Kylie Kelce no quiere hablar sobre ganarle a Joe Rogan

The New York Times: Edición Español

Guardar

Kelce, Kylie (1992- )Not Gonna Lie With Kylie Kelce (Radio Program)Content Type: Personal ProfilePodcastsKelce, JasonKelce, TravisRogan, JoeNew Heights (Radio Program)The Joe Rogan Experience (Radio Program)

Cuando un pódcast presentado por Kylie Kelce, una entrenadora de hockey sobre césped de escuela secundaria de 32 años, desbancó este mes a The Joe Rogan Experience como el programa en el puesto más alto de los ránkings en Estados Unidos, se produjeron fuertes reacciones.

Hubo ira y rechazo, incluso por parte de los oyentes más entregados a Rogan. Hubo admiración y regocijo, tanto por parte de los fans de Kelce como de los detractores de Rogan.

Pero también hubo cierta confusión: ¿Kylie Kelce quién?

"Lo cual me hace mucha gracia: no necesito que sepas quién soy", dijo Kelce en una poco común entrevista en el estudio de su casa, a las afueras de Filadelfia. De hecho, dijo, prefiere que la gente no lo sepa.

Por supuesto, algunos miembros de su familia son conocidos. Está su esposo, Jason Kelce, excentro de los Eagles de Filadelfia, futuro presentador de un programa nocturno y una de las estrellas más carismáticas del deporte estadounidense. Esperan a su cuarta hija en abril.

Y también está su cuñado, Travis Kelce, el ala cerrada de los Jefes de Kansas City quien ha estado saliendo con la mayor estrella del pop del mundo. Los hermanos tienen su propio pódcast de video exitoso, New Heights, del que Wondery, de Amazon, compró los derechos de distribución y venta de publicidad en agosto por más de 100 millones de dólares.

Pero hasta ahora, Kylie Kelce ha permanecido prácticamente oculta, apareciendo solo dos veces en New Heights. (Su primera aparición, en 2023, sigue siendo el episodio más visto del programa). Para los oyentes de su nuevo programa, Not Gonna Lie With Kylie Kelce, eso forma parte de su atractivo: en un mundo en el que la gente se abre camino hacia el centro de atención, Kelce fue arrastrada a la fama, como ella misma lo describe.

Su éxito también puede reflejar los deseos cambiantes de los oyentes. Con la excepción de las historias de crímenes reales y Alex Cooper, los primeros puestos de las listas de pódcast de Spotify y Apple están dominados por comedias, noticias y programas de entrevistas conducidos por hombres. Kelce habla principalmente de "cosas de mamás", como ella dice, a menudo con palabras malsonantes. También habla de las mujeres en el deporte, como aficionadas, atletas y esposas de atletas.

"Está llegando a un público muy amplio", dijo Michaela Hammond, directora ejecutiva y cofundadora de OffBall, una empresa de medios deportivos y culturales. "A quienes le interesan los deportes, pero le interesan de un modo mucho más coloquial, como quienes conversan sobre ellos al lado del dispensador de agua en la oficina".

En la entrevista, la primera desde que se anunció el pódcast en noviembre, Kelce atribuyó la resonancia del programa a su honestidad, como su reveladora confesión de que su marido no se queda a cargo de sus hijos cuando ella tiene que salir. "Quizá sea la promesa de que no te van a mentir", dijo.

Kelce no es la primera conductora de un pódcast que supera a Rogan en las listas de éxitos. New Heights, por ejemplo, alcanzó el n.º 1 en Spotify en enero. Pero mantuvo esa posición durante dos días, y no generó titulares como el programa de Kelce.

Dos semanas después de su episodio de debut, Not Gonna Lie seguía ocupando el n.º 1 en Apple Podcasts. Tras ocupar el primer puesto en Spotify durante 10 días consecutivos, Kelce fluctúa ahora entre el primer y el segundo puesto con Rogan.

Aparte de su tendencia a la franqueza y las palabrotas, Kelce tiene poco en común con Rogan. Sus episodios no superan los 45 minutos, dijo, un gesto para "dar prioridad a los tiempos de las mujeres ocupadas". (Los episodios de Rogan suelen superar las dos o tres horas; New Heights supera la hora o los 90 minutos).

A Kelce tampoco le interesa hablar de Rogan. Evita referirse a él por su nombre. "Me importan un bledo las listas de éxitos", dijo tras llegar a su sesión de fotos con un trozo de rosquilla incrustado en la mejilla.

¿Pero los fans "provocados" del programa al que ha derrocado, aunque sea temporalmente? ¿O los locutores de radio deportivos que se han burlado de su pódcast o han expresado escepticismo sobre sus cifras? Parece disfrutar con su enfado: "Eso me recarga la energía".

"Estoy centrada en publicar contenidos que a la gente le guste consumir", añadió Kelce más tarde, sentada en un sofá manchado con los trazos de marcador de sus hijas. "Si eso nos sitúa ahí durante una semana, genial. Si nos mantiene más tiempo, genial. Pero tampoco necesito alimentar ningún conflicto que se cree por ello".

A grandes rasgos, Rogan sigue teniendo mucho más alcance. La posición en las listas de Spotify, por ejemplo, viene determinada por una combinación de oyentes únicos recientes y recuento total de seguidores. Y en lo que respecta al número total de seguidores, Rogan tiene 16,3 millones en la plataforma. Kelce tiene 172.000.

Aun así, en su primera semana, Not Gonna Lie acumuló un total de 25 millones de descargas de audio y visualizaciones en las redes sociales, según Wave Sports + Entertainment, la empresa que está detrás del programa de Kelce, lo que lo convierte en el lanzamiento más exitoso de Wave.

Wave también ayudó a crear pódcast de los jugadores de baloncesto Carmelo Anthony y Paul George -- y New Heights, que la empresa sigue produciendo, a pesar del acuerdo con Wondery. (Aunque se ha dicho que Wondery tiene primera opción de compra sobre los nuevos programas de los hermanos Kelce, ese derecho no la incluye a ella).

Con el programa de Kelce, "no tenemos un deporte al que agarrarnos", dijo Tunde St. Matthew-Daniel, vicepresidente ejecutivo de contenido original de Wave. "A lo que podemos agarrarnos es a la familiaridad".

Esa familiaridad es complicada. Kelce ha sido VIP en la Semana de la Moda de Milán y en WrestleMania, dos eventos a los que ha dicho que "no tenía nada que hacer allí". Casi todo lo que dice públicamente se convierte en un titular instantáneo, sobre todo si tiene alguna relación --real o imaginaria-- con la novia de su cuñado, Taylor Swift.

Kelce creó el pódcast en parte porque quería un espacio para "dejar las cosas claras" sobre su familia cuando fuera necesario, dijo.

Pero aún quedan fragmentos de familiaridad: una casa abiertamente desordenada, un vestuario sin pretensiones, un trabajo de entrenadora en otoño en la misma escuela secundaria pública a la que asistió, hijas a las que también piensa enviar a una escuela pública.

"Asumo que esta no va a ser siempre nuestra vida, y no quiero que se vean afectadas de algún modo que les haga pensar que esto es normal", dijo.

Si su vida hubiera sido normal durante las elecciones, se habría sentido segura compartiendo sus opiniones políticas, que resulta que se "inclinan agresivamente" hacia la izquierda, dijo.

En cambio, algunas personas especularon en internet con que su familia era "MAGA". Otros supusieron que estaba alineada con Swift, quien apoyó a la vicepresidenta Kamala Harris. Un día, una caravana de coches con banderas y carteles de Trump "pasó lentamente por delante de nuestra casa", dijo Kelce. "Para mí, eso fue como: 'sabemos dónde vives'". (Los Kelce no viven en una comunidad apartada y cerrada. Un antiguo empleado dijo que no era raro ver a desconocidos pasando muy despacio por su casa, o salir de casa y oír a un transeúnte gritar:"¡Vamos, Birds!").

Cuando se le preguntó si los políticos serían bienvenidos en Not Gonna Lie --como lo fueron en Call Her Daddy y The Joe Rogan Experience en octubre--, Kelce no dudó.

"Hablaría con Michelle Obama sin pensármelo dos veces, y sé que ella no se presenta como candidata", dijo. "Pero me encantaría que lo hiciera". También expresó su interés por entrevistar al gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, a quien dijo admirar por haber puesto productos gratuitos para el periodo menstrual en los baños de las escuelas.

Si es consciente de que la revelación de su política demócrata puede causar revuelo entre sus fans o en internet en general, a Kelce no parece importarle.

"Lo digo de la forma más respetuosa", dijo. "No me importa lo que digan los demás".

Jessica Testa cubre los medios de comunicación no tradicionales y emergentes para el Times. Más de Jessica Testa

Guardar