Russian Invasion of Ukraine (2022)Moscow (Russia)Russia
La fiscalía rusa dijo que el sospechoso, un ciudadano uzbeko de 29 años, confesó haber colocado la bomba por orden de agentes ucranianos.
Las autoridades rusas dijeron el miércoles que habían detenido a un sospechoso del asesinato de un militar de alto rango, el teniente general Igor Kirillov, un importante avance en el caso de asesinato político más destacado en el país desde el inicio de la guerra en Ucrania.
El sospechoso, un ciudadano uzbeko de 29 años cuyo nombre no se ha revelado, fue detenido en un pueblo de las afueras de Moscú, dijo una portavoz de la fiscalía rusa.
La portavoz dijo que el detenido había confesado que los servicios de inteligencia ucranianos lo habían reclutado para matar a Kirillov, de 54 años, quien estaba al mando de las fuerzas militares rusas de protección contra armas nucleares y químicas.
Un funcionario del servicio de seguridad ucraniano, conocido como SBU, dijo el martes que Ucrania había sido responsable del asesinato, que tuvo lugar el martes en el centro de Moscú. Habló de información confidencial bajo condición de anonimato.
El detenido viajó a Moscú y colocó una bomba debajo de un escúter cerca de la casa del general, dijo la portavoz de la fiscalía.
Este hombre también instaló una cámara en el interior de un coche de alquiler estacionado que transmitía los movimientos del general a agentes de inteligencia en Ucrania, añadió la portavoz. Le prometieron 100.000 dólares y un salvoconducto a Europa para llevar a cabo el complot, añadió. Un ayudante del general también murió al detonar la bomba.
"Tenemos una prueba más de que el régimen de Kiev no se detiene ante nada, incluido el terrorismo", declaró el miércoles a la prensa Dmitri S. Peskov, portavoz del Kremlin. Añadió que el presidente Vladimir Putin había dado el pésame a la familia del general.
Kirillov era el oficial ruso de más alto rango asesinado fuera del campo de batalla desde el comienzo de la guerra. Intentos de asesinato anteriores habían estado dirigidos contra propagandistas rusos y oficiales militares de menor rango.
El miércoles, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo que el país plantearía el asesinato del general Kirillov en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prevista para el viernes.
"Estamos seguros de que se encontrará y castigará a todos los organizadores y ejecutores del asesinato de Igor Kirillov, sean quienes sean y estén donde estén", dijo Zakharova.
El asesinato del general es la vergüenza más reciente de la agencia rusa de inteligencia interior, el FSB, que ha asumido mayor poder e influencia desde el inicio de la guerra en Ucrania hace casi tres años.
El FSB ha culpado a Ucrania de la mayoría de los atentados terroristas y accidentes graves ocurridos en el país desde la invasión, normalmente sin mostrar pruebas.
Los críticos han dicho que tales tácticas han permitido a las agencias de inteligencia rusas desviar la culpa de sus propios fallos a la hora de detectar amenazas internas, a menudo asociadas a grupos islamistas.
Los analistas han dicho que el FSB se ha visto sorprendido por varios atentados asociados al islamismo, incluido el atentado terrorista más mortífero en Rusia en más de una década, porque estaban excesivamente enfocados en combatir las operaciones de sabotaje y terrorismo ucranianas.
Que un funcionario de los servicios de inteligencia ucranianos admitiera que Kiev orquestó el asesinato del general sugiere que el FSB ahora ha fracasado en proteger a los dirigentes del país precisamente de una amenaza de este tipo.
Tras el asesinato, algunos comentaristas ultranacionalistas rusos acusaron a los servicios secretos del país de ineptitud.
"Los servicios secretos del enemigo actúan impunemente en el territorio de la Federación Rusa, y sobre todo en la capital y las metrópolis", escribió el martes en redes sociales Yuri Kotenok, destacado corresponsal de guerra ruso. "Esto es el caos".
La ciudadanía uzbeka del sospechoso podría tener consecuencias. Una combinación de fervor bélico nacionalista y participación de ciudadanos de países centroasiáticos en recientes atentados terroristas ha provocado un aumento de la xenofobia y un endurecimiento de las leyes de inmigración en Rusia.
La reacción contra los inmigrantes centroasiáticos, con mucho el mayor grupo de trabajadores extranjeros en Rusia, se ha producido en un momento de escasez récord de mano de obra.
A los grupos empresariales rusos les preocupa que las nuevas medidas contra los inmigrantes endurezcan aún más el mercado laboral, con efectos desestabilizadores para la economía.
Milana Mazaeva colaboró con reportería desde Estambul.
Anatoly Kurmanaev cubre Rusia y su transformación tras la invasión a Ucrania. Más de Anatoly Kurmanayev
Milana Mazaeva colaboró con reportería desde Estambul.