El martes 27 de febrero a las 8 de la mañana decenas de vehículos llegados en caravanas desde 14 Estados confluyeron en el centro de esta capital, en una acción coordinada del principal grupo de lobby político de ciudadanos venezolanos y estadounidenses opositores al régimen de Nicolás Maduro. ¿El objetivo? Instar al Congreso norteamericano a que movilice los esfuerzos necesarios para llevar adelante una "intervención humanitaria" en Venezuela, dado el peligro que el país representa para la región y para Estados Unidos.
En otras palabras, lo que reclamaron fue una acción militar sin eufemismos, dirigida a remover al presidente y la cúpula de su gobierno, para atender la cada vez más acuciante crisis humanitaria y como paso previo a una transición democrática.
Unos 300 activistas de la agrupación Ciudadanos Independientes Venezolanos y Estadounidenses (IVAC, por sus siglas en inglés) se reunieron ese día con congresistas norteamericanos y les hicieron llegar sus inquietudes. Maduro, exigieron, debe ser removido porque hay millones de venezolanos que están sufriendo graves carencias, porque el éxodo a los países vecinos se agiganta todos los días un poco más sin que el régimen reconozca su responsabilidad, y porque el narcotráfico extiende sus tentáculos desde el territorio de Venezuela, donde además operan campos de entrenamiento de Hezbollah.
La acción militar que se quiere, aclaró en diálogo con Infobae el máximo referente de este grupo de lobby, Ernesto Ackerman, presidente de IVAC, no implica el despliegue de tropas o una invasión en gran escala, un fantasma que Hugo Chávez primero y Maduro después siempre agitaron para conseguir más apoyo interno. "Lo que creemos que debe haber en Venezuela es una intervención de tipo quirúrgico, no son más de 20 o 30 cabecillas que hay que remover de sus cargos", detalló.
"Hay antecedentes de acciones de este tipo, dirigidas a remover gobiernos dictatoriales o que no permitían el ingreso de ayuda externa pese a los padecimientos de millones de personas y eso es lo que está ocurriendo en Venezuela", completó Ackerman, quien afirmó que Maduro se niega a aceptar que en su país hay un problema humanitario "para no reconocer su responsabilidad en la crisis".
La acción del grupo de lobby en Washington estuvo dirigida al Congreso norteamericano, ya que sus integrantes tienen la doble ciudadanía venezolana y estadounidense y ejercieron el derecho de llevar sus reclamos a sus representantes en nombre de la seguridad nacional.
El reclamo no tuvo un eco directo en el gobierno de Donald Trump, que salvo por el pronunciamiento aislado del senador republicano Marco Rubio a favor de un golpe militar, no ha dado señales de considerar una salida que no pase por los canales institucionales. Pero Ackerman tampoco cree que haya caído en saco roto. "Es parte de una presión creciente que hay sobre el régimen y que sobre todo ejercen instancias como la OEA, el Grupo de Lima y la Unión Europea, que antes nunca se manifestaba contra el chavismo y ahora decidió sanciones contra varios de los delincuentes que tienen secuestrada a Venezuela", evaluó el dirigente opositor.
Esta presión internacional logró, pocos días después de la acción en Washington, que el régimen postergara las elecciones presidenciales hasta el 20 de mayo. Aunque Estados Unidos reiteró que aun así no reconocerá el resultado porque no considera que estén garantizadas las condiciones para la participación democrática de todos los sectores políticos. Lo mismo opina Ackerman: "Pueden convocar a elecciones, pero no son más que pantomimas", le dijo a Infobae este empresario radicado en Miami desde hace más de dos décadas, pero con fuertes vínculos en su país de origen y un deseo ferviente de ver superado el experimento chavista, que a su entender no es otra cosa que "una invasión cubana".
Tampoco cree que el candidato presidencial Henri Falcón sea un verdadero opositor. Falcón rompió el boicot decidido por la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a la que supuestamente pertenece, y presentó su candidatura. "Nunca perteneció a la oposición y ahora le hace el juego a Maduro, que llevará adelante esta payasada de elecciones y así seguirán el circo y el hambre y los sufrimientos de la gente", sentenció Ackerman, quien afirma que no votará en las elecciones del 20 de mayo, pese a estar habilitado para hacerlo. "Todo el mundo opina que son un fraude".
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