La oscura promesa de las madres que abusan sexualmente de sus hijos en estas aplicaciones

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La foto promocional mostraba a una madre abrazando y besando cariñosamente a su hija. La niña, de unos 8 años, sonreía a la cámara.

Con solo deslizar los dedos unas cuantas veces sobre las pantallas de su teléfono, los hombres entraban en una transmisión en directo en la que pagaban 150 dólares por ver a la madre abusar sexualmente de la niña durante 10 minutos.

La horrenda actividad no estaba oculta en un oscuro rincón de internet. Estaba disponible para que cualquiera con un iPhone o Android la descargara de la tienda de aplicaciones de Apple o Google.

La mujer, que vive en el Sudeste Asiático, promocionó su emisión en directo en Bigo Live, una aplicación de videochat en la que The New York Times vio una captura de pantalla de su perfil a principios de este año. Cuando, más tarde, un agente encubierto del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos se puso en contacto con ella a través de internet, haciéndose pasar por un hombre interesado en niñas, ella lo dirigió a otra aplicación de transmisión en directo, donde había trasladado sus abusos sexuales de pago.

Desde el año pasado, The New York Times ha estado investigando el mundo de los padres que gestionan cuentas en Instagram y otros medios para sus hijas menores de edad y que publican o venden fotos subidas de tono de las niñas, ganando en algunos casos grandes sumas de dinero. En febrero, el Times informó que muchas de las llamadas cuentas de redes sociales a cargo de madres con mayor alcance eran seguidas sobre todo por hombres adultos, incluidos pedófilos.

Las aplicaciones de transmisión en directo descargadas de Apple y Google ilustran un aspecto aún más oscuro del auge de la tecnología de las redes sociales, sobre todo para los menores que viven en la pobreza en los países en desarrollo. Allí, con la facilidad de un teléfono inteligente, los padres y otros adultos pueden conectar con pedófilos de Estados Unidos y otros países que pagan por observar, y dirigir, conductas delictivas.

Tras confirmar con las autoridades la autenticidad del servicio de transmisión en Bigo Live, The New York Times buscó en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google otras aplicaciones de videochat. Los reporteros identificaron una muestra de más de 80 aplicaciones que anunciaban niños antes de detener la búsqueda. Más tarde se pusieron en contacto con la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, el principal organismo del gobierno encargado de hacer cumplir la ley en materia de explotación internacional, para obtener comentarios.

La agencia puso a un agente encubierto a disposición para responder preguntas, siempre que no se le identificara.

El agente comentó que la agencia no se había centrado en investigar aplicaciones, pero la actividad delictiva era similar a la de los sitios web de citas que había investigado. Allí, los hombres buscan mujeres, normalmente en el sudeste asiático, que cobran por abusar sexualmente de menores frente a las cámaras.

Aunque las madres u otros familiares son los culpables más habituales, dijo, otros adultos (incluidos miembros de organizaciones delictivas) a veces organizan el abuso.

"La principal base de clientes que paga estos abusos radica en Estados Unidos", afirmó el agente. "No es que se abuse de ellos una vez al día. Son 50 hombres que reciben 50 espectáculos distintos. Despertarán a estos chicos a media noche para abusar de ellos".

Las aplicaciones de transmisión en directo siguen modelos diferentes. Algunas, como Bigo Live, están diseñadas para que un público mayoritario vea a bailarines, jugadores u otros creadores de contenidos. Los espectadores pueden recompensar a los transmisores con dinero de la aplicación.

Otras están orientadas a los hombres que buscan encuentros sexuales, y los usuarios pueden pagar por minuto por chats de video privados. Aunque Apple y Google prohíben la pornografía en sus tiendas, The New York Times encontró aplicaciones que mostraban a adultos desnudos en poses sexuales. Algunas aplicaciones tenían nombres como "18+ Live & Video Chat", "Adult Live Chat" y "Adult Calls, Love Chat".

Los realizadores de transmisiones en directo de todo tipo recaudan dinero de sus emisiones, y los propietarios de las aplicaciones también se llevan una parte, al igual que Apple y Google. Las dos grandes empresas tecnológicas suelen recaudar entre un 15 y un 30 por ciento como comisión por las compras dentro de las aplicaciones.

En declaraciones al Times, ni Apple ni Google abordaron la cuestión de las compras dentro de las aplicaciones para transmisiones ilegales en directo. Ambas empresas afirmaron que no tenían ninguna tolerancia con el material de abuso sexual infantil y que habían eliminado o suspendido las aplicaciones señaladas. Ambas empresas afirmaron que exigían a los desarrolladores de aplicaciones que vigilaran el contenido generado por los usuarios en sus plataformas.

"Estamos constantemente en guardia ante este tipo de infracciones, que conllevan graves sanciones, incluida la eliminación de la tienda y la baja de nuestro programa de desarrolladores", aseguró Fred Sainz, portavoz de Apple. "Nuestro equipo de Revisión de aplicaciones trabaja 24 horas al día, 7 días a la semana, para revisar cada nueva aplicación y cada actualización y asegurarse de que cumple nuestras normas de calidad y seguridad, incluidos los estrictos requisitos para las aplicaciones con interacciones en persona".

Cuando se le preguntó por las aplicaciones que el Times había identificado como infractoras, Sainz dijo que la mayoría se habían detectado durante el proceso de revisión estándar de la empresa, y que otras 20 se habían retirado tras una investigación interna en respuesta a los hallazgos del Times.

Karl Ryan, portavoz de Google, dijo que la empresa "no descubrió de inmediato" material de abuso sexual infantil en las aplicaciones que el Times había señalado, pero que las suspendió "por precaución" mientras se ponía en contacto con los sus desarrolladores. "Nos tomamos este asunto muy en serio", afirmó.

Muchas de las aplicaciones de ambas plataformas anunciaban espectáculos sexuales o zoofilia. Las recomendaciones de búsqueda de la App Store de Apple también ayudaron al Times a sacar a la luz algunas de las aplicaciones que anunciaban menores con la sugerencia de términos sexuales como "x.x.x en directo".

En respuesta, la empresa cambió sus recomendaciones de búsqueda para que ya no sugirieran contenido para adultos, dijo Sainz.

Uno de los perfiles identificados por el Times mostraba a una mujer de Vietnam que ofrecía un "VIDEO CALIENTE" y enumeraba como posibles participantes a dos hermanas pequeñas, una niña, tres niños y un perro.

Se cree que la transmisión en directo de abusos sexuales a menores es más común en Filipinas, aunque los datos son limitados. International Justice Mission, una organización mundial de derechos humanos con un programa de protección de menores en ese país, encomendó el año pasado un estudio que estimaba que casi 500.000 niños filipinos eran víctimas de abusos en la creación de imágenes ilegales.

La máxima responsable de la aplicación de la ley en este tipo de delitos, la general de brigada Portia B. Manalad, de la Policía Nacional de Filipinas, dijo que estaba al corriente de las aplicaciones, y que la agencia había rescatado a más de 500 niños y detenido a más de 200 autores, en su mayoría familiares, "por lo general, la madre", en los últimos cinco años.

"Estamos haciendo todo lo posible para encontrar a las víctimas", dijo.

En Estados Unidos, el Times encontró casi 100 casos penales federales en la última década relacionados con hombres que pagaban por ver la emisión en vivo de abusos sexuales a menores.

En octubre, una mujer de Dakota del Sur, Krystal Kay Bulin, fue condenada a ocho años de prisión por moderar una sala de chat durante transmisiones en directo de contenido sexual explícito en las que participaba una niña de 16 años. Bulin, tutora temporal de la niña, facilitó las transmisiones en directo en una aplicación llamada BuzzCast para ayudar a pagar una multa por exceso de velocidad, según los registros judiciales.

Un hombre de Florida, Christopher John Streeter, cumple cadena perpetua desde 2021 tras enviar unos 130.000 dólares durante una década a personas de Filipinas para que dirigieran la violación de niños de tan solo 12 años.

Pagaba una prima si el video mostraba a chicas que perdían la virginidad o sufrían lesiones a causa de la violencia sexual. Las actas judiciales muestran que las víctimas de Streeter eran especialmente vulnerables "debido a la pobreza y la enfermedad".

A raíz de ese caso, seis niñas víctimas de abusos fueron rescatadas por las autoridades locales junto con agentes de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional. El agente encubierto que habló con el Times dijo que esos resultados eran especialmente gratificantes porque, una vez que termina una sesión de transmisión en directo, las pruebas suelen desaparecer.

Según algunas mediciones, los abusos sexuales a menores en internet han aumentado en los últimos años. La distribución de este tipo de material se disparó durante la pandemia, según un estudio de Europol, la agencia policial europea. Un investigador de la organización dijo que los índices habían sido elevados desde entonces.

"Ahora, con estas nuevas plataformas de emisión en vivo y el uso de webcams, desde un entorno relativamente seguro, la gente puede abusar y dirigir el abuso de menores a distancia de una forma muy, muy fácil", señaló el investigador Danny van Althuis.

Sarah Gardner, quien dirige un grupo de defensa de la seguridad infantil, la Iniciativa Heat, dijo que las conclusiones del Times eran especialmente impactantes, dado que tanto Apple como Google afirman que las aplicaciones de sus mercados cumplen las normas más estrictas de seguridad y contenido.

Culpó a las dos empresas por permitir la transmisión en directo y por facilitar los pagos y beneficiarse de ellos.

"Las empresas más poderosas del mundo están permitiendo que se transmita en directo por internet el abuso sexual de menores" , afirmó. El jueves, Gardner y otras personas protestaron ante la tienda de Apple en la Grand Central Terminal de Nueva York, para exigir a la empresa que mejore la seguridad de los niños.

El Times se enteró de la transmisión en directo desde Bigo Live por un hombre de 39 años de Utah que había visitado la página de perfil de la mujer en su iPhone en lo que describió como un periodo de depresión suicida. El hombre, que habló bajo condición de anonimato, pagó 550 dólares para que la madre y otra mujer abusaran sexualmente de sus hijas, entre ellas la niña de 8 años y otra que se cree que tenía 3 o 4 años. El hombre reveló que algunos de los pagos se hicieron mediante moneda en la aplicación , pero la mayor parte del dinero se transfirió a través de PayPal.

El hombre guardó grabaciones de las sesiones y las denunció al Centro Canadiense para la Protección de la Infancia, que verificó los abusos al Times. También denunció a las mujeres al personal de apoyo de Bigo Live, según muestran los correos electrónicos.

Un portavoz de PayPal dijo que la empresa colaboraba con las fuerzas del orden de todo el mundo para ayudar a detener la explotación infantil.

Tras recibir la denuncia del hombre de Utah, Bigo Live declaró: "tomamos las medidas apropiadas contra los creadores implicados, incluida la suspensión de la cuenta y la eliminación del contenido". En su declaración, la empresa afirmó que estaba "profundamente comprometida con la protección de la seguridad de los usuarios" y que estaba "mejorando continuamente nuestra tecnología y procedimientos".

Cuando el Times buscó otras aplicaciones para teléfonos inteligentes con contenido similar, muchas estaban ocultas a plena vista. En las reseñas publicadas en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google, los usuarios advertían de la explotación infantil en algunas aplicaciones.

Las reseñas de las aplicaciones Bigo Live, Gaze, Superlive y Tango mencionaban a padres que explotaban sexualmente a sus hijos, según un análisis del Times y de Brian Levine, profesor de la Universidad de Massachusetts, en Amherst, quien creó una base de datos de reseñas de aplicaciones con Hany Farid, profesor de la Universidad de California, en Berkeley (algunas aplicaciones también se identificaron con la ayuda de Primal Wijesekera, investigador científico del Instituto Internacional de Ciencias Informáticas, donde mantiene registros de búsqueda de las tiendas de aplicaciones).

BuzzCast y Superlive no respondieron a las solicitudes de comentarios. Los representantes de Gaze y Tango dijeron que sus empresas no toleraban el material de abuso sexual infantil y señalaron los múltiples sistemas de moderación que utilizaban para hacer cumplir sus normas. Dijeron que se tomaban en serio las críticas de los usuarios, y también que las críticas negativas no eran representativas y podían haber sido escritas por competidores.

Cuantificar la actividad ilegal es difícil, pero se ha vuelto lo bastante frecuente como para que Seguridad Nacional añadiera el año pasado los "delitos de explotación", que incluyen los abusos sexuales a menores, a su lista de prioridades, equiparándolos al terrorismo y la seguridad fronteriza.

El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, declaró en una entrevista que era consciente del problema desde que formaba parte de la administración Obama. El problema no ha hecho más que crecer, afirmó.

"Decidí elevar su perfil y dedicarle recursos y atención en consecuencia", dijo Mayorkas.

Los funcionarios de la Unión Europea también han estado trabajando para facilitar la lucha contra la transmisión en directo de abusos sexuales a menores, que se ha visto dificultada por la diversidad de leyes. Una propuesta actualizaría el código penal del bloque para facilitar las investigaciones transfronterizas.

El agente de Seguridad Nacional comentó que, durante 13 años de trabajo encubierto, había ayudado a rescatar a 286 niños. Agregó que se había identificado a la mujer del caso del Sudeste Asiático y que la agencia estaba trabajando ahora con las autoridades locales para rescatar a la víctima de 8 años.

El año que viene participará en sesiones educativas sobre seguridad en línea para adolescentes y formará a más agentes.

Aun así, dijo, "probablemente nos hemos infiltrado en el 0,0001 por ciento de los abusos reales que se producen".

Defensores de la seguridad infantil se manifiestan en la Apple Store de la Grand Central Terminal de Nueva York el 5 de noviembre de 2024. (Jeenah Moon/The New York Times)

Sarah Gardner, quien dirige un grupo de defensa de la seguridad infantil, la Iniciativa Heat, en Los Ángeles el 1 de septiembre de 2023. (Jessica Pons/The New York Times)

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