El régimen de Maduro ordenó la ocupación de instalaciones de Goodyear, que dejó de operar en Venezuela el 10 de diciembre

La empresa informó que había sido "forzada a cesar sus operaciones" debido a la severa crisis que atraviesa el país. Por su parte, el ministerio ordenó el reinicio de actividades y dispuso la conformación de una "junta administradora especial" con delegados del personal y del sindicato del sector

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Planta de Goodyear en Venezuela
Planta de Goodyear en Venezuela

El régimen venezolano ordenó la ocupación de las instalaciones de Goodyear, luego de que el 10 de diciembre el fabricante de neumáticos estadounidense cesara operaciones en el país, según una resolución del ministerio de Trabajo difundida este sábado.

Aduciendo la "violación de los derechos laborales" de los 1.160 empleados, el ministerio resolvió la "ocupación inmediata de la entidad de trabajo C.A. Goodyear de Venezuela", señala el texto publicado en la gaceta oficial.

La planta de la compañía en la zona industrial de Valencia, estado Carabobo (norte), ya había sido intervenida por las autoridades un día después del cierre.

En la resolución, el ministerio también ordenó el reinicio de actividades y, alegando que la empresa fue abandonada por sus representantes, dispuso la conformación de una "junta administradora especial" con delegados del personal y del sindicato del sector.

En una comunicación colgada en la entrada de la fábrica, Goodyear informó que había sido "forzada a cesar sus operaciones", lo que el gobierno denunció como un acto de "sabotaje y boicot", solicitando a la Fiscalía investigar penalmente a los representantes de la firma.

La compañía aseguró haber cumplido con el pago de salarios y beneficios laborales, además de disponer de un monto "adicional extraordinario" y de diez llantas para cada trabajador.

La fábrica apenas llegaba a 20% de la capacidad instalada para producir 10.500 neumáticos diarios, según sindicalistas.

El gobierno enmarcó la decisión de Goodyear en una "escalada de ataques" contra un plan económico lanzado por el dictador Nicolás Maduro en agosto, que no ha logrado frenar una crisis caracterizada por la escasez de insumos y productos básicos y una inflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.

Nicolas Maduro, dictador de Venezuela (REUTERS/Manaure Quintero)
Nicolas Maduro, dictador de Venezuela (REUTERS/Manaure Quintero)

La falta de repuestos y neumáticos, combinada con elevados precios, ha provocado que 90% de la flota de transporte público se encuentre varada.

Con el argumento de estar respondiendo a boicots, el régimen venezolano ha ocupado en el pasado instalaciones de otras compañías internacionales.

Una medida semejante tomó en agosto contra el fabricante de neumáticos Pirelli, que cerró su planta por falta de materia prima tras 28 años de operaciones; así como contra la empresa irlandesa Smurfit Kappa, fabricante de cajas de papel para embalaje.

Otras trasnacionales como Kellogg y Kimberley Clark han abandonado Venezuela en los últimos años.

Con información de AFP

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