El régimen de Venezuela asumió la presidencia anual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mientras registra su peores niveles de bombeo de crudo en 30 años y en un contexto de recorte de producción de parte del cartel petrolero que está provocando un alza de precios.
Manuel Quevedo, Ministro del Poder Público de Petróleo y presidente de la estatal PDVSA, se hará cargo también de la conducción de la OPEP, como se había adelantado en diciembre durante una reunión de la organización en su sede en Viena. Reemplaza de esta forma y desde enero al ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos y presidente del cartel en 2018, Suhail bin Mohamed Faraj al Mazuei.
El cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró el lunes que "es una responsabilidad que nos han entregado todos los países de la OPEP" y agregó que su país también dirigirá, por dos años, la Asociación de los Países Productores y Exportadores de Gas, según indicó la cadena estatal VTV.
La asunción de Venezuela se da en medio de la crisis socioeconómica sin precedentes que afecta al país sudamericano, con una inflación ya muy superior al 1.000.000%, de acuerdo a datos de la Asamblea Nacional de ese país y del Fondo Monetario Internacional, una pobreza cercana al 80% y la tasa de homicidios más alta del mundo, junto a El Salvador, y que llega a las 84 muertes intencionales cada 100.000 habitante de acuerdo al Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
Además, la producción de petróleo en uno de los países con las mayores reservas del mundo también se encuentra en un estado crítico. El volumen se situaba a finales de 2018 en 1.197 millones de barriles diarios, un 45% menos que en 2016, cuando alcanzaba los 2.150.000 barriles, de acuerdo a un informe de la OPEP citado por EFE.
Se trata del nivel de producción más bajo en 30 años, con excepción de un corto período en 2003 cuando la producción se derrumbó por una huelga de los empleados de PDVSA, como recuerda El Universal. En el año 2000 el bombeo alcanzaba los 3.500.000 de barriles diarios.
A pesar de que en 2018 el petróleo tuvo aumentos significativos, en un contexto de volatilidad, y que se encuentra ahora en una tendencia alcista precisamente por la decisión de la OPEP de recortar producción, Venezuela cerró el 2018 con una caída del 18% de su PBI, según el FMI, y superó ampliamente a todos los países del mundo en inflación.
El Secretario General de la OPEP, Mohammed Barkindo, arribó este miércoles a Caracas para asistir a la investidura presidencial de Maduro pautada para el jueves, seis meses después de las elecciones presidenciales realizadas en medio de fuertes acusaciones de fraude, con una muy escasa participación y el boicot de la oposición venezolana.
Al respecto el Grupo de Lima, instancia multilaterla compuesta por 10 países sudamericanos, aseguró que no reconocerá la legitimidad de los comicios y reafirmó su compromiso de explorar alternativas diplomáticas y políticas para restablecer la democracia en Venezuela.
Por su parte Barkindo afirmó poco después de llegar a la capital que "no es una coincidencia que este año Venezuela asuma la presidencia de la Conferencia de la OPEP", de acuerdo a VTV.
También aseguró que "el liderazgo de Venezuela permitió establecer un vínculo entre los países OPEP y No OPEP y lograr el acuerdo de estabilización del mercado petrolero", en relación a la decisión anunciada en diciembre, y en contra de lo pretendido por el presidente estadounidense Donald Trump, de recortar la producción y provocar una suba del precio del crudo.
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