"Venezuela es un Estado narcotraficante como no se ha visto en el continente", afirmó Luis Almagro en una conferencia sobre el país sudamericano en la Casa de América en Madrid. "Eso tiene que ser atacado, teniendo en cuenta la movilidad que tiene el narcotráfico", agregó.
El secretario general de la OEA recalcó la necesidad de aplicar mayores sanciones contra los funcionarios chavistas. "Acciones más fuertes de los países de Centroamérica, México y Estados Unidos son esenciales en este tema", sostuvo.
Para sustentar su acusación, Almagro citó las causas judiciales que enfrentan distintos dirigentes venezolanos en casos relacionados con el narcotráfico. En diciembre, dos sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro, fueron condenados en los Estados Unidos a 18 años de cárcel por intentar traficar 800 kg de cocaína.
Igualmente, el vicepresidente venezolano Tareck el Aissami fue calificado de "prominente narcotraficante" por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, adscrita al Tesoro norteamericano), que congeló todos los activos que este pueda tener en los Estados Unidos.
El ex canciller uruguayo sugirió a los países latinoamericanos tomar medidas que afecten el funcionamiento financiero "y la manera en que el régimen manipula y maneja los recursos que pertenecen al país". Esencialmente, estaba hablando del petróleo.
Por otro lado, solicitó apoyo a las denuncias de crímenes de lesa humanidad. El pedido llega después de que la Corte Penal Internacional (CPI) anunciara el inicio de un examen preliminar para analizar si se cometieron violaciones a los derechos humanos en el país, donde unas 125 personas perdieron la vida en 2017 durante manifestaciones opositoras.
"Esa dictadura no puede ser impune, se tienen que reforzar las variables que lleven a estos personajes a la Justicia internacional, a la CPI", añadió Almagro.
Del encuentro participó también el Nobel peruano de Literatura, Mario Vargas Llosa. El escritor criticó la elección presidencial del 20 de mayo en Venezuela, donde Maduro, en el poder desde la muerte de Hugo Chávez en 2013, espera renovar mandato.
Según Vargas Llosa, la cita electoral, considerada espuria por la oposición, es "un fraude perfectamente premeditado", que solo servirá para "confirmar la dictadura (…) la soledad y el aislamiento" del Gobierno.
(Con información de AFP)
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