En Diálogo con El Nacional, Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones instó a que se repitan las necropsias practicadas a las 68 personas, 66 presos y 2 mujeres que visitaban a reclusos, que murieron el miércoles 28 en la madrugada en el calabozo de la Comandancia de la Policía de Carabobo.
Las autopsias determinaron que la causa de muerte, en todos los casos, "fue asfixia por inhalación de gas, sofocación debida al confinamiento en espacios cerrados y quemaduras en las vías respiratorias", según el informe médico forense que se conoció extraoficialmente.
Pero Prado exige que se vuelvan a realizar para "descartar dudas" y recordó el caso de la masacre de Vista Hermosa, "en el que los protocolos de autopsia señalaban una causa, pero al repetir los procedimientos se reveló que los cadáveres presentaban tiros descendentes en la cabeza".
"Cuando hay todo ese tipo de hechos, los únicos testigos son los policías y los presos que sobrevivieron", dijo.
El suceso es uno de los más mortíferos en el largo historial de incidentes carcelarios de Venezuela, y reflotó la grave situación de las prisiones del país, que se cuentan entre las más violentas de la región.
Prado, además, denunció queen esos calabozos policiales había una población de 180 presos aunque solo hay capacidad para 30 personas, lo cual se traduce en 600% de hacinamiento.
Y argumentó que "ninguna de las hipótesis se pueden descartar, todas se tienen que investigar". De hecho, reveló que hay otra versión de lo que pudo haber pasado. Mientras la oficial afirma que los presos se amotinaron y prendieron fuego los colchones para que abrieran las celdas, el director del OVP explicó que otra de las posibilidades a investigar es la de un enfrentamiento entre presos por el control de los calabozos y que, supuestamente, los reos fueron rociados con gasolina.
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