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En una conferencia de prensa en su residencia de Florida, Mar-a-Lago, el presidente electo expresó una mezcla de agravios, quejas y afirmaciones falsas.
El presidente electo Donald Trump dijo el martes que no descartaría el uso de la coerción militar o económica para obligar a Panamá a que renuncie a controlar el canal que Estados Unidos construyó hace más de un siglo y para obligar a Dinamarca a vender Groenlandia a Estados Unidos.
En una incoherente conferencia de prensa de una hora de duración, Trump también reiteró su amenaza de que "se va a desatar el infierno en Medio Oriente" si no se libera a los rehenes en manos de Hamás antes del día de su toma de posesión, y repitió la amenaza cuatro veces.
"Si no están de vuelta cuando yo asuma el cargo, se va a desatar el infierno en Medio Oriente", dijo a los periodistas. "Y no será bueno para Hamás ni, francamente, para nadie. Se desatará el infierno. No tengo que decir más, pero así son las cosas".
Trump no dio más detalles durante la conferencia de prensa, en la que expresó un revoltijo de agravios, quejas y afirmaciones falsas, desde la retirada de Afganistán en 2021 hasta las perforaciones en alta mar, pasando por las causas penales abiertas contra él y la magnitud de su victoria electoral.
Se rehusó a descartar el uso de la fuerza militar para recuperar el canal de Panamá, que fue devuelto a ese país por tratado a finales de la década de 1990, y para controlar Groenlandia, que Trump dijo que era necesaria para la seguridad nacional de Estados Unidos.
He refused to rule out using military force to retake the Panama Canal, which was given back to Panama by treaty in the late 1990s, and Greenland, which Mr. Trump said was necessary for the national security of the United States.
"Puede que haya que hacer algo", dijo.
El deseo de Trump de ampliar la huella estadounidense está totalmente en consonancia con su mentalidad de hacer todo lo que controla lo más grande posible, una actitud que se remonta a su serie de adquisiciones de finales de la década de 1980. En los últimos días, Trump ha hablado repetidamente de comprar Groenlandia y hacerse con el canal de Panamá.
No estaba claro hasta qué punto el presidente electo hablaba en serio sobre algunos de sus comentarios durante la rueda de prensa. En un momento, insinuó que su gobierno renombraría el golfo de México como "golfo de América", refiriéndose a Estados Unidos.
La conferencia de prensa fue un momento de regreso al futuro para Trump, quien solía utilizar apariciones similares cuando era presidente para hacerse con el control de la narrativa pública con ataques a sus adversarios y afirmaciones grandilocuentes y a menudo falsas sobre sus logros.
En una comparecencia ante los periodistas que se había descrito como para dar a conocer un anuncio de desarrollo económico, Trump arremetió contra el presidente Joe Biden por prohibir las perforaciones petrolíferas en algunas aguas, dijo que el fiscal especial que lo investigó está "trastornado" y arremetió contra el juez de Nueva York que supervisa una causa penal contra él.
"Es un grupo de gente enferma, y todo fue para influir en las elecciones", dijo Trump. "Todo fue una lucha contra su oponente político. Nunca hemos tenido eso en este país. Lo hemos tenido en algunos países. Lo hemos tenido en países de tercer nivel".
Antes de responder a las preguntas, Trump habló durante más de media hora sin enfocarse en un solo tema. Despotricó contra el interés de Biden por los coches eléctricos, diciendo: "No sé qué pasa con los eléctricos. A este tipo le encanta lo eléctrico". Y se quejó de los cabezales de ducha con caudal de agua restringido.
"Se llama lluvia, baja del cielo. Y quieren hacer, no sale agua de la ducha", dijo. "Es goteo, goteo, goteo. Así que lo que pasa es que estás en la ducha 10 veces más tiempo, ya sabes. No sale agua del grifo".
También volvió a uno de sus blancos favoritos: su odio a los molinos de viento.
"Los molinos de viento vuelven locas a las ballenas", dijo.
El presidente electo habló largo y tendido sobre política exterior, criticando la gestión de Biden de la guerra en Ucrania, la retirada de Afganistán y el conflicto en Israel. También repitió su amenaza de no proteger a los aliados de la OTAN, parte fundacional del pacto, si no aumentaban la cantidad de dinero que destinan a la defensa de sus propios países.
En un momento dado, pareció confirmar una noticia reciente del Financial Times que sugería que Trump quiere que los países de la OTAN se comprometan a gastar hasta el 5 por ciento de su producción económica en defensa, un aumento significativo.
También criticó a Canadá, diciendo que el país debería ser parte de Estados Unidos debido al apoyo económico que Estados Unidos le presta. Dijo que no utilizaría el poder militar para conseguirlo, pero afirmó que utilizaría el poder económico para presionar al vecino estadounidense.
"¿Por qué estamos apoyando a un país, más de 200 millones al año?", dijo a los periodistas. "Nuestro ejército está a su disposición, todas estas otras cosas. Deberían ser un estado. Eso es lo que le dije a Trudeau cuando vino".
Trump amenazó con utilizar la "fuerza económica" para unir a Canadá y Estados Unidos, dando a entender que Estados Unidos reduciría sus compras de productos canadienses.
También dijo que "impondría aranceles muy elevados a Dinamarca" si no cedía Groenlandia a Estados Unidos.
Durante la conferencia de prensa, se informó a Trump de que un juez federal había impedido que Jack Smith, el fiscal especial que había estado investigando sus acciones del 6 de enero y su manejo de documentos clasificados, publicara un informe sobre las investigaciones.
"Así que si no se les permite publicar el informe, entonces así debe ser", dijo. "¿Por qué debería permitírsele redactar un informe falso? Solo será un informe falso. Es una gran noticia".
Michael D. Shear es corresponsal en la Casa Blanca del Times y cubre al presidente Biden y su gobierno. Ha reportado sobre política durante más de 30 años. Más de Michael D. Shear