"España estudiará junto con sus socios europeos las medidas oportunas y seguirá trabajando para paliar el sufrimiento de los venezolanos", escribió el jefe de gobierno de España, Mariano Rajoy, en su cuenta de Twitter.
En las presidenciales del domingo, Nicolás Maduro salió reelegido hasta el año 2025 pero con una abstención histórica, del 52%.
Según Rajoy, "no se han respetado los mínimos estándares democráticos" en el escrutinio.
Las elecciones, en medio de una profunda crisis social y económica en el país petrolero, fueron boicoteadas por la oposición, que las calificó de "farsa" para perpetuar a Maduro en el poder.
La Unión Europea, una docena de países latinoamericanos, así como los Estados Unidos y Canadá ya adelantaron que desconocerían los resultados.
Por iniciativa de Caracas, España y Venezuela anunciaron en abril pasado la normalización de sus relaciones bilaterales, dañadas en enero cuando Caracas expulsó al embajador español, una medida replicada días después por Madrid.
El régimen chavista denunció entonces "continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia" de España, luego de que la UE sancionara a siete altos funcionarios venezolanos, una medida que según Maduro fue promovida por el gobierno conservador de Rajoy.
Ambos países han mantenido tirantes relaciones desde que estaba en el poder el antecesor de Maduro, Hugo Chávez, fallecido en 2013.
(Con información de AFP)
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