El embajador de Venezuela en la ONU, Rafael Ramírez, blanco de acusaciones de corrupción en la petrolera estatal PDVSA, renunció a su cargo por pedido del presidente Nicolás Maduro, según una carta dirigida al canciller Jorge Arreaza y que difundió en su cuenta de Twitter. El funcionario fue cuestionado públicamente por figuras cercanas a Maduro después de que criticara las políticas económicas del Gobierno.
El desplazado funcionario escribió en Twitter que ayer 4 de diciembre de 2017 renunció a su cargo por solicitud de Maduro, y dejó en evidencia que fue por su pensar y sus dichos: "Se me ha removido por mis opiniones", aclaró.
Debo informar que ayer, 4 de Diciembre de 2017, he renunciado, a solicitud del Presidente de la República, a mi cargo como Embajador Representante Permanente de Venezuela ante la ONU. Se me ha removido por mis opiniones, me mantendré, pase lo que pase, leal al Comandante Chávez! pic.twitter.com/tIfsamCHgz
— Rafael Ramirez (@RRamirezVE) December 5, 2017
Ramírez, ex hombre fuerte de Chávez —fue su ministro de Petróleo y presidente de PDVSA— se ha convertido en la figura "más chavista" en convertirse en enemigo del régimen. Él y otros 65 desplazados ex funcionarios de la petrolera estatal, la compañía corroída por la corrupción que se ha transformado en la única fuente de ingresos del país.
La renuncia se produce en medio de una ofensiva contra la corrupción en la compañía, fuente de 96% de los ingresos del país, que los analistas califican como guerra interna del chavismo. De hecho, dos de sus hombres más cercanos, Eulogio del Pino y Nelson Martínez, ambos ex ministros de Petróleo y de PDVSA, fueron detenidos el pasado jueves.
Un día después fue capturado su primo, el empresario Diego Salazar, con lo cual se intensificaron las denuncias de la oposición de que Ramírez es el principal responsable del desfalco a la empresa.
LEA MÁS: