Óscar Pérez se hizo famoso en julio de 2017, cuando, en medio de las protestas antigubernamentales que dejaron más de 100 muertos en Venezuela, sobrevoló con un helicóptero de la Policía científica dos edificios gubernamentales en Caracas. Desde entonces se encontraba huyendo de las autoridades, y el Gobierno venezolano tenía emitida un alerta nacional e internacional para su captura.
El policía que se rebeló contra Maduro tiene 37 años y 15 de carrera como inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). Pertenecía a la Brigada de Acciones Especiales (BAE), donde era jefe de Operaciones en la División Aérea. Además de ser piloto de helicóptero, es buzo de combate y paracaidista libre.
Pérez había manifestado en varias oportunidades su descontento con el régimen de Nicolás Maduro. La pancarta que llevaba colgada el helicóptero que piloteaba en julio pasado, que decía "350, libertad", hace referencia a la aplicación de ese artículo de la Constitución venezolana que invita a la desobediencia civil y al desconocimiento del Gobierno.
Según el gobierno chavista, Pérez fue piloto de su ex ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, general retirado que se ha distanciado del Gobierno, a quien Maduro vincula con un supuesto plan de golpe de Estado en su contra.
En el año 2015 protagonizó y produjo la película Muerte suspendida. El filme está inspirado en un caso real, muestra el secuestro de un empresario y su posterior liberación, lograda por policías de élite.
Desde que se rebeló y pasó a la clandestinidad, ha tenido varias apariciones públicas y siempre ha usado las redes sociales para comunicarse con los detractores del régimen de Maduro.
Apareció sin aviso en una protesta opositora de noche, asaltó un galpón militar y robó el arsenal y se enfrentó con la Guardia Nacional Bolivariana en plena calle.
Ahora está rodeado por los uniformados y también publica cada detalle de lo que le sucede en su cuenta de Instagram, la misma que usó para dejar mensajes al pueblo venezolano pidiendo esperanza. Hoy es el canal de información donde —ensangrentado— informa sobre su delicada situación. "Nos quieren matar, no quieren dejar que nos entreguemos", dice en su último video.
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