El régimen chavista y la oposición de Venezuela volverán a reunirse este lunes en República Dominicana, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales convocadas antes de mayo, en las que la Mesa de Unidad Democrática aún no decide si participará por las alegadas faltas de garantías electorales y llegará sin la presencia de Voluntad Popular.
El sábado, la MUD informó que asistirá a la reunión para "exigir las garantías electorales que permitan unas elecciones justas y así propiciar un cambio para nuestro pueblo". En tanto, la agrupación fundada por Leopoldo López anunció que se levantaba de la mesa por "incumplimientos" del chavismo y la intempestiva convocatoria a elecciones.
Según la oposición, el régimen "ha profundizado su posición de boicot a la mesa de negociación al proceder a la ilegalización" de partidos opositores y al decretar de forma unilateral que las presidenciales, uno de los temas del diálogo, se harán en el primer cuatrimestre y no a fines de año como generalmente ocurre en el país caribeño.
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, conformada solo por oficialistas y no reconocida por la oposición y numerosos Gobiernos, decidió adelantar las presidenciales y exigió a cinco partidos opositores, entre ellos, la MUD, revalidar sus nóminas de militancia para poder participar en los comicios.
Las partes tenían previsto volver a reunirse en Santo Domingo el pasado 18 de enero, pero la oposición no acudió al encuentro, por lo que el diálogo fue pospuesto para una nueva fecha.
Una de las razones invocadas por la oposición para no participar en la reunión fueron unas declaraciones del ministro de Interior de Venezuela, Néstor Reverol, que aseguró dos días antes haber obtenido de los negociadores información que llevó a dar con el paradero del ex policía Óscar Pérez, asesinado durante una acción policial.
Los aspectos centrales para la oposición en este diálogo son lograr garantías electorales para los comicios presidenciales de este año, la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos, la liberación de los encarcelados que consideran "presos políticos" y la restitución de los poderes constitucionales de los que fue despojado el Parlamento.
En tanto, el oficialismo exige el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre algunos de sus funcionarios y el reconocimiento de la Asamblea Constituyente.
En un comunicado, el canciller dominicano, Miguel Vargas, ratificó el domingo la reanudación del diálogo, al que ambas partes han confirmado su asistencia, al tiempo que informó que ya llegaron al país representantes de Chile y Nicaragua, países acompañantes de esas conversaciones, y que en las próximas horas arribarán las demás delegaciones participantes.
"El único propósito del Gobierno dominicano es que las partes alcancen un acuerdo definitivo a favor del pueblo de Venezuela", indicó Vargas, y subrayó "que tal objetivo lo comparten los demás acompañantes del diálogo y la comunidad internacional, en general".
Estas conversaciones arrancaron en diciembre pasado en Santo Domingo bajo el auspicio de Medina y del ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y con el acompañamiento de Chile, Nicaragua, Bolivia y San Vicente y las Granadinas.
El diálogo para buscar una salida a la grave crisis política y económica del país suramericano contaban también con el acompañamiento de México, que esta semana se retiró tras la convocatoria unilateral de elecciones presidenciales por parte del oficialismo venezolano.
(Con información de EFE)
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