El presidente de Corea del Sur sobrevive a un intento de destitución

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Los legisladores de la oposición no consiguieron someter a juicio político al presidente Yoon Suk Yeol por la crisis política que desencadenó al declarar la ley marcial a principios de esta semana. Decenas de miles de manifestantes se habían reunido.

El intento de destituir al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fracasó el sábado, lo que prolonga la agitación política y la incertidumbre que han sacudido al país desde su breve imposición de la ley marcial esta semana.

El intento de destitución de la oposición se vio frustrado por el Partido del Poder Popular del presidente, partido que dijo poco antes de la sesión de la asamblea que había acordado oponerse a la propuesta. Para destituir al presidente, la asamblea necesitaba dos tercios de los votos de los 300 miembros de la asamblea, lo que requería al menos ocho deserciones del partido de Yoon.

Todos menos tres de los 108 miembros del partido de Yoon se ausentaron de la votación, lo que significó que la asamblea no tenía el número mínimo de legisladores necesario para que la votación fuera válida.

Los legisladores de la oposición alargaron la sesión durante varias horas mientras instaban a los miembros del partido gobernante a que regresaran a la cámara y apoyaran la destitución, pero finalmente la suspendieron hacia las 9:20 p. m.

Han Dong-hoon, líder del partido de Yoon, dijo a primera hora del día que era imposible que el presidente desempeñara sus funciones normales, y que tendría que abandonar el cargo antes del final de su mandato. No especificó en qué consistiría eso, si no fuera a través de una destitución.

A lo largo del día, Han mantuvo reuniones a puerta cerrada con el primer ministro Han Duck-soo, quien estaría en la línea de sucesión si Yoon dimitiera.

El sábado por la mañana, Yoon se disculpó ante el pueblo surcoreano por la extraordinaria medida que, según dijo, se había adoptado por "desesperación". Sin embargo, aunque inclinó la cabeza en señal de remordimiento, no mencionó la posibilidad de dimitir o de ser destituido, y dijo que dejaría la decisión en manos de su partido.

Fuera del edificio de la Asamblea Nacional, decenas de miles de manifestantes llenaron las calles, exigiendo la destitución de Yoon hasta bien entrada la noche. Aunque las temperaturas descendieron por debajo del punto de congelación, los manifestantes se mostraron enérgicos, con multitudes cantando canciones de K-pop y blandiendo porras de neón.