El Parlamento de Venezuela acusó al jefe de Estado, Nicolás Maduro, de anunciar la reestructuración de la deuda externa para hundir el precio de los bonos venezolanos, con el objetivo de que sean recomprados por fondos de inversión "cercanos" dispuestos a ofrecerle mejores condiciones de pago.
Así lo denunció el diputado Rafael Guzmán, en nombre de la Comisión de Finanzas de esta Cámara de mayoría opositora, que constituye el único poder no alineado con el oficialismo chavista en Venezuela.
"¿Cuál es la intención? Que se recompre esta deuda a precio de gallina flaca y después entrar en una negociación bilateral con estos fondos", afirmó Guzmán desde la sede del Parlamento, al recriminar al Gobierno haber ofrecido "información privilegiada" a estos "fondos cercanos".
El diputado opositor recordó que algunos bonos del Gobierno venezolano y de su empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) cayeron de 30 a 40 por ciento la semana pasada después de que Maduro ordenara la refinanciación de toda la deuda externa pública del país caribeño.
Según dijo Guzmán, esta circunstancia fue aprovechada por algunos fondos de inversión de Europa y Asia para hacerse con esos bonos.
"Eso lo vimos y va a seguir sucediendo en los próximos días", agregó Guzmán, que se mostró convencido de que el Gobierno quiere continuar pagando su deuda y no va a entrar en suspensión de pagos o default.
Maduro anunció el pasado jueves la intención de su Gobierno de refinanciar toda la deuda externa de Venezuela, que debe pagar importantes cantidades en vencimientos de bonos del Gobierno y PDVSA en lo que queda del año y en 2018.
PDVSA cumplió a tiempo en las dos últimas semanas con los dos pagos más grandes previstos para este año, que sumaban alrededor de 2.000 millones de dólares, evitando así un default que pondría bajo amenaza de embargo los bienes y capitales de la petrolera estatal fuera del país.
El presidente —que atribuye a una supuesta persecución de "la banca de inversión occidental" y a las sanciones de los Estados Unidos las dificultades de financiación de Venezuela— ha convocado a los tenedores de bonos venezolanos a una reunión el 13 de noviembre en Caracas para renegociar el pago de la deuda.
La oposición y numerosos analistas ven improbable que los tenedores acepten una reestructuración de la deuda si el Gobierno chavista no cambia unas políticas de planificación central,que han llevado al país a la hiperinflación y la crisis económica más grave de su historia.
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