El tiroteo mortal de un alto ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, ocurrido el miércoles en una acera de Nueva York ha desatado un torrente de regocijo mórbido por parte de pacientes y otras personas que dicen haber tenido experiencias negativas con empresas de seguros médicos en algunos de los momentos más difíciles de sus vidas.
No está claro qué motivó el incidente ni si estaba relacionado con el trabajo de Thompson en el sector de los seguros. La policía aún no ha identificado al tirador, quien sigue prófugo.
Pero eso no impidió que los comentaristas de las redes sociales sacaran conclusiones precipitadas y mostraran una flagrante falta de empatía por la muerte de un hombre que era marido y padre de dos hijos.
"Pensamientos y deducibles para la familia", decía un comentario debajo de un video del tiroteo que publicó en línea CNN. "Por desgracia, mis condolencias están fuera de la red".
En TikTok, una usuaria escribió: "Soy enfermera de urgencias y las cosas que he visto que el seguro niega a pacientes moribundos me dan náuseas. Apenas puedo sentir compasión por él debido a todos esos pacientes y sus familias".
Los comentarios sombríos tras la muerte de Thompson, un ejecutivo de seguros de 50 años de Maple Grove, Minnesota, pusieron de manifiesto la ira y la frustración por el estado de la atención médica en Estados Unidos, donde quienes tienen un seguro privado a menudo se encuentran metidos en enredos kafkianos para solicitar el reembolso de un tratamiento médico y a menudo se les niega.
Los mensajes que, según las fuerzas del orden, se encontraron en los casquillos de bala en el lugar del tiroteo frente a un hotel de Nueva York --"retrasar" y "rechazar"-- son dos palabras familiares para muchos estadounidenses que han interactuado con aseguradoras para casi cualquier cosa que no sea una visita rutinaria al médico.
Thompson era director ejecutivo de la división de seguros de su empresa, que el año pasado registró ingresos por 281.000 millones de dólares y le brindó cobertura a millones de estadounidenses a través de los planes de salud que les vendió a particulares, empresas y personas afiliadas a programas gubernamentales como Medicare. La división emplea a unas 140.000 personas.
Thompson recibió un paquete de remuneración de 10,2 millones de dólares el año pasado, una combinación de 1 millón de dólares en salario base y pagos en efectivo y acciones. Thompson fue asesinado a tiros cuando se dirigía a la jornada anual de inversores de UnitedHealth Group, la empresa matriz de UnitedHealthcare.
Stephan Meier, presidente de la división de administración de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, dijo que el ataque podría enviar ondas de choque a todo el sector de los seguros médicos.
Unos siete directores ejecutivos de empresas que cotizan en bolsa mueren cada año, dijo, pero casi siempre por complicaciones de salud o accidentes. Un ataque selectivo podría tener consecuencias mucho mayores.
"El sector de los seguros no es el más querido, por decirlo suavemente", dijo Meier. "Si fueras un ejecutivo de alto nivel de otra aseguradora, estarás pensando: ¿qué significa esto para mí? ¿Soy el siguiente?"
Un antiguo empleado de UnitedHealthcare dijo que los trabajadores de la empresa sabían desde hacía años que los afiliados estaban descontentos. Thompson fue uno de los pocos ejecutivos que quiso hacer algo al respecto, dijo el empleado, quien habló bajo la condición de permanecer en el anonimato porque la empresa no permite a los trabajadores hablar públicamente sin permiso.
En discursos a los empleados, Thompson hablaba de la necesidad de cambiar el estado de la cobertura sanitaria en el país y la cultura de la empresa, temas que otros ejecutivos evitaban, dijo el empleado.
Ya se ha intensificado la preocupación entre algunas empresas de atención médica que dan servicio al público, según Eric Sean Clay, presidente de la Asociación Internacional para la Seguridad y la Protección en el Cuidado de la Salud. El grupo comercial incluye a miembros que ofrecen seguridad a algunas de las mayores empresas de atención médica de Norteamérica.
"Los directores ejecutivos suelen ser la cara más visible de una organización", dijo. "A veces la gente odia a ese individuo y desea hacerle daño".
Pero pocas empresas de atención médica ofrecen seguridad a sus directivos, dijo, en parte para evitar una mala imagen o porque puede parecer innecesario.
En las horas posteriores al tiroteo ocurrido a primera hora del miércoles, las redes sociales estallaron de ira contra el sector de los seguros y contra Thompson.
"Pago 1300 dólares al mes por un seguro médico con un deducible de 8000 dólares. (23.000 dólares anuales) Cuando por fin alcancé ese deducible, rechazaron mis solicitudes. Él ganaba un millón de dólares al mes", decía un comentario en TikTok.
Otro comentarista escribió: "Esta debe ser la nueva norma. A COMERSE A LOS RICOS".
"Probablemente no cubran el viaje en ambulancia al hospital", escribió un comentarista en un video de TikTok en el que otro usuario mostraba un fragmento de audio de la serie de Netflix "La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton". En él, la reina hace una demostración dramática de falso dolor por una muerte.
El tiroteo provocó un desgarrador aluvión de pacientes y familiares que también publicaron historias de horror sobre el estancamiento y los rechazos de reembolso de las reclamaciones al seguro.
Una mujer expresó su frustración cuando intentó que UnitedHealthcare cubriera una cama especial para su hijo discapacitado. Otra usuaria describió sus dificultades con las cuentas y la cobertura tras dar a luz.
"Es muy estresante", dijo la usuaria en un video. "Me dio asco todo esto".
Una reportera de televisión trabaja cerca del lugar del tiroteo mortal de Brian Thompson, alto ejecutivo de UnitedHealthcare, en Manhattan, el 4 de diciembre de 2024. (Karsten Moran/The New York Times)