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Una comisión de la verdad de Corea del Sur concluyó que hubo falsificación de documentos de los niños y envío de bebés "como equipaje" para obtener ganancias, entre otras faltas.
Corea del Sur admitió el miércoles por primera vez que, en su apuro por enviar niños a hogares estadounidenses y europeos hace décadas, sus agencias de adopción cometieron malas prácticas generalizadas, incluida la falsificación de documentos, para hacerlos más adoptables.
Las conclusiones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Corea del Sur, un organismo gubernamental, decían que hace décadas se enviaba a los niños "como equipaje" para obtener ganancias, y supusieron una victoria ganada con esfuerzo para las personas surcoreanas adoptadas en el extranjero. Muchas han regresado a su país de nacimiento en los últimos años, haciendo campaña incansablemente para que Corea del Sur acepte uno de los legados más vergonzosos de su historia moderna.
Las agencias de adopción falsificaron documentos para presentar a los bebés como huérfanos cuando tenían padres conocidos, reconoció la comisión. Cuando algunos bebés morían antes de ser enviados al extranjero, se enviaban otros con sus nombres. Los directores de cuatro agencias privadas de adopción recibieron el poder de convertirse en tutores legales de los niños, cediéndolos para su adopción en el extranjero.
El informe de la comisión fue la primera admisión oficial por parte del gobierno de problemas con las prácticas de adopción del país, incluida la falta de supervisión, a pesar de que esas malas prácticas ya se habían hecho públicas en el pasado. El organismo recomendó que el Estado pidiera disculpas por violar los derechos de las personas surcoreanas adoptadas.
Corea del Sur es la fuente de la mayor diáspora de adoptados internacionales del mundo, con unos 200.000 niños surcoreanos enviados al extranjero desde el final de la guerra de Corea en 1953, principalmente a Estados Unidos y Europa.
En sus precarias décadas de la posguerra, Corea del Sur promovió las adopciones en el extranjero para encontrar hogares a niños huérfanos, abandonados o discapacitados en el extranjero, en lugar de crear un sistema de bienestar para ellos en el país. El gobierno dejó en manos de las agencias de adopción la tarea de encontrar y enviar niños al extranjero a cambio de pagos de las familias adoptivas.
"Surgieron numerosas deficiencias legales y políticas", dijo Sun-young Park, presidenta de la comisión. "Estas violaciones nunca deberían haberse producido".
Los hallazgos tienen repercusiones más allá de Corea del Sur, ya que varios países que recibieron a los niños --entre ellos Noruega y Dinamarca-- han abierto investigaciones sobre sus adopciones internacionales. Estados Unidos, que ha recibido más niños de Corea del Sur que ningún otro país, no lo ha hecho.
"Este es un momento por el que hemos luchado: la decisión de la comisión reconoce lo que los adoptados hemos sabido durante tanto tiempo: que el engaño, el fraude y los problemas del proceso de adopción coreano no pueden permanecer ocultos", dijo Peter Moller, un adoptado surcoreano de Dinamarca que dirigió una campaña internacional para que la comisión iniciara una investigación
La comisión identificó muchos casos en los que las identidades y la información familiar de los niños se "perdieron, falsificaron o fabricaron" y en los que se enviaron niños al extranjero sin consentimiento legal.
Citó el caso de una niña a la que solo identificó por su apellido, Chang, nacida en Seúl en 1974. Su agencia de adopción en Seúl conocía la identidad de su madre. Pero en los documentos que envió a su familia adoptiva en Dinamarca, la agencia dijo que la niña procedía de un orfanato.
Esa agencia, Korea Social Service, cobró en 1988 una tarifa de adopción de 1500 dólares, así como una donación de 400 dólares, por cada niño a las familias adoptivas, dijo la comisión. (El ingreso per cápita de Corea del Sur ese año era de 4571 dólares). Algunos de estos fondos se utilizaron a su vez para conseguir más niños, convirtiendo las adopciones internacionales en "una industria con fines de lucro", dijo la comisión.
La exportación de bebés de Corea del Sur alcanzó su punto álgido en la década de 1980, y hasta 8837 niños fueron enviados al extranjero en 1985. Los niños eran "enviados al extranjero como equipaje", dijo la comisión, presentando una foto que mostraba filas de bebés y niños pequeños asegurados en asientos de avión.
"Aunque esto no es nuevo para nosotros, los adoptados, es una victoria significativa en el sentido de que por fin se nos reconoce lo que nos ha sucedido a lo largo de los años", dijo Anja Pedersen, que fue enviada a Dinamarca en 1976 con el nombre de otra niña, que había muerto mientras esperaba ser adoptada.
La Comisión de la Verdad no está facultada para procesar a ninguna de las agencias de adopción, pero el gobierno está obligado por ley a seguir sus recomendaciones.
Las agencias de adopción no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Desde que la comisión inició su investigación a finales de 2022, unos 367 adoptados en el extranjero le han pedido que investigue sus casos, la mayoría de Dinamarca. El miércoles, la comisión reconoció a 56 de ellos como víctimas de violaciones de derechos humanos. Seguía investigando los demás casos.
Mia Lee Sorensen, adoptada surcoreana que fue enviada a Dinamarca en 1987, dijo que las conclusiones de la comisión le proporcionaban la "validación" que había estado buscando. Cuando encontró a sus padres biológicos en Corea del Sur en 2022, no podían creer que estuviera viva. Le dijeron que su madre se había desmayado durante el parto y que, cuando despertó, en la clínica le dijeron que el bebé había muerto.
Aquellos cuyos casos no fueron reconocidos el miércoles entre las víctimas expresaron su esperanza de que la comisión se ampliara para llevar a cabo más investigaciones.
Mary Bowers, quien fue adoptada por una familia de Colorado en 1982, seguía esperando respuestas a muchas contradicciones en sus documentos de adopción.
"Esto es solo el principio", dijo Bowers.
Choe Sang-Hun es el jefe de la corresponsalía del Times en Seúl. Cubre noticias de Corea del Norte y del Sur. Más de Choe Sang-Hun
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