Los cuestionados comicios de este domingo en Venezuela, en los que fue reelegido Nicolás Maduro como presidente, estuvieron marcados por una abstención cercana al 54% y denuncias de múltiples irregularidades. El Grupo de Lima, que une a 14 países de América, así como a los Estados Unidos, España y el Reino Unido, desconocieron los resultados.
No sorprende que países cercanos a Maduro, como China, Bolivia, Rusia e Irán, hayan apoyado enfáticamente a su aliado y las elecciones en las que no cree la mayoría de los venezolanos. Lo que sí resulta llamativo es el silencio del gobierno uruguayo, sobre todo porque nadie pone en duda sus estándares democráticos.
"Hoy voy a hablar solo de seguridad", dijo ayer el presidente Tabaré Vázquez cuando le preguntaron. Tampoco se expidió la Cancillería.
Solo el ministro de Transporte, Víctor Rossi, opinó sobre la farsa electoral. "Los que estamos acostumbrados al funcionamiento institucional del Uruguay, no nos podemos sentir ni tranquilos ni satisfechos", dijo, según informa hoy El País.
Esta actitud oscilante de Uruguay hacia la dictadura venezolana no es nueva y se relaciona con las contradicciones que hay dentro del Frente Amplio (FA), la coalición gobernante. Las fuerzas más moderadas que integran la alianza cuestionan con creciente firmeza al chavismo, pero chocan con la intransigencia del ala izquierda, que sigue defendiendo a Maduro contra toda evidencia.
"El PCU saluda la realización de estas elecciones en Venezuela, las cuartas en un año, reafirma su respaldo a nuestro hermano pueblo y a la Revolución Bolivariana", sostuvo el Partido Comunista en un comunicado difundido el lunes.
Una postura bastante más crítica expresó el delegado del FA en la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Coppal), Sebastián Hagobian, que estuvo en Caracas como observador del proceso electoral. "Sin duda una elección donde hay partidos y personas proscritas no permite hablar de democracia plena", dijo al periódico uruguayo.
Ante la falta de acuerdo interno, Vázquez suele optar por el silencio. De esa manera, evita agrandar una grieta que ya está abierta en el FA.
Muy diferente es la posición de sus vecinos, muchos de los cuales integran el Grupo de Lima. La Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, informaron que "llamarán a consultas a los embajadores en Caracas y convocarán a los embajadores de Venezuela para expresar" su protesta.
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