El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, pedirá más presión sobre el Gobierno venezolano en su primera gira en Latinoamérica y el Caribe, que lo llevará a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica entre este jueves y el 7 de febrero.
"El secretario continuará abogando por aumentar la atención regional sobre las múltiples crisis en Venezuela. Con nuestros socios, planeamos continuar presionando al régimen corrupto de (Nicolás) Maduro para que vuelva al orden democrático", explicó un alto funcionario de Exteriores en una llamada con periodistas.
Esta gira es la primera de Tillerson a Latinoamérica en un año al frente de la diplomacia estadounidense, aunque su primer viaje al exterior fue a México, vecino y socio clave.
En esta ocasión, Tillerson volverá a subrayar en México que la relación entre ambas naciones es "profunda y amplia" y destacará el trabajo conjunto en la lucha contra el crimen organizado y la inmigración irregular.
La visita de más alto nivel del Gobierno Trump a la región ha sido hasta ahora la del vicepresidente Mike Pence, en agosto, cuando visitó Panamá, Colombia, Argentina y Chile.
Entonces, como ahora, el tema central fue la crisis venezolana, un asunto que ha dominado todas las conversaciones telefónicas y encuentros personales de Trump con los líderes latinoamericanos desde que fue elegido presidente.
Si la visita de Pence estuvo marcada por las polémicas declaraciones de Trump diciendo que no descartaba la "opción militar" en Venezuela, la de Tillerson llega en un momento en el que se especula sobre la posibilidad de que Washington sondee a sus socios latinoamericanos sobre qué apoyo tendría un posible embargo petrolero.
El Departamento de Estado no se ha pronunciado sobre estas informaciones y se ha limitado a insistir en el mensaje de que "en línea con la Casa Blanca, usará todas las herramientas políticas, económicas y diplomáticas a su disposición para abordar la situación en Venezuela".
Además, defiende que su estrategia en esta crisis ha sido "extremadamente efectiva", con las "más de 50 sanciones" económicas que EEUU ha aplicado en el último año sobre individuos venezolanos y el sistema financiero del país.
Tillerson delineará este y otros puntos troncales de su visita latinoamericana en un discurso en la Universidad de Texas en Austin, donde él se licenció como ingeniero civil.
De la capital texana viajará a Ciudad de México, adonde llegará por la tarde-noche y se reunirá con miembros del Gobierno de ese país en la residencia del embajador estadounidense.
En la mañana del viernes tendrá una reunión con los jefes de las misiones diplomáticas de Estados Unidos en México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Belice y el Caribe.
Después se verá con su homólogo mexicano, Luis Videgaray, con quien ofrecerá una rueda de prensa, y más tarde tendrá un encuentro con el presidente del país, Enrique Peña Nieto.
Se baraja que visite dos puntos turísticos icónicos de la capital como el Zócalo o la Catedral Metropolitana antes de volar a Panamá para repostar, reunirse brevemente con el embajador en ese país, John Feeley, y desplazarse a San Carlos de Bariloche (Argentina).
El sábado lo comenzará en el parque nacional Nahuel Huapi, donde subirá a una de las cimas a caballo y conversará sobre intercambios científicos y de investigación.
El domingo viajará a Buenos Aires y comenzará su agenda en la capital participando en una ofrenda floral en el Palacio San Martín de la Cancillería con su homólogo, Jorge Faurie.
Tras reunirse con otros miembros del Gobierno argentino y ofrecer una rueda de prensa, celebrará otra reunión con jefes de misiones diplomáticas estadounidenses, esta vez de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Esa noche verá el Super Bowl, la gran cita del fútbol americano, con "mucha otra gente" en la capital argentina.
El lunes se reunirá con el presidente Mauricio Macri antes de partir a Lima, donde tendrá un encuentro con su homóloga, Cayetana Aljovín.
El martes verá al presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, antes de viajar a Bogotá para encontrarse con el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, con quien también tendrá una cena informal de trabajo después de reunirse con su homóloga, María Ángela Holguín.
En Colombia abordará el repunte en la producción de coca y cocaína, pero también destacará la colaboración bilateral en la lucha contra el tráfico de drogas.
El miércoles volará a Kingston (Jamaica) para conversar con el primer ministro, Andrew Holness, y la ministra de Exteriores, Kamina Johnson Smith, antes de viajar de vuelta a Washington.
(Por Cristina García Casado – EFE)
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