TelevisionVideo Recordings, Downloads and StreamingNetflix IncBajaria, BelaSquid Game (TV Program)Hwang Dong-hyukLee Jung-jae (1972- )
En Los Ángeles, 1600 personas corrieron una carrera de 4,56 kilómetros para ganar la entrada a un estreno anticipado de la serie.
En París, Netflix cerró los Campos Elíseos para que 1000 participantes pudieran poner a prueba su temple en un clásico juego infantil de Luz Roja, Luz Verde ante 20.000 espectadores.
Y en Seúl, la Plaza del Diseño de Dongdaemun se transformó en algo parecido a un concierto de K-pop, con confeti, varas luminosas y un número de baile con guardias vestidos de rosa.
Hola, mundo. El juego del calamar está de vuelta.
Cuando el mortífero y distópico programa de TV surcoreano se estrenó en septiembre de 2021, se convirtió en una sorprendente sensación mundial. Acumuló 2800 millones de espectadores en Netflix, la serie o película más vista jamás en la plataforma. Las ventas de zapatillas Vans blancas aumentaron considerablemente. Los fans diseñaron sus propios chándales. Se pusieron de moda las versiones de patio trasero de Luz Roja, Luz Verde. Netflix no estaba preparado para el frenesí.
"Todo lo que hicimos fuera de Corea fue reactivo, porque no lo sabíamos", dijo Marian Lee, directora de mercadeo de Netflix, sobre la enorme respuesta. "Ni siquiera los ejecutivos de contenidos preveían que fuera a ser un fenómeno tan global".
Parece que la única incógnita que rodea a la segunda temporada, que se estrena el jueves, es cuánta gente la verá.
El presupuesto de mercadeo de Netflix para la nueva temporada es mucho mayor que el de la primera, y ahora es del mismo tamaño que el destinado a otros éxitos mundiales de la empresa, Stranger Things y Bridgerton. Netflix también está promocionando la primera temporada en su servicio, para recordar a la gente la serie de hace tres años. También se acaba de lanzar el nuevo videojuego de El juego del calamar de la empresa, al que se puede jugar con o sin cuenta de Netflix. Puma está haciendo su propia versión del chándal de la serie, y McDonald's Australia acaba de presentar una cajita feliz de El Juego del Calamar.
"Hemos hecho una campaña muy específica para conseguir que la gente vuelva a ver la serie, porque uno recuerda: 'Oh, los juegos infantiles. La gente muere. Eso fue impactante'", añadió Lee. "También necesitamos activar al fandom, hacer que hable".
Cuando la primera temporada se convirtió en un éxito mundial, reafirmó la estrategia internacional de Netflix de contratar ejecutivos creativos locales para hacer programas para la gente de su propio país. Esto ha sido cada vez más crucial para el crecimiento del negocio.
El gigante de la emisión en continuo empezó a crear contenido local para varias regiones del mundo en 2015, con el programa Club de Cuervos en México. La primera serie que encontró audiencia fuera de su país fue el drama español de robos La casa de papel, que, en sus cinco temporadas, generó 6700 millones de horas vistas, según Netflix. Actualmente, la empresa tiene 26 oficinas locales en el extranjero, y la mayor parte de su crecimiento de abonados procede de zonas fuera de Estados Unidos.
"Esa inversión en esos países es una parte realmente importante de lo que hacemos", dijo Bela Bajaria, directora de contenidos de Netflix. "Todos ellos tienen autoridad para aprobar sus propios programas y películas".
Netflix está muy por delante de otras plataformas de emisión en continuo en cuanto a su enfoque internacional. En Asia, por ejemplo, la empresa domina a sus competidores. Max comenzó a desplegar su aplicación apenas en septiembre. Todavía no ha entrado en Corea del Sur. Amazon Prime cerró su unidad de programación del Sudeste Asiático en enero. Y Paramount+ anunció este mes un nuevo acuerdo de licencia en Corea del Sur, pero no tiene planes de crear contenido original allí.
En su lugar, muchas empresas de emisión en continuo prefieren adoptar un enfoque similar al de Disney: hacer películas y programas de televisión con un atractivo lo suficientemente amplio como para que conecten con el público de todo el mundo.
"En lo que va de año, hemos hecho dos películas que recaudaron más de 2000 millones de dólares, de hecho, las dos únicas del sector", dijo Robert A. Iger, director ejecutivo de Disney, en el más reciente reporte de ganancias de la empresa. "La taquilla que cosecharon esas películas procedió de todo el mundo".
"Y si nos fijamos en algunos de nuestros competidores, que no tienen películas de esa calidad o ese nivel de éxito, tienen que gastar más en contenido local", dijo.
El creador de El juego del calamar, Hwang Dong-hyuk, pasó más de una década imaginando la primera temporada. Nacidos de sus propias luchas económicas al principio de su carrera, los nueve episodios reflejaban la disparidad de clases en Corea del Sur y se inspiraban en la inseguridad económica mundial. Además, los juegos infantiles y la colorida iconografía que contrastaban con la brutal violencia hicieron que la serie se viera sin parar. Su éxito se convirtió en un catalizador para que el público de todo el mundo acogiera películas y programas de televisión del país natal de Hwang.
"No se puede negar el enorme impacto que tuvo la primera temporada en la industria cinematográfica y cómo ha creado un interés mundial por la política, la economía y la historia de Corea del Sur", dijo Lee Gyu Tag, profesor de estudios culturales de la Universidad George Mason de Corea.
Sin embargo, Hwang, quien ganó un Emmy en la categoría de dirección, estaba tan poco preparado para una segunda temporada como Netflix, sobre todo porque la mayoría de las series surcoreanas suelen durar solo una temporada.
"Se tardó un poco" en determinar si habría o no una segunda temporada, dijo Bajaria.
Para Hwang, puede que la pandemia haya terminado, pero la lucha mundial y la antipatía general siguen reinando, lo que permite muchas líneas argumentales fructíferas. Rodó la segunda y la tercera temporada, que es la final, una detrás de otra.
"La gente está trazando líneas, volviéndose más hostil entre sí, y los conflictos mundiales parecen profundizarse", dijo durante una conferencia de prensa en Seúl este mes. Añadió que esperaba que la serie "recordara a los espectadores lo que ocurre en nuestra sociedad y en el resto del mundo".
De hecho, la segunda temporada, de siete episodios, vuelve a reunir al público con el ganador de El juego del calamar, Seong Gi-hun, interpretado por Lee Jung-jae (también ganador de un Emmy), quien se llevó a casa 45.600 millones de wones (31,5 millones de dólares) y toda una vida de culpa por haber sobrevivido mientras todos los demás concursantes de la temporada anterior morían. Vuelve a la arena para intentar detener los juegos para siempre. En su lugar, se encuentra con una nueva cohorte de concursantes, cada uno de ellos desesperado por ganar el premio en metálico. Esta vez, los jugadores se dividen en dos grupos dinámicos: los X, que quieren que se detenga el juego mortal, y los O, que están dispuestos a arriesgar sus vidas para que continúe.
En una entrevista, Hwang dijo que la división O/X era indicativa de un mundo que se había vuelto "más polarizado" que nunca.
"En EE.UU. podría ser la raza. En Corea del Sur, es el género. En Medio Oriente, podría ser la religión", dijo. "No hay voluntad de abrazar a la otra parte, y las personas se están enemistando entre ellas".
Para Netflix, la cuestión es si la segunda temporada eclipsará a la primera como el programa de Netflix más visto de la historia. Lee cree que puede ocurrir. Bajaria es menos optimista.
"Es muy difícil superar ser el programa más popular del mundo, así que diría que es un listón muy alto", dijo Bajaria. "Pero creo que tiene todos los ingredientes de un programa de gran éxito".
Para Hwang, la segunda temporada y la temporada final, que se estrenará en algún momento de 2025, representan todo lo que tiene que dar.
"Perdí seis o siete dientes haciendo la primera temporada, pero probablemente he perdido entre seis y siete años de mi vida haciendo las temporadas 2 y 3 de El juego del calamar", dijo. "He puesto mi mente, mi cuerpo y mi alma en hacer esto realidad".
Nicole Sperling cubre Hollywood y la industria de las plataformas de emisión en continuo. Ha sido reportera durante más de dos décadas. Más de Nicole Sperling
Jin Yu Young informa desde Seúl sobre Corea del Sur, la región Asia-Pacífico y las últimas noticias mundiales. Más de Jin Yu Young