Venezuela pidió al gobierno de Brasil resguardar a sus ciudadanos tras un enfrentamiento en medio del cual refugios de inmigrantes venezolanos fueron destruidos este sábado en la ciudad brasileña de Pacaraima.
A raíz del incidente, que se originó por una presunta agresión a un comerciante brasileño, la cancillería venezolana se comunicó con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, según un comunicado del régimen chavista.
En dicho contacto, el ministerio venezolano solicitó a las autoridades brasileñas las "garantías correspondientes a los nacionales venezolanos y tomar las medidas de resguardo y seguridad de sus familias y enseres".
La cancillería también manifestó su "preocupación por las informaciones que confirman ataques a inmigrantes venezolanos, así como desalojos masivos", hechos que "violentan normas de Derecho Internacional".
El tumulto comenzó en la mañana luego de que un comerciante resultara herido y sus familiares responsabilizaran a los venezolanos, que en el último año intensificaron su presencia en la ciudad ante la grave crisis del país petrolero.
En retaliación, decenas de brasileños atacaron los dos principales campamentos improvisados de los inmigrantes y quemaron sus pertenencias. Tres brasileños resultaron heridos.
La dictadura de Maduro dijo que ordenó que personal de su consulado en Boavista se traslade a Pacaraima para constatar la situación y "velar por la integridad" de los venezolanos en la zona.
Asimismo, denunció que estos hechos son alentados por una "peligrosa matriz de opinión xenófoba, multiplicada desde gobiernos y medios al servicio del imperialismo".
A su vez, la gobernadora del estado de Roraima, Suely Campos, instó a cerrar temporalmente la frontera y pidió a Brasilia que envíe refuerzos de seguridad para "enfrentar el aumento de la criminalidad" que relaciona con el incremento de venezolanos.
El Ministerio de Seguridad Pública dijo que enviará un contingente de 60 soldados que llegarán el lunes para sumarse a los equipos en la zona.
Crisis migratoria y xenofobia
Decenas de miles de venezolanos han cruzado la frontera hacia el estado de Roraima durante los últimos años, huyendo de la crisis política y económica en su país.
El flujo ha abrumado a los servicios sociales del estado y ha generado un aumento del delito, la prostitución y las enfermedades, así como incidentes de xenofobia, dijeron autoridades del Gobierno brasileño.
(Con información de AFP y Reuters)
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