Jabil, una importante fabricante de componentes electrónicos para la industria tecnológica, hizo un sorprendente descubrimiento en la primavera de 2021: decenas de sus trabajadores, contratados a través de una agencia de colocación para cubrir vacantes en sus plantas de fabricación cerca de Silicon Valley, vivían ilegalmente en el país.
Jabil insistió en que fueran despedidos, acción que desencadenó un "éxodo masivo" de su plantilla e hizo necesario aplicar "medidas hercúleas" y costosas para encontrar sustitutos, incluida la organización de ferias de empleo y el préstamo de trabajadores de un cliente.
Esta agitación provocó que la empresa se retrasara tanto en los pedidos existentes como en las propuestas para conseguir nuevas ventas, con un costo de hasta 50 millones de dólares, según entrevistas y acusaciones contenidas en una demanda en curso contra la agencia de colocación.
La forma en que Jabil afrontó la repentina pérdida de trabajadores que vivían ilegalmente en el país (años antes de que Donald Trump ganara la reelección con la promesa de realizar deportaciones masivas de inmigrantes sin estatus legal permanente) presagia el posible panorama que les espera a las empresas que dependen de agencias de colocación para cubrir puestos de trabajo en fábricas, almacenes y centros de distribución.
The New York Times informó en noviembre que las empresas de personal se encontraban entre los principales empleadores de trabajadores sin estatus legal permanente y de centros de trabajo inspeccionados por infracciones de inmigración en la última década. Ahora, con la victoria de Trump, algunas empresas temen lo peor.
Toby Malara, vicepresidente de relaciones gubernamentales del grupo comercial American Staffing Association, dijo en una entrevista que la "comunidad empresarial en general" ha instado al gobierno de Trump entrante a "no proceder con las deportaciones masivas".
En un pódcast dirigido a la industria de personal, señaló que los líderes empresariales quieren evitar una situación en que la nueva administración "reúna a un montón de gente que no debería estar aquí y la deporte a México".
Y añadió: "Podría ser catastrófico para la economía".
Chris Thomas, abogado de Denver que asesora a empresarios en el tema del cumplimiento de la normativa de inmigración, les advirtió hace poco a sus clientes que es probable que la nueva administración disuada a los empresarios de utilizar agencias de colocación "para ocultar la contratación de trabajadores indocumentados". En su investigación de noviembre, el Times descubrió que, a menudo, las agencias de colocación protegían a las empresas asociadas de la responsabilidad de contratar a trabajadores que vivían ilegalmente en el país.
"Reconocemos que se avecina una tormenta de aplicación de la ley como nunca se ha visto antes", indicó en una entrevista Thomas, que trabaja en el bufete Holland & Hart.
Al parecer, los trabajadores enviados en California a Jabil, una empresa de la lista Fortune 500 con establecimientos en 25 países, no llamaron la atención de las autoridades de inmigración. Aun así, la empresa tomó la inusual medida de presentar una demanda contra la agencia de colocación, Human Bees, a la que acusó de fraude, prácticas comerciales ilegales e interferencia en un contrato, pues afirma que la agencia le garantizó que verificaría que sus trabajadores cumplieran los requisitos necesarios.
El Times revisó los registros judiciales y entrevistó a personas familiarizadas con la controversia, la mayoría de las cuales solicitaron permanecer en el anonimato porque el asunto aún está en litigio.
En los escritos judiciales, Human Bees rebatió la afirmación de que le había suministrado a sabiendas a Jabil trabajadores que vivían ilegalmente en el país, sosteniendo que respetó su acuerdo y la ley.
Pero el juez encargado del caso determinó que el número de trabajadores sin estatus legal permanente proporcionado por Human Bees hace pensar que las contrataciones no fueron un "incidente aislado" ni un error. Una auditoría de la situación de autorización de trabajo de los 159 trabajadores enviados por Human Bees mostró que casi la mitad "no cumplía los requisitos actualmente".
Dentro del sector de la contratación de personal, Human Bees había sido una estrella en ascenso. La firma fue nombrada en 2021 la empresa privada estadounidense de más rápido crecimiento por la revista Inc., con una lista de clientes que incluía nombres notables como Tesla, FedEx y Google.
En una entrevista, Geetesh Goyal, director general y copropietario de Human Bees, dijo que "no le sorprendió muchísimo" que la auditoría revelara que algunos de los empleados temporales de la empresa vivían ilegalmente en el país, aunque el porcentaje era mayor de lo que esperaba. Lo atribuyó al elevado volumen de trabajadores que carecen de estatus legal permanente en California, al que describió como "un estado de fronteras abiertas". Y añadió: "Todo el estado está abierto, cierto, así que, ¿a dónde va esta gente?".
Indicó que Human Bees llevó a cabo la investigación exigida por ley. Explicó que, normalmente, deben verificar dos tipos de documentos, como un documento de identidad expedido por el estado y una tarjeta de Seguridad Social. Añadió que un escrutinio agresivo de la documentación podría considerarse discriminatorio y dar lugar a demandas judiciales. Aclaró que, a diferencia de otros clientes, Jabil no especificó que los trabajadores debían ser examinados con el programa de verificación electrónica del gobierno, conocido como E-Verify, que es opcional en California.
El rápido ascenso de Human Bees (Inc. calculó que la tasa de crecimiento de sus ingresos en tres años era casi del 50.000 por ciento cuando destacó a la empresa en 2021) se debió en parte a su capacidad para conseguir rápidamente trabajadores para empresas como Jabil, una fabricante mundial con sede en Florida y más de 140.000 empleados.
En 2019, según entrevistas y registros judiciales, uno de los mayores clientes de Jabil (Lam Research, una gigantesca fabricante de equipos para la industria de semiconductores) aumentó su demanda de productos de Jabil. Para mantener el ritmo, Jabil necesitaba más operarios, montadores y manipuladores de materiales.
Un portavoz de Lam se negó a hacer comentarios debido al "litigio activo entre terceros".
Las agencias de colocación que ya empleaba Jabil no podían suministrarle trabajadores con la rapidez suficiente, así que, a principios de 2020, la empresa recurrió a Human Bees, que entonces se llamaba Avitek Recruit. Los trabajadores temporales enviados por Human Bees recibieron formación y observaron a otros empleados durante más de tres semanas antes de ocupar su puesto de trabajo.
Aproximadamente un año después, cuando Jabil decidió contratar a algunos de los trabajadores temporales a tiempo completo, algunos de ellos revelaron que no contaban con "la documentación adecuada", según las entrevistas y la demanda.
Esa revelación y la auditoría posterior provocaron el despido de los trabajadores que carecían de estatus legal permanente.
El director ejecutivo de Human Bees afirma que "no le sorprendió muchísimo" enterarse de que algunos de los empleados temporales de la agencia no estaban autorizados, aunque era un porcentaje mayor del que esperaba. (Mike Kai Chen/The New York Times)
Jabil demandó a Human Bees, la agencia de colocación que envió trabajadores no autorizados a sus fábricas. (Mike Kai Chen/The New York Times)