Cada vez son más las denuncias que recaen sobre la dictadura de Nicolás Maduro por sus presuntos vínculos con el tráfico de drogas internacional. Una investigación realizada por Diario Las Américas señala que el régimen venezolano protege en una cárcel del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) a Mario Moreno Lozano, un importante narcotraficante colombiano que se encuentra desde hace años en la mira de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con lo consignado por ese medio, tanto la DEA como la Justicia norteamericana tienen información sobre la protección directa que habría recibido el capo narco de parte de Miguel Rodríguez Torres, ex ministro del Interior que ahora forma parte de la rama disidente del chavismo.
Varios narcotraficantes que fueron capturados por las autoridades norteamericanas han colaborado con la Justicia a cambio de beneficios en sus procesos. Gran parte de esos testimonios agregan más datos sobre la participación de la cúpula chavista en el tráfico de drogas.
Así es como se pudo realizar el expediente contra el vicepresidente venezolano, Tareck el Aissami. En febrero de este año, el Departamento de Estado lo acusó de "jugar un papel clave en el tráfico internacional de narcóticos".
Lozano nació en Guaduas, en el departamento de Cundinamarca, en Colombia. Por años, la DEA no logró dar con su verdadera identidad, ya que se manejaba con varios alias, como "Juan Carlos", "Luis Carlos Vélez López" o "Alexis Antonio Rodríguez Rodríguez".
Las autoridades descubrieron su identidad gracias a la colaboración de un narcotraficante, cuya organización operaba en el estado de Apure, en Venezuela.
Roberto Méndez Hurtado, también colombiano, es el narcotraficante que delató a Lozano. Luego de ser detenido en los Estados Unidos, declaró ante la DEA que "alias Juan Carlos está en Venezuela, específicamente en la sede del SEBIN, en Caracas".
Lo más explosivo de sus declaraciones es que el capo narco mantendría sus operaciones "con normalidad".
En sus años viviendo en Venezuela, Lozano logró entablar muchas relaciones con militares chavistas, según confió Hurtado.
El narco colombiano también es solicitado por la Justicia de Puerto Rico, por importar cientos de kilogramos de cocaína a los EEUU desde esa isla.
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