En un nuevo y contundente llamado de atención sobre el éxodo de millones de venezolanos que huyeron de las dificultades en su país y de los abusos del régimen de Nicolás Maduro, Human Rights Watch (HRW) reclamó este lunes a los gobiernos de la región un esfuerzo más grande para acordar una estrategia consensuada frente a lo que calificó como "la mayor crisis migratoria de tu tipo en la historia reciente de América latina".
De acuerdo con la organización de derechos humanos, al menos 2,3 millones de venezolanos dejaron su país desde 2014 y muchos más podrían haberlo hecho sin que su salida haya sido registrada. Otras cifras hablan de más de tres millones de personas. Este éxodo de proporciones, que no tienen precedente en la región -añade la declaración-, se aceleró dramáticamente en el último año y medio y urge ahora una acción conjunta y coordinada de parte de los gobiernos para contener las consecuencias del drama humanitario.
Concretamente, HRW exige a los países que recibieron el flujo de migrantes venezolanos adoptar un "régimen temporario de protección con alcance regional que otorgue a todos los venezolanos estatus legal por un período determinado de tiempo".
"Estamos llamando a buscar propuestas migratorias regionales y uniformes porque los requisitos varían de un país a otro y urge un régimen de protección uniforme en la región para miles y miles de familias venezolanas", comentó a Infobae José Miguel Vivanco, director para América Latina de Human Rights Watch.
Este estatus migratorio temporal debería extenderse mientras dure la crisis venezolana, abundó Vivanco, quien saludó los esfuerzos hechos hasta ahora por los países de la región pero no descartó la posibilidad de que la situación en Venezuela "se siga agravando".
La falta de permisos de estadía y de trabajo en los países que los acogieron, subraya la organización, coloca a muchos migrantes en una situación de enorme vulnerabilidad y expuestos a otros tipos de abusos, como el trabajo esclavo o la explotación sexual. Según recomienda HRW, este régimen de protección debería instrumentarse al menos hasta que se atiendan los reclamos individuales de los migrantes venezolanos, muchos de los cuales han solicitado asilo en los países que los recibieron.
Como segundo punto de su informe "El éxodo venezolano", publicado hoy y al que accedió Infobae, la organización reclama la adopción de "un mecanismo regional para distribuir de manera equitativa los costos financieros y la acogida de los venezolanos que huyen de su país", que en su gran mayoría cruzaron la frontera con Colombia y representan una carga adicional para un Estado que acarrea sus propias dificultades, sobre todo en las zonas rurales cercanas al límite con Venezuela.
Y en tercer lugar HRW pide a los gobiernos de la región una "estrategia multilateral firme" frente a lo que llama "las raíces del problema". Esto es, el grave deterioro de la situación política, económica y social en Venezuela por el fracaso de un régimen que ha endurecido brutalmente la represión de las expresiones opositoras y avanzado sobre las instituciones democráticas.
En este sentido, la organización reclama sanciones dirigidas específicamente contra los jerarcas del régimen de Maduro que se hayan visto involucrados en abusos contra los derechos humanos, de manera que se congelen sus bienes en el exterior y se les cancelen sus visas de viaje.
Según HRW, en los últimos meses hubo en Venezuela un dramático deterioro de la situación económica, social y política, lo que empujó a miles de familias a cruzar las fronteras en busca de comida, medicamentos y oportunidades que no encuentran en su país y a huir de los abusos del régimen de Nicolás Maduro.
Sin embargo, los problemas para millones de migrantes no terminaron al otro lado de la frontera, sino que muchos enfrentan ahora situaciones dramáticas en los países receptores, donde se encuentran en situación irregular y con serias dificultades para acceder a un trabajo, escolarizar a sus hijos o recibir atención médica, entre otras cosas. Esta vulnerabilidad exige "una respuesta colectiva y concertada" de parte de los gobiernos, indicó la organización.
"El flujo masivo de personas que abandonan Venezuela es uno de los mayores desafíos que enfrentan hoy los gobiernos de la región", indica HRW en su informe, en el que además alerta sobre las barreras que han impuesto algunos países para la regularización de ciudadanos venezolanos.
"La crisis política, económica, de derechos humanos y humanitaria en Venezuela crea una combinación de factores que empuja a los venezolanos a dejar el país y los lleva a no poder o no querer regresar", señala el informe. "Algunos de estos factores por sí solos pueden justificar una solicitud de refugiado, mientras que para otros el impacto acumulado de varios factores puede dar lugar a un pedido válido del estatus de refugiado", agrega.
El informe ofrece algunas cifras que dan la dimensión del éxodo. Indica, por ejemplo, que de acuerdo con estimaciones de la ACNUR, de los más de 2,3 millones de migrantes venezolanos cerca de 300.000 buscan asilo y más de 567.000 consiguieron algún tipo de permiso de estadía legal en los países a los que huyeron. El resto, observa, "se encuentran en situación irregular".
Cerca de un millón de venezolanos cruzaron la frontera a Colombia, casi la mitad de ellos sin un permiso legal. Otros 395.000 se reubicaron en Perú y 250.000 en Ecuador, pero el éxodo se extiende también Chile, Argentina, Estados Unidos, Panamá, Brasil, México y otros países de Centroamérica y el Caribe.
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