Trump impulsa que las personas abiertamente trans queden fuera del ejército

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También ordenó al Pentágono cancelar los programas de diversidad, reincorporar a miembros del servicio despedidos por negarse a recibir la vacuna contra la covid y crear un nuevo sistema de defensa antimisiles.

El presidente Donald Trump avanzó el lunes para que se expulse del ejército a las personas abiertamente transgénero, ordenó al Pentágono que pusiera fin a los programas de diversidad y dispuso la reincorporación de muchos miembros del servicio despedidos por negarse a recibir la vacuna contra la covid, en su intento de reformar las fuerzas armadas estadounidenses.

Las directrices, contenidas en una serie de órdenes ejecutivas, impulsaron lo que Trump y su nuevo secretario de Defensa, Pete Hegseth, han descrito como un esfuerzo por hacer que el ejército vuelva a ser una cultura profesional masculina que no pide disculpas por serlo, rechazando al mismo tiempo el tipo de prácticas equitativas de contratación y dotación de personal que Hegseth ha culpado de disminuir el nivel y la capacidad de combate del ejército.

En algunos aspectos, las órdenes del lunes imitaban otras firmadas por Trump la semana pasada, destinadas a eliminar los programas de diversidad, equidad e inclusión en todo el gobierno federal y a limitar el reconocimiento gubernamental del género de una persona a su sexo de nacimiento.

Pero las nuevas directrices relacionadas con el género fueron mucho más lejos al autorizar al Departamento de Defensa a potencialmente excluir a los soldados transgénero, al considerar que identificarse con un género distinto del asignado al nacer es un impedimento para el bienestar físico y mental necesario para el servicio militar.

"En consonancia con la misión militar y la antigua política del Departamento de Defensa, expresar una 'identidad de género' falsa, divergente del sexo de un individuo, no puede satisfacer los rigurosos estándares necesarios para el servicio militar", decía la orden. "Más allá de las intervenciones médicas hormonales y quirúrgicas implicadas, la adopción de una identidad de género que no concuerda con el sexo de un individuo entra en conflicto con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado, incluso en su vida personal".

"La afirmación de un hombre de que es una mujer, y su exigencia de que los demás honren esta falsedad, no es coherente con la humildad y la abnegación que se requieren de un miembro del servicio", añadió la orden.

Aunque la orden no excluía inmediatamente a ninguna persona del servicio militar, concedía al Pentágono 60 días para actualizar su política sobre normas médicas y 30 días para presentar directrices corregidas sobre cómo implementar la visión de la orden.

En órdenes separadas, Trump también pidió al Pentágono que diera marcha atrás en las políticas de diversidad, equidad e inclusión, y que ofreciera a muchos de los 8000 miembros del servicio dados de baja del ejército por el mandato de las vacunas el pago de sus salarios atrasados.

Las tres medidas del presidente se produjeron mientras Hegseth, tras su confirmación el sábado, se comprometía a presidir cambios más profundos, incluida la reorientación del ejército hacia un papel más amplio en la aplicación de las políticas de inmigración y las campañas de deportación de Trump.

"Se proporcionará todo lo que se necesite en la frontera", dijo Hegseth a los periodistas tras llegar el lunes al Pentágono para su primer día completo en el cargo. "Esto es un cambio. No es la forma en la que se han hecho las cosas en el pasado".

Trump también firmó el lunes una cuarta orden que ponía en marcha planes para desarrollar un sistema de defensa antimisiles de nueva generación que la orden comparaba con el sistema Cúpula de Hierro israelí, la capacidad de defensa aérea que intercepta cohetes y misiles disparados con frecuencia contra el espacio aéreo de Israel.

En declaraciones públicas el lunes, tanto Trump como Hegseth elogiaron el nuevo sistema como una ampliación significativa de las capacidades de defensa de Estados Unidos, que probablemente se encontraría entre las más sofisticadas del mundo dada la zona geográfica que abarcaría.

Según la orden, titulada "La Cúpula de Hierro para Estados Unidos", el nuevo sistema se concibió como la finalización de una visión que persiguió por primera vez por el expresidente Ronald Reagan, cuyo sistema de defensa antimisiles Iniciativa de Defensa Estratégica, apodado "Guerra de las Galaxias", implicaba objetivos demasiado ambiciosos y nunca llegó a completarse.

El sistema propuesto estaría diseñado para proteger contra una variedad de misiles balísticos, hipersónicos y de crucero, que han sido desplegados con éxito por adversarios como Rusia y que la Casa Blanca describió como "la amenaza más catastrófica a la que se enfrenta Estados Unidos".

La orden concedía al Pentágono 60 días para presentar los detalles del plan, que incluía acelerar el desarrollo de misiles hipersónicos estadounidenses e "interceptores espaciales".

Zach Montague es un reportero del Times que cubre el Departamento de Educación de EE. UU., la Casa Blanca y los tribunales federales. Más de Zach Montague