El papa Francisco reaparece en público tras semanas en el hospital

Reportajes Especiales - News

Guardar

PopesTherapy and RehabilitationRoman Catholic ChurchGemelli Hospital (Rome, Italy)FrancisVatican CityRome (Italy)

Desde un balcón, Francisco saludó a cientos de personas que esperaban fuera del hospital donde había sido tratado por problemas respiratorios.

El papa Francisco, con un aspecto frágil y una respiración entrecortada que le dificultaba el habla, hizo el domingo su primera aparición en más de seis semanas, asomándose brevemente al balcón de un hospital de Roma para saludar a cientos de personas congregadas en la plaza de enfrente.

"Gracias a todos", dijo con un hilo de voz. Más tarde, el papa salió del hospital para hacer una corta parada en la Basílica de Santa María la Mayor, que alberga un icono de la Virgen María de quien es devoto, antes de dirigirse a la casa de huéspedes del Vaticano donde vive.

"Veo a una señora con flores amarillas", dijo Francisco durante su aparición en el balcón del segundo piso, después de que lo sacaran en silla de ruedas. "Es buena", dijo, haciéndole un cumplido. Luego se quedó sentado y saludó con ambas manos mientras la gente lo aclamaba y agitaba banderas.

Pero tras más de un mes fuera de la escena pública, Francisco salió profundamente cambiado y con aspecto desmejorado, subrayando lo que será una larga recuperación y una nueva etapa para él y para la Iglesia. En el balcón se hizo evidente que, por ahora, el Francisco de antaño, quien hablaba de improviso y hacía de la cercanía física a los fieles una característica distintiva de su pontificado, se había transformado.

La voz del papa era fina y áspera, lo que era de esperar en un paciente que había sufrido graves daños en los pulmones y los músculos respiratorios, como explicaron sus médicos en una rueda de prensa el sábado.

Su aparición el domingo fue recibida con vítores de "papa Francisco" por parte de los fieles que se encontraban fuera del hospital. "¡Larga vida al papa!", gritó alguien.

El papa hizo la señal de la cruz en señal de bendición y, a continuación, los llevaron en su silla de ruedas al interior del hospital.

"Parece muy débil, y por las noticias sabemos que aún le quedan dos meses para recuperarse por completo, pero aunque sea así, vemos esperanza en esto", dijo Patricia Olivera, una profesora portuguesa que estaba entre la multitud. "Este papa es nuestra esperanza", dijo, para ayudarnos a "superar algunas cosas que están ocurriendo en nuestro mundo y que son muy espantosas".

Hace solo unas semanas, existía una gran preocupación por la posibilidad de que Francisco no se recuperara de un ataque de neumonía que había sufrido en ambos pulmones y de otras infecciones respiratorias. Sus médicos dijeron el sábado que la neumonía del papa había sido tan grave que había puesto su vida en peligro crítico en dos ocasiones.

Pero recibió tratamiento farmacológico y oxígeno que le produjeron una "mejoría lenta y progresiva", permitiéndole superar los episodios más críticos, dijo Sergio Alfieri, jefe del equipo médico que cuida del papa.

Como en las últimas seis semanas, Francisco no impartió la tradicional bendición dominical del Ángelus que suele dar desde el Palacio Apostólico que mira a la Plaza de San Pedro.

En el mensaje del Ángelus, que el Vaticano publicó en Internet, Francisco dijo estar "entristecido por la reanudación de los intensos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, que han causado numerosos muertos y heridos", y pidió el cese inmediato de los combates y la reanudación del diálogo. También pidió la paz en la "atormentada Ucrania", así como en Birmania, Sudán y la República Democrática del Congo.

Priscilla Wangarri, una monja franciscana de Kenia que se encontraba fuera del hospital, expresó su alegría por la recuperación de Francisco. Dijo que había estado asistiendo a rosarios nocturnos en la Plaza de San Pedro para rezar por su salud. "Lo queremos porque la Iglesia lo necesita, tiene que pastorear a su pueblo", añadió.

Tras abandonar el hospital, Francisco se dirigió a la Casa Santa Marta, la casa de huéspedes donde vive, para convalecer durante otros dos meses. Sus médicos dijeron el sábado que debería evitar esfuerzos innecesarios y reuniones con grupos grandes o personas con niños pequeños, para minimizar la posibilidad de nuevas infecciones.

Luigi Carbone, médico de Francisco en el Vaticano, dijo que la residencia del papa estaba suficientemente equipada para atender sus necesidades médicas.

El papa ingresó en el hospital el 14 de febrero con una insuficiencia respiratoria aguda debida a infecciones virales y bacterianas.

Francisco permaneció en estado crítico durante varias semanas, pues sufrió una crisis respiratoria asmática, una insuficiencia renal inicial leve y un espasmo bronquial que le hizo inhalar su vómito tras un ataque de tos. Utilizaba ventilación mecánica no invasiva durante la noche y oxigenoterapia de alto flujo durante el día.

Los médicos insistieron en que Francisco, quien antes de su enfermedad había mantenido un horario agotador, necesitaba tomárselo con calma durante al menos dos meses.

"La convalecencia es por definición una fase de recuperación, por lo que es evidente que en el periodo de convalecencia no podrá llevar a cabo su actividad diaria de reunirse con la gente como estaba acostumbrado", dijo Carbone.

Carlos Aguirre, un obrero de construcción de Colorado Springs que acudió al hospital como parte de un grupo de peregrinos católicos de Estados Unidos, dijo que se alegraba de ver que Francisco se está recuperando. "Es la voluntad de Dios. Si está saliendo, significa que Dios sigue teniendo un plan para él", dijo.

Elisabetta Povoledo es una reportera radicada en Roma que cubre Italia, el Vaticano y la cultura de la región. Es periodista desde hace 35 años. Más de Elisabetta Povoledo