El Parlamento venezolano, controlado por la oposición, declarará este sábado ilegítimo el nuevo mandato de Nicolás Maduro, que arrancará el próximo jueves, una decisión simbólica que podría dividir aun más a los adversarios del gobierno.
La Asamblea Nacional rotulará a Maduro como "usurpador" un día después de que el Grupo de Lima, apoyado por Estados Unidos, exhortara al mandatario a no juramentarse y ceder el poder al Legislativo hasta que se realicen elecciones libres.
Estamos ante un hombre que se robó una elección (…), no vamos a tener más que un usurpador. No podemos reconocer a Maduro como presidente
Caracas acusó a Canadá y los 12 países latinoamericanos que formularon el pedido de "alentar un golpe de Estado" por instrucciones de Washington.
El gobierno izquierdista de México se apartó de la declaración, que desconoce la legitimidad del nuevo período de Maduro (2019-2025).
"Estamos ante un hombre que se robó una elección (…), no vamos a tener más que un usurpador. No podemos reconocer a Maduro como presidente", dijo a la AFP la diputada Delsa Solórzano previo a la legislatura que arranca este sábado.
Maduro, de 56 años, fue reelegido el pasado 20 de mayo en comicios anticipados por la Asamblea Constituyente, órgano oficialista de poder absoluto que en la práctica sustituyó al Legislativo, único ente que controla la oposición.
Denunciando un "fraude" para perpetuar al gobernante socialista, los principales partidos opositores boicotearon las elecciones, si bien sus mayores figuras ya estaban inhabilitadas o encarceladas.
Solo un rival de peso, el disidente chavista Henri Falcón, desafió a Maduro, ahondando las divisiones entre los oponentes de Maduro, cuya reelección también desconoció la Unión Europea.
"Atados de manos"
El desconocimiento de Maduro en el Parlamento, sin embargo, no tendrá efecto pues sus decisiones son anuladas por el máximo tribunal -de línea oficialista-, que lo declaró en desacato desde que asumió en 2016.
Ya en enero de 2017 el bloque opositor declaró a Maduro en abandono del cargo, al culparlo de la grave crisis económica que provocó el éxodo de 2,3 millones de personas desde 2015. La medida no pasó de ahí.
"Estamos atados de manos", admite Solórzano, que culpa a los militares por sostener al gobierno.
Aunque la legisladora Manuela Bolívar señaló a la AFP que la decisión de desconocer a Maduro es unánime, sectores opositores presionan para que el Parlamento vaya más lejos.
Dos de los líderes más radicales, Antonio Ledezma y María Corina Machado, exigen que el Legislativo instale este sábado un "gobierno de transición" para llenar el vacío que aseguran dejará Maduro. Piden apoyo de la Fuerza Armada.
"Aceptar menos es convalidar la tiranía", desafió Machado.
Pero no parece haber ambiente para nombrar un gobierno paralelo, lo que presagia nuevas fracturas en la oposición, entrampada además en luchas por el liderazgo.
(Con información de AFP)
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