de que cada nación elija un bando", dijo Pompeo. "No más demoras, no más juegos. O están con las fuerzas de la libertad o están en línea con Maduro y su caos".
(Con información de AP y EFE)
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