La galopante inflación en Venezuela ha llevado a los ciudadanos a utilizar el dólar para las operaciones comerciales y el ahorro, mientras observan cómo el signo local, el bolívar, pierde cada vez más espacios ante el poder de la moneda estadounidense.
Los venezolanos usan el dólar para la compraventa de bienes inmuebles y vehículos, pero también para transacciones que impliquen artículos electrónicos, electrodomésticos y hasta ropa y calzado de segunda mano.
De acuerdo con el diputado opositor Ángel Alvarado, el fenómeno puede considerarse una "dolarización de facto", si bien el país caribeño está muy lejos de ver desplazada en términos legales su moneda por la estadounidense.
"El bolívar pierde valor tan rápido que la gente busca protegerse", explicó a EFE el miembro de la comisión de economía y finanzas de la unicameral Cámara venezolana.
Venezuela atraviesa por la peor crisis económica de su historia contemporánea, con escasez generalizada e hiperinflación, un indicador que el Fondo Monetario Internacional estima cerrará en 2.500.000% este año. Según los cálculos del Parlamento, de contundente mayoría opositora, los precios se incrementan poco más de 3% por día, pese a que el régimen de Nicolás Maduro prometió hace 3 meses acabar con estas distorsiones al lanzar un programa que bautizó como de "recuperación económica".
Este fenómeno de preferencia por el dólar, aclara Alvarado, no es legal "pero se tolera" ante la fuerza de la crisis y la incapacidad del régimen chavista para perseguir a millones de infractores, incluidos sus simpatizantes.
La administradora de un edificio del centro de Caracas reveló, bajo condición de anonimato, que desde hace meses los alquileres de los locales comerciales se cobran en dólares, y que conoce de más casos similares al suyo.
"No es posible hacer negociaciones de seis meses, un año, en bolívares, porque la devaluación te deja luego sin dinero para cubrir el costo del mantenimiento de un edificio, que es mucho", dijo la mujer.
Lo mismo ocurre con los alquileres de viviendas en Caracas y otras regiones del país, inclusive en los lugares más remotos o deprimidos.
Pero el economista Jesús Casique alerta que el bolívar es la única moneda de curso legal en el país sudamericano, y que quienes se arriesguen a usar otra incurren en delitos, si bien de momento no son perseguidos por la justicia venezolana.
"Estas son las distorsiones del Estado venezolano, porque el sistema de precios está destruido y usted no sabe en Venezuela qué es caro y qué es barato", agregó.
No obstante, recordó que "no todos los venezolanos tienen dólares" y que los salarios en bolívares apenas pueden cambiarse por un puñado de estos (el salario mínimo no alcanza los 10 dólares), cuando productos como un neumático pueden costar entre 40 y 200 dólares.
La crisis venezolana tiene a los empleados públicos reclamando sustanciales mejoras salariales desde hace meses en las calles, aunque sus demandas no contemplan el pago de salarios en divisa estadounidense.
La dictadura de Maduro primero desatendió las manifestaciones y luego respondió con un paquete de medidas que rechazan expertos y opositores.
El propio Maduro ya ha anunciado que hará nuevas "correcciones" a la economía, mientras los economistas auguran un nuevo incremento del salario mínimo, que en la actualidad no compra siquiera un "pan de jamón", una tradicional preparación venezolana para las fiestas navideñas.
(Con información de EFE)
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