La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pidió a Venezuela, uno de sus principales miembros, que provea información verdadera sobre la caída de su producción de petróleo, que ha registrado los valores más bajos en casi 30 años.
El pedido fue elevado por representantes de Arabia Saudita con apoyo de otros miembros del cartel durante una reciente reunión de la OPEP en su sede en Viena, según confirmaron fuentes de la industria a la agencia Reuters.
Afectado por los bajos precios internacionales y una crisis económica y política sin precedentes en el país, el sector energético venezolano lucha día a día por cumplir sus cuotas de producción acordadas en el organismo y ha experimentado caídas de 20.000 barriles de petróleo al mes desde el año pasado. Se espera que al final de 2017 la caída en la producción llegue a los 250.000 barriles.
Pero los miembros de la OPEP creen que esto podría acelerarse en 2018 y llegar rápidamente a 300.000 barriles, indicaron las fuentes, citando las recientes sanciones de los Estados Unidos sobre el país como una de las causas.
En particular, la petrolera estatal PDVSA está teniendo problemas para financiar exploraciones, el mantenimiento de los pozos o, incluso, para mantener los oleoductos y puertos funcionando, mientras el país, que depende del petróleo, intenta reestructurar su deuda de 60.000 millones de dólares.
"Muchos pedidos fueron hechos por los sauditas a los venezolanos para que presenten una imagen real de la producción y su caída", revelaron.
Según Caracas, la producción total en octubre alcanzó el número de 1.955.000 barriles, incumpliendo su cuota por 17.000. Pero la OPEP calcula que el número real fue de 1.863.000 barriles, una merma de 109.000 con respecto a lo requerido.
Se espera que el tema sea central en la próxima reunión de la OPEP, pautada para el 30 de noviembre, y en rigor la necesidad de revisar las cuotas de Venezuela se ha estado discutiendo desde 2012, cuando la producción comenzó a tener problemas.
Por su parte, Arabia Saudita se encuentra en una campaña para mantener los niveles de producción de la OPEP relativamente bajos y reducir los stocks internacionales con el fin de estabilizar el mercado y hacer subir los precios, que aún no se recuperan de las fuertes caídas de los últimos años.
Por esa razón se espera que Riad no cubra la brecha que está dejando la falta de crudo venezolano, como suele ocurrir, según confirmó una segunda fuente cercana a los sauditas a Reuters.
Pero el incumplimiento de las cuotas está dejando espacio para que otros países productores que no pertenecen a la OPEP, como Brasil y Canadá, empiecen ocupar el mercado y reemplazar al crudo venezolano especialmente en sus ventas a los Estados Unidos y la India, según datos de Reuters.
Incluso Irak, el segundo productor dentro de la OPEP, ha comenzado a ocupar espacios de Venezuela, tensando la situación en el cartel.
Hasta el momento Bagdad había cumplido sus cuotas, pero la crisis entre el gobierno central y los separatistas kurdos, que controlaban hasta hace pocas semanas la región petrolera de Kirkuk, significó una fuerte caída en su producción de octubre que los iraquíes ahora están desesperados por recuperar.
En concreto Irak cubrió 80.000 de los 84.000 barriles que Venezuela no pudo enviar a la India, y superó con creces los 90.000 barriles que no llegaron a los Estados Unidos desde el país sudamericano aumentando sus envíos en esa dirección por 201.000 barriles.
Sin embargo, una fuente dentro de la misma OPEP dijo a Reuters que hasta el momento la caída de Venezuela "podría ser buena para equilibrar el mercado y mantener el barril en 60 dólares por un tiempo". "Eso no quiere decir que algunos países no intenten aprovecharse de la situación", lamentó.
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