"Lo que está haciendo el Gobierno de Maduro va en dirección opuesta a lo que hizo el Presidente Chávez en materia petrolera. Es un retroceso que compromete nuestra soberanía económica y limita las posibilidades de salir de la profunda crisis del país", sentenció Ramírez en una columna de opinión en La Patilla.
Quién hace tamaña acusación fue 12 años ministro de Petróleo en Venezuela y durante una década presidente de la estatal PDVSA, y se ha alejado del régimen de Maduro en los últimos meses, al punto de que en diciembre pasado renunció a su cargo como representante del país en la ONU y ha publicado varios artículos para criticar al mandatario.
De hecho, durante estos meses se ha convertido en la figura "más chavista" en convertirse en enemigo del régimen y su postura lo transformó en blanco de la justicia chavista: en enero, el fiscal general Tarek William Saab anunció que buscaría el arresto de Ramírez por presuntamente beneficiarse de la venta ilegal de crudo. Varios socios cercanos, entre ellos su sobrino, han sido detenidos en Venezuela.
"¿Por qué Maduro se vuelve a entregar PDVSA a las empresas privadas, ahora chinas, rusas o venezolanas de dudosa trayectoria?", se indigna Ramírez en su columna. Y sigue: "La privatización de Maduro fue antecedida de un proceso de destrucción de capacidades de PDVSA, para luego ceder las operaciones a los privados. El gobierno persiguió a los líderes operativos de la empresa en una política de "tierra arrasada" en las áreas petroleras. Sobre las ruinas de lo que alguna vez, no muy distante, fue la empresa orgullo y soporte de toda la Patria: PDVSA, ahora avanzan los nuevos rostros que socavan nuestra soberanía".
Y afirma que "toda la acción de su gobierno" ha sido "ramplona, soberbia, inmoral, una traición al pueblo, una lesión a los intereses de la Patria". Además, denuncia que el régimen "actúa de espaldas al país, en secreto, mintiendo, sin rendirle cuentas a nadie, al margen de la Ley Orgánica de Hidrocarburos y de la Constitución".
La denuncia de Ramírez afecta directamente a los intereses de los venezolanos. Es que PDVSA genera con sus exportaciones el 95% de los dólares que ingresan el Estado. De allí sale todo: el dinero para importar comida —el país caribeño compra en el exterior más del 70% de lo que consume—, la financiación de los planes sociales —las misiones—, el dinero para la maquinaria propagandística del régimen y también la tajada para los codiciosos funcionarios…
"Con Chávez siempre ¡Venceremos!", concluye Ramírez para dejar bien en claro que Maduro no es Chávez.
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