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Pekín ordenó a empresas de todo el mundo que no permitieran la llegada a EE.UU. de minerales críticos extraídos en China, al tiempo que intensificaba sus esfuerzos por sustituir las importaciones por productos nacionales.
La semana pasada, Pekín decidió imponer un embargo comercial a la exportación de cuatro minerales críticos a Estados Unidos, lo que genera una creciente alarma entre las empresas multinacionales que hacen negocios con China. El principal motivo de preocupación es una disposición que amplía la prohibición a las empresas de otros países que transfieran minerales a empresas estadounidenses tras adquirirlos en China.
Es la primera vez que China incluye una prohibición amplia del llamado transbordo en una normativa gubernamental sobre exportaciones. También subraya la disposición de Pekín a intensificar su respuesta de "ojo por ojo" a las políticas comerciales más duras prometidas por el presidente electo Donald Trump.
Desde hace tiempo, China ha condenado los intentos de otros países, en particular Estados Unidos, de imponer límites similares a los transbordos de empresas fuera de sus fronteras.
La prohibición de Pekín amenaza con dividir aún más las cadenas de suministro mundiales, al obligar a las empresas a elegir si los productos con determinados materiales y componentes pueden suministrarse solo al mercado estadounidense o solo al mercado chino.
China ha estado tratando de persuadir a las empresas de otros lugares, especialmente de Europa, de que deben invertir y construir cadenas de suministro en China, y no en Estados Unidos.
Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, dijo: "Esta medida implica una escalada significativa de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China, y las empresas de la UE están cada vez más preocupadas por verse atrapadas en el fuego cruzado".
El embargo de minerales es la última pieza de una amplia iniciativa emprendida por China en las últimas casi dos décadas para sustituir las importaciones por producción nacional.
El 3 de diciembre, el mismo día en que el Ministerio de Comercio publicó la prohibición de los minerales, cuatro asociaciones comerciales vinculadas al gobierno ordenaron a las empresas que evitaran comprar chips informáticos estadounidenses. Dos días más tarde, el Ministerio de Finanzas presentó un proyecto de plan para revisar la licitación de contratos públicos, favoreciendo en gran medida a las empresas que producen en China.
Joerg Wuttke, expresidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, dijo que lo más cerca que China había estado de prohibir los envíos indirectos fue el pasado mes de mayo. Pero solo se aplicó a una empresa, un importador estadounidense de piezas de plástico moldeadas a medida procedentes de China.
En otro indicio más de que el gobierno chino está dispuesto a adoptar una postura dura en respuesta a la política estadounidense, dijo el lunes que había iniciado una investigación antimonopolio sobre Nvidia, el gigante estadounidense que domina el mercado mundial de los chips más avanzados necesarios para la inteligencia artificial.
La andanada de medidas podría ser también una señal de la voluntad de Pekín de llegar a un acuerdo con Estados Unidos.
El portavoz del ministerio de Comercio chino, He Jiandao, defendió la nueva normativa sobre exportación de minerales como "una medida razonable" y dijo que China estaba "dispuesta a reforzar el diálogo con todas las partes en el ámbito del control de las exportaciones y a mantener conjuntamente la estabilidad y la fluidez de la producción mundial y las cadenas de suministro".
El gobierno de Joe Biden ha impuesto una serie de restricciones cada vez más amplias a la exportación a China de productos de "doble uso", que son aquellos con aplicaciones civiles y militares. Estas restricciones han incluido prohibiciones de transbordo.
El 2 de diciembre, Washington incluyó a más de 100 empresas chinas en una lista de comercio restringido y prohibió la venta a China de algunos de los semiconductores más rápidos y de los equipos para fabricarlos. El gobierno describió la medida como un ajuste técnico para abordar problemas como la creación de empresas ficticias para eludir las sanciones impuestas contra empresas existentes.
El ministerio de Comercio chino impuso el embargo de minerales el martes en respuesta a la última de estas restricciones. "Cualquier organización o individuo de cualquier país o región que infrinja las disposiciones anteriores y transfiera o suministre productos de doble uso relevantes originarios de la República Popular China a organizaciones o individuos de Estados Unidos será considerado responsable según la ley", decía la orden del ministerio, utilizando el nombre oficial de China.
Los embargos a la exportación de minerales críticos tienen una larga historia en las relaciones internacionales.
Cuando, en 2010, China detuvo la exportación de metales de "tierras raras" a Japón durante una disputa territorial, el Ministerio de Comercio reunió a altos directivos de los exportadores de tierras raras y les ordenó que no realizaran envíos directos a Japón y que tampoco aumentaran los envíos a otros países que luego pudieran reenviar los metales a ese país. Pero el ministerio nunca publicó ninguna norma que impusiera el embargo o prohibiera el transbordo.
En 1973, los países árabes impusieron un embargo de seis meses a los envíos de petróleo a Estados Unidos en respuesta al apoyo estadounidense a Israel durante una guerra en Medio Oriente ese año, lo que contribuyó a cuadruplicar los precios de la gasolina. Y en agosto de 1941, Estados Unidos, en respuesta a la agresión de Japón a China, impuso un embargo a las exportaciones de petróleo y gasolina a Japón, cuatro meses antes del ataque japonés a Pearl Harbor.
La decisión de China de imponer su primera prohibición amplia de transbordo podría resultar más importante que el propio embargo de minerales críticos. Cuando el ministerio de Comercio decretó el embargo la semana pasada, eligió minerales, como el galio y el germanio, que solo se utilizaban en unas pocas categorías de semiconductores. Algunas empresas ya tienen reservas en previsión de una prohibición china.
Sin embargo, China domina la extracción y refinación mundial de esos minerales, así como de grafito y antimonio, los otros dos minerales embargados la semana pasada.
Además de los cuatro minerales, el embargo de exportación también incluye los "materiales superduros", una categoría de compuestos químicos de los que China es uno de los principales productores, a menudo utilizando minerales extraídos principalmente dentro de sus fronteras.
Al igual que los minerales críticos, los materiales superduros tienen aplicaciones en la fabricación de semiconductores. Algunos de ellos, sobre todo los compuestos que incluyen tungsteno, también se utilizan en municiones.
China ha estado invirtiendo dinero en el desarrollo de una industria nacional de semiconductores. El país es uno de los principales fabricantes de semiconductores utilizados en automóviles y otras aplicaciones de gran volumen. Pero las empresas chinas siguen luchando por fabricar los semiconductores más rápidos, y el gobierno de Biden ha restringido la exportación a China del 5 por ciento más o menos de los semiconductores más rápidos del mundo, que se utilizan en aplicaciones militares y en inteligencia artificial.
El embargo de minerales críticos por parte de China es "una amenaza directa a los intereses japoneses y europeos para alejarlos de Estados Unidos, con la esperanza y la expectativa de que el equipo de Trump impulse ese objetivo", dijo Susan Schwab, quien fue representante comercial de Estados Unidos durante el segundo mandato del presidente George W. Bush. "Sin embargo, no estoy segura de que esta sea la medida más inteligente para un gobierno que busca tranquilizar a posibles inversores extranjeros".
Berry Wang y Li You colaboraron con la investigación.
Keith Bradsher es el jefe de la corresponsalía de Pekín del Times. Antes fue jefe del buró en Shanghái, Hong Kong y Detroit, y corresponsal en Washington. Ha vivido e informado en China continental durante la pandemia. Más de Keith Bradsher
Berry Wang y Li You colaboraron con la investigación.