El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, visitó un albergue para refugiados de Venezuela en la ciudad brasileña de Manaos y atribuyó el "éxodo masivo" que sufre esa nación a la "dictadura brutal" que la gobierna.
"El régimen de (Nicolás) Maduro, esa dictadura brutal, debilitó la economía, y el costo de sus crímenes no puede ser calculado en cifras", pero una de las consecuencias "son los más de dos millones de personas que se han visto obligadas a huir del país", declaró el vicepresidente.
Pence llegó a esa ciudad amazónica desde Brasilia, donde este martes fue recibido por el presidente brasileño, Michel Temer, ante quien también expresó unas duras críticas al Gobierno venezolano.
Según Pence, "el pueblo venezolano merece libertad" y "el mensaje que envía el presidente Donald Trump es que los Estados Unidos están con ustedes, camina junto con ustedes y van a seguir así hasta que la democracia sea restaurada en Venezuela".
El vicepresidente, acompañado por su esposa Karen Pence, visitó las instalaciones de la Casa de Acogida Santa Catarina, en la que han sido albergados unos 120 venezolanos que han llegado a Brasil para huir de la crisis política, social y económica que atraviesa el país.
La mayoría de ellos llegó a Manaos desde la ciudad de Boa Vista, capital del fronterizo estado de Roraima, por donde se calcula que en el último año y medio han ingresado unos 50.000 venezolanos.
Pence comienza su visita a Ecuador
La situación en Venezuela y cómo impulsar la relación comercial centrarán la agenda de la reunión este jueves entre el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y el vicepresidente de los EEUU, que llegó a este país andino.
El vicepresidente estadounidense arribó en la tarde del miércoles procedente de Brasil al aeropuerto Mariscal Sucre, próximo a Quito, segunda parada de la gira que realiza por Latinoamérica.
En su periplo Pence trata de pulsar de primera mano la postura de los países que visita para que "hagan más" para presionar y aislar al Gobierno venezolano y sumar apoyos adicionales.
A comienzos de este mes, Pence telefoneó a Moreno para hablar sobre la relación bilateral y no logró convencerlo de que votara a favor de iniciar el proceso para suspender a Venezuela de la OEA, como sí lo hizo el denominado Grupo de Lima, que agrupa a más de una docena de países, y tuvo que conformarse con una abstención ecuatoriana.
Ecuador ha mantenido bajo el actual Gobierno de Moreno una posición equidistante sobre Venezuela, amparándose en el principio constitucional de no injerencia.
Sin embargo, tras las presidenciales de mayo en Venezuela ha expresado por primera vez su preocupación por la situación en esa nación y rechazado "enérgicamente" las muertes ocurridas en las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Ecuador, además, formuló una iniciativa para que se lleve a cabo una consulta en Venezuela bajo supervisión internacional destinada a refrendar la reelección de Maduro.
Pence es el tercer vicepresidente de EEUU que visita Ecuador desde 1958 y su viaje es interpretado como un signo de acercamiento al nuevo Ejecutivo liderado por Moreno, después de más de una década de enfriamiento en la relación bilateral bajo el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017).
La programación oficial arranca en la mañana de este jueves, con una reunión en la sede presidencial entre Moreno y Pence, tras la que se espera una comparecencia conjunta ante la prensa.
El vicepresidente realiza una visita de menos de 24 horas a Ecuador, pero se espera que en ella aborde cuestiones como vías para impulsar la relación comercial y de seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la situación de los migrantes en EEUU, que alberga la mayor población ecuatoriana del mundo, según funcionarios locales.
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