Pasaportes del Líbano y Venezuela: un pase libre para Hezbollah en América Latina

Una investigación reveló que el régimen chavista y el gobierno de Beirut están distribuyendo documentos a dirigentes y militantes del grupo terrorista proiraní que facilitan sus movimientos por el mundo

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Nicolás Maduro y su vice, Tarek el Aissami, detrás de un nuevo escándalo con pasaportes venezolanos y libaneses que brindan un salvoconducto a dirigentes de Hezbollah.
Nicolás Maduro y su vice, Tarek el Aissami, detrás de un nuevo escándalo con pasaportes venezolanos y libaneses que brindan un salvoconducto a dirigentes de Hezbollah.

El periodista libanés François Bayni publicó en su Facebook personal los resultados de una investigación en curso que fue recogida por la dirección del Consejo de Coordinación Libanés Canadiense (LCCC, por sus siglas en inglés) y otros medios prensa canadienses.

Según Bayni, varias agencias antiterroristas occidentales y árabes del Golfo trabajan en informes recibidos de parte de fuentes encubiertas en los que se afirma que el Ministerio de Relaciones Exteriores libanés expidió gran cantidad de pasaportes diplomáticos a miembros y afiliados del grupo terrorista Hezbollah.

La investigación está siendo llevada por agencias de inteligencia de tres países de los más importantes de Europa occidental y se extiende hasta Latinoamérica, donde una vez más emerge la complicidad de la dictadura militar del presidente venezolano Nicolás Maduro e involucra también a su vicepresidente, Tarek el Aissami.

Bayni escribió que unidades antiterroristas están analizando los antecedentes de varias personas cercanas a Hezbollah tanto en Venezuela como en otros países de la región. Se estima que más de 15.000 pasaportes han sido emitidos por orden del vicepresidente Tarek El Aissami a grupos y personas proiraníes para promover actividades criminales contra varios países occidentales e incluso árabes de confesión sunita.

Según Bayni, existe una alta probabilidad de que actividades terroristas se manifiesten en Latinoamérica, algo que fue denunciado recientemente por autoridades colombianas e incluso que conforma una alerta prioritaria de la seguridad nacional estadounidense: considera que un golpe de gran magnitud podría ocurrir dentro mismo de los Estados Unidos a través de individuos detectados en México con pasaportes venezolanos pero nacidos en el Valle del Bekaa, en el Líbano.

Según media docena de militares venezolanos de alto rango exiliados en los Estados Unidos y Alemania, la expedición de los pasaportes es reciente y no tiene que ver con la antigua investigación que se llevó adelante años atrás cuando el fallecido presidente Chávez estaba en el poder. Según las fuentes —que solicitaron anonimato—, toda emisión desde septiembre de 2016 hasta la fecha requirió de la aprobación del presidente Nicolás Maduro y del vicepresidente El Aissami.

El jefe de Hezbollah, Hassan Nasrhallah
El jefe de Hezbollah, Hassan Nasrhallah

La investigación tiene dos ramas principales, una que se origina en el Líbano y la otra. en Venezuela. Para las agencias de seguridad, ambas líneas convergen y generan profunda preocupación por el reciente estrechamiento de las relaciones entre Venezuela y Hezbollah desde que el grupo chiita profundizó sus operaciones en la guerra civil siria apoyando al régimen de Bashar al Assad, pero fundamentalmente desde que logró colocar en la presidencia del Líbano a Michel Aoun. Su yerno, Gibran Bassil, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores por presión de Hassan Nasrhallah, secretario general de Hezbollah y quien controla por completo la escena política libanesa.

El presidente Aoun y su yerno son estrechos aliados de Hezbollah y no tienen otra opción que aprobar los pasaportes que se emiten en el Líbano y otorgan inmunidad diplomática (para viajar a países como Venezuela, Nicaragua y México) cuando Hassan Nasrhallah lo solicite.

A diferencia de la investigación sobre Venezuela, en la línea antiterrorista que investiga la trilogía Aoun-Bassil-Nasrhallah, lo que se discute en los organismos de seguridad occidentales son puntos más dudosos y sospechosos sobre la cobertura diplomática a la que Hezbollah y el régimen iraní recurren en la mayoría de sus actividades criminales internacionales, sea a través de embajadas propias o de organismos diplomáticos de países amigos.

Michel Aoun, presidente del Líbano (AFP)
Michel Aoun, presidente del Líbano (AFP)

En la actualidad, el Líbano debe nombrar a más de 40 nuevos embajadores para ocupar puestos vacantes. La nominación de estos posibles funcionarios diplomáticos está siendo manejada por una triangulación de forma secreta entre el presidente Aoun; su yerno, el ministro Bassil y Hezbollah a través de Nasrhallah. Michel Aoun habría reservado para hombres de su movimiento político las embajadas en París y Washington. Sin embargo, los candidatos para cubrir estos cargos están obligados a ser fieles al Hezbollah de Nasrhallah, asegura Bayni en su informe.

El resto de las embajadas vacantes y los recambios se dividirán entre los candidatos leales a Hezbollah, uno de ellos es el presidente de la Cámara de Representantes Nabih Berri, líder del grupo político Amal ("Esperanza" en lengua árabe) de confesión chiita al igual que Nasrhallah, y también entre otros partidos políticos libaneses favorables a Siria e Irán. Esa metodología para elegir a los candidatos se llevará a cabo especialmente para los destinos diplomáticos de países de América Latina.

En resumen, según indica Bayni, Hezbollah ha intervenido para controlar plenamente las delegaciones diplomáticas libanesas en los países occidentales y árabes. Desde su accionar, "Hezbollah ha secuestrado por completo la política libanesa y, además, ahora está reflotando sus lazos con la base latinoamericana que apoya a Nasrhallah en Venezuela", agregó François Bayni.

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