Venezuela comenzó este miércoles un polémico censo de vehículos, que rechaza la oposición, pero que el Gobierno asegura que le dotará de herramientas para acabar con el "derroche" y el "contrabando" de gasolina, que le cuesta al país petrolero varios millones de dólares cada año.
La vicepresidente ejecutiva del país, Delcy Rodríguez, dijo que el "principal" objetivo del censo es "atacar a las mafias del contrabando que se llevan el combustible del pueblo venezolano para sostener regímenes antidemocráticos".
"No más una política de derroche de la ciudadanía en cuanto al uso de los combustibles", añadió la funcionaria.
El precio de la gasolina en Venezuela es tan barato que solo un dólar (según la tasa oficial más baja) alcanza para pagar 28.795 litros, o llenar casi 720 tanques de vehículos medianos.
De acuerdo con la Administración del presidente Nicolás Maduro, esto genera el "derroche" de la ciudadanía y apalanca el contrabando hacia Colombia, donde el precio de los combustibles es sustancialmente más elevado.
Este censo -que vinculará los vehículos al "carné de la patria", un registro paralelo que ideó el chavismo gobernante con fines políticos y que entrega millones de bolívares en subsidios cada mes- permitirá "reordenar los mecanismos de subsidio que (…) se acordarán a cada ciudadano".
Rodríguez explicó que el censo virtual -a través de la página web www.patria.org.ve– comenzó a las 06:00, hora local (10:00 GMT) y aseguró que desde ese momento se realizan 248 registros por minuto, lo que consideró como un arranque con "buen pie".
En el mencionado sitio de Internet los interesados deberán crear un usuario y contraseña en caso de que no estén ya registrados en el "carné de la patria".
La oposición venezolana ha criticado con dureza este censo, al señalar que pretende "ocultar el hecho de que no hay gasolina" y que la petrolera estatal PDVSA "está quebrada", según el diputado opositor José Guerra.
"No censes tu vehículo (…), no al racionamiento de la gasolina", agregó el parlamentario.
En tanto que su compañero de bancada y presidente de la comisión de finanzas del Parlamento, Rafael Guzmán, señaló que la "intención" del censo es "controlar y dominar".
"Quieren someter la voluntad del pueblo y que dependan de ellos hasta para movilizarse. Destruyeron PDVSA y hoy comienzan con esta farsa para ocultar que ya ni gasolina hay en Venezuela", dijo.
Pero la vicepresidente venezolana aseguró que estas críticas parten de "sectores antidemocráticos que buscan el perjuicio del pueblo venezolano a través de la guerra económica" y participan "de las mafias de extracción del combustible".
Este censo es una de las medidas anunciadas la pasada semana por el presidente Maduro en su intento por reflotar la economía venezolana, la de peor desempeño en la región pese a la enorme riqueza en recursos del país caribeño.
Venezuela es dueña de las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero padece una severa crisis económica que se traduce en escasez de productos, una inflación que cerrará en 1.000.000% este 2018, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), y una pésima prestación de los servicios públicos.
Por estas razones, en el país se registran a diario manifestaciones de ciudadanos que reclaman agua, luz, transporte, medicinas, alimentos y mejores salarios, entre otras exigencias.
En esta misma jornada, cientos de trabajadores dependientes del Estado venezolano protestaron exigiendo incrementos salariales para evitar la fuga de talentos en medio de la grave crisis económica del país.
El presidente del sindicato de trabajadores de la compañía estatal de comunicaciones CANTV, Juan Veliz, señaló que "la empresa está en obligación de dar salarios que no permitan que se siga fugando el talento humano".
Distintos gremios públicos, como docentes universitarios, médicos y enfermeras han denunciado en reiteradas oportunidades que el personal de las instituciones está abandonando sus puestos de trabajo debido a los bajos beneficios laborales.
Medios locales también informaron sobre protestas de otros gremios, como el de enfermería, en Bolívar (sur), Táchira (oeste) o Lara (oeste).
Además, decenas de jubilados de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) protestaron frente a la sede de esta compañía en Caracas para exigir un aumento de sus pensiones que les permitan hacer frente a la rampante inflación.
(Con información de EFE)
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