En 'Will Trent', Ramón Rodríguez dispara y anota puntos

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NUEVA YORK - "Mi primer clavada fue en esa canasta", recordó el actor Ramón Rodríguez. Aquella mañana de mayo, con una ligera llovizna, Rodríguez recorría antiguos lugares del East Village, donde creció. Empezó por las canchas de baloncesto de Tompkins Square Park.

"El aro estaba un poco inclinado hacia abajo", admitió, señalando la canasta. "Pero fue un gran logro".

Con casi 1,80 m de estatura, Rodríguez, de 45 años, es bastante alto para ser actor, aunque es bajo para ser jugador de baloncesto. Aun así, no cejó en su empeño, y esa tenacidad le ha servido en Hollywood, donde pasó años viendo cómo los grandes tiros se estrellaban contra el aro.

"¿Cuántas veces me dijeron que no y me echaron de un equipo?", recordó. "Pues, incontables. El rechazo, siempre me impulsó".

Lo impulsó hasta 2022, cuando le ofrecieron el protagónico en "Will Trent", un procedimental de ABC sobre un investigador elegante y con traumas, dueño de un perro chihuahua. La serie está basada en los libros de Karin Slaughter. En esos libros se describe a Will como alto, rubio y larguirucho. Así que Rodríguez no era una elección obvia. Pero a pesar de su escepticismo, ya antes se había ilusionado con series de la cadena que no habían llegado a nada, firmó. "Will Trent" se renovó una segunda temporada.

"Yo me decía, vaya, eso no me pasa a mí", dijo. Pero ocurrió. Siguió una tercera temporada, que terminó en mayo con un final que nos deja esperando (dos personajes podrían no sobrevivir) y que podemos pensar que se resolverá cuando la serie vuelva en enero.

En el parque, Rodríguez, quien ahora vive en el sur de California, recorrió sus antiguas canchas. Los tableros eran nuevos. La pintura del concreto era reciente. Pero el viejo sentimiento permanecía. "Esta era mi vida", dijo, cambiando los alardes por la nostalgia.

Ahora tiene una nueva vida. Aunque ha recibido relativamente pocos elogios de la crítica, "Will Trent" tiene unos índices de audiencia sólidos. Según Nielsen, los episodios, que también se emiten en Hulu y Disney+, tuvieron un promedio de 11,6 millones de espectadores en varias plataformas en la temporada 2024-2025 que acaba de terminar, lo que sitúa a "Will Trent" entre los 20 programas más vistos de la televisión.

El programa le ha dado a Rodríguez, que recientemente apareció junto a Viola Davis en la película de suspenso de Amazon "G20", un gran impulso en su carrera. Puede que ya no necesite que el aro de la canasta esté inclinado hacia abajo.

Rodríguez, cuyos padres nacieron en Puerto Rico, fue criado por su madre no lejos del parque. Compartía un apartamento de una habitación y un baño con ella y sus tres hermanas mayores. "Mucho amor, poco espacio", dijo. Las canchas de baloncesto, al igual que la cercana biblioteca y el Club de Niños, eran un refugio aceptable.

"Si estaba en el parque, mi madre sabía que estaba relativamente bien", dijo.

El baloncesto se convirtió en una obsesión. Iba a practicar tiros a todas horas. Dormía con una pelota de baloncesto. Sus amigos le decían que sabían que venía caminando por la calle cuando oían el sonido de la pelota al rebotar. Le ofrecieron una beca deportiva en un internado a orillas del lago Míchigan. Para un chico citadino, fue un intenso choque cultural. "A decir verdad, fue aterrador", relató. (Mientras hablaba, esquivó un pájaro muerto y sin cabeza. "Esa paloma tuvo una noche difícil", dijo, imperturbable). Cuando Rodríguez se preparaba para graduarse, hizo un video en VHS con sus mejores jugadas que acabó convenciendo a la Universidad de Wheeling, una pequeña universidad de Virginia Occidental, de aceptarlo. Estuvo allí dos años, se fue después del despido de su entrenador, luego volvió a la ciudad y se inscribió en la Universidad de Nueva York, en el programa de gestión deportiva y estudios de ocio.

Su carrera como jugador había terminado, pero seguía siendo un genio para el baloncesto. En 2001, un amigo lo llamó y lo convenció para que acudiera a un evento de Nike en el que regalarían tenis. En el evento, sus habilidades convencieron a los empleados de Nike de incluirlo en un comercial. Se sumaron más comerciales, así como otros que no tenían que ver con los zapatos deportivos, luego algunos papeles de actor invitado.

Entonces llevaba trenzas pegadas al cuero cabelludo, y la mayoría de sus primeros papeles eran variaciones del traficante de drogas o el pandillero. Algunas variaciones tenían matices, como su papel recurrente en "The Wire" como novio del asaltante Omar (Michael K. Williams). Sin embargo, era difícil no sentirse estereotipado.

"Literalmente, hice un programa llamado 'Gang Related'", dijo. Un drama criminal de la cadena Fox, que no duró mucho.

Rodríguez señaló un edificio de apartamentos de lujo en el antiguo emplazamiento de la iglesia de María Auxiliadora, donde fue a la escuela primaria. No le gusta mucho la gentrificación del barrio, pero le gusta recordarse a sí mismo que Nueva York siempre ha estado en transformación. Otros recordatorios son más gráficos: unos días antes, paseando por Brooklyn, Rodríguez se había cruzado con agentes de policía que sacaban un cadáver del río Este.

"Pensé, esta sigue siendo Nueva York", dijo.

En 2021, encontró el papel de sus sueños, un político nuyorriqueño, en un piloto basado en la novela de Xóchitl González "Olga muere soñando". Se lo propuso a Hulu, que acabó por rechazar el proyecto, pero como premio de consolación un ejecutivo le mencionó otro proyecto, "Will Trent" en ABC, la filial corporativa de la cadena.

Al principio, Rodríguez no estaba convencido, pues le preocupaba que un procedimental resultara demasiado formulista. Pero los directores de la serie, Liz Heldens y Daniel T. Thomsen, lo convencieron de que Will era más profundo que el típico solucionador de crímenes televisivo. Will, quien creció en hogares temporales y sobrevivió abusos físicos , tiene una marcada dislexia y puede que sea neurodivergente. Claro está que también es un investigador superdotado capaz de ver patrones que otros pasan por alto.

Rodríguez también era consciente de que los protagonistas latinos son escasos en la televisión. "Es triste, pero cierto", dijo.

Al principio, Rodríguez como Will, un personaje que no fue escrito para un latino, parecía el mejor ejemplo de casting daltónico. Pero era algo más. A medida que avanzaba la serie, Will empezó a explorar su identidad. Se enteró de que su madre era puertorriqueña, lo que permitió que la serie viajara a la isla, un momento en el que Rodríguez pudo cerrar el círculo, pues iba allá con frecuencia.

"Poder ir allí con la serie de la que soy protagonista y productor ejecutivo, fue increíble", dijo.

Estaba de pie en el deportivo Y de la calle 14, donde aprendió a nadar y, de adolescente, trabajó como encargado de gimnasio. "Me encanta este lugar", dijo. "Es como mi templo".

Después de registrarse en el mostrador, se dirigió a las canchas de baloncesto, donde se encontró con un viejo amigo, un asiduo de la Y que ahora rondaba los 80 años. Encestaron unas cuantas canastas y expresaron sus esperanzas de que los Knicks de Nueva York ganaran los playoffs (lo cual ocurriría la noche siguiente, con Rodríguez entre el público).

Rodríguez lanzó el balón y luego lo recuperó, lo lanzó y lo recuperó de nuevo. Tiró tres veces y tres veces encestó. Se necesitaron años de práctica, miles de horas para que esos tiros parecieran fáciles, lo que también es cierto sobre su actual éxito profesional. Está orgulloso de su propia historia, de los lugares y las personas que lo hicieron quien es. En "Will Trent", y después, espera contar más historias, sobre todo historias sobre latinos.

"Hay historias por contar", dijo. "Tanta gente está luchando por hacer la diferencia. Pero aún queda mucho por hacer".

Ramón Rodríguez en el Tompkins Square Park de Nueva York, 14 de mayo de 2025. (Scott Rossi/The New York Times)

Ramón Rodríguez en Casa Adela en Nueva York, el 14 de mayo de 2025. (Scott Rossi/The New York Times)