Consecuencias del éxodo en Venezuela: un hombre se gana la vida cuidando las casas de familias que emigraron

"Surgió por la necesidad", explicó un venezolano que quedó desempleado en 2015 y desde entonces se dedica a mantener en condiciones varios departamentos ajenos y a prevenir que sean saqueados por delincuentes

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Caracas, Venezuela
Caracas, Venezuela

El diario venezolano El Nacional dio a conocer la historia de un hombre que en 2015 perdió el empleo que cumplió durante 15 años y salió a buscar trabajo cuidando las casas de las familias que decidieron abandonar el país en busca de mejores oportunidades.

Robert Llores –un nombre ficticio que le otorgó el periódico para resguardar su identidad- vigila una vez por semana los departamentos de sus amigos que están fuera en el exterior; brinda un servicio de limpieza una vez al mes; se encarga de las tareas de albañilería, electricidad y remodelación cuando es necesario; asiste a las reuniones de consorcio de los edificios y paga las cuentas.

"Todo esto surgió por la necesidad. Primero fue por un amigo que se fue y me preguntó que si le podía cuidar su casa. Le dije que sí, que no había problema. Después se fue mi vecina y me dejó las llaves de su casa para que le diera una vuelta de vez en cuando. Después se fue una tercera amiga que me pidió el favor de que le cuidara la casa; tampoco tuve problema en hacerlo", señaló el venezolano de 54 años, quien es comunicador social y por más de una década se dedicó a gerenciar una empresa de promociones y eventos hasta que la firma quebró en 2015.

Aunque muchos venezolanos que se van a otros países prefieren vender sus propiedades o dejarlas al cuidado de sus familiares, hay quienes deciden abandonar completamente sus casas, intactas pero deshabitadas.

Los venezolanos escapan hacia otros
Los venezolanos escapan hacia otros países de la región (Mario Tama/Getty Images)

Los índices de delincuencia se encuentran actualmente con cifras muy elevadas en Venezuela; y una de las mayores preocupaciones de un propietario, al emigrar, es que su vivienda sea saqueada o invadida. Es por esto que, al visitar los departamentos, "Robert" da indicios de que todavía están habitados: deja las luces encendidas o la radio.

"Los vecinos me ven de arriba abajo, se quedan extrañados porque no soy conocido y tengo las llaves de un apartamento que no es mío. Pero yo con una sonrisa me presento, porque cuando regalas una sonrisa de entrada te reciben bien, y les explico. Les digo lo que hago. Trato de irme bien vestido porque la imagen cuenta y yo estoy prestando un servicio", explicó.

Desde 2015 se intensificó la emigración de venezolanos a países vecinos. De acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un millón de personas se fueron en 2015 y hasta la fecha solo 1,6 millones vive legalmente en el extranjero.

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