La representante de Human Rights Watch para Venezuela, Tamara Taraciuk, publicó este miércoles en Twitter una impactante foto que deja una vez más al descubierto toda la magnitud de la crisis humanitaria en Venezuela.
"La situación es cada vez más grave", escribió Taraciuk, quien monitorea para la prestigiosa ONG la situación de los derechos humanos en el país caribeño y denunció en varias oportunidades los abusos del régimen chavista.
Entre otras tareas, la abogada recorrió a partir de 2016 hospitales de todo el país. Desde entonces, señaló, 19 pacientes murieron por desnutrición en los hospitales visitados.
Luego compartió una foto de algunos pacientes. "Así están algunos de los que quedan", escribió. Los hombres, gravemente desnutridos, están esqueléticos.
A mediados de 2016, @hrw_espanol visitó hospitales en #Venezuela para documentar la crisis humanitaria. La situación es cada vez más grave. Según personal médico, murieron 19 pacientes por desnutrición en uno de los hospitales desde entonces. Así están algunos de los que quedan: pic.twitter.com/2X2SSvSEdN
— Tamara Taraciuk (@TamaraTaraciuk) February 7, 2018
Venezuela sufre desde hace más de tres años una escasez de medicinas y alimentos que ha sido denunciada por distintos sectores de la sociedad así como por el Parlamento, de mayoría opositora, que clama por la apertura de un canal humanitario.
En este contexto, cada vez son más las vidas de los venezolanos que se apagan por las condiciones críticas.
A la situación de la escasez de medicinas se suman, también, la falta de materiales médicos y las condiciones en las que se encuentran los hospitales.
Además, los más perjudicados son los niños. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud, durante 2017 en Venezuela murieron "entre cinco y seis niños semanalmente por falta de alimentación".
De acuerdo con el estudio de FAO, citado por la CIDH, entre 2014 y 2016, hubo un incremento de 1,3 millones de personas que no pudieron cumplir con los requerimientos nutricionales mínimos.
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