El valor del bitcóin alcanza los 100.000 dólares

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El precio de un solo bitcóin alcanzó por primera vez las seis cifras, un nivel extraordinario para una criptomoneda de 16 años de antigüedad que en su día fue considerada poco más que una curiosidad.

En mayo de 2010, Laszlo Hanyecz, uno de los primeros entusiastas de las criptomonedas, utilizó el bitcóin para comprar dos pizzas en Papa John's. Gastó 10.000 bitcóines, unos 40 dólares de la época, en una de las primeras compras realizadas con la moneda digital.

Ha resultado ser la cena más cara de la historia.

El miércoles, el precio de un solo bitcóin subió a más de 100.000 dólares, un hito notable para un activo financiero experimental que en su día fue ridiculizado como una curiosidad y una moda pasajera. El costo total de esas pizzas hoy: 1000 millones de dólares.

Ahora el bitcóin es posiblemente el producto de inversión con más éxito de los últimos 20 años. El valor de todas las monedas en circulación es de 2 billones de dólares, más que el valor combinado de Mastercard, Walmart y JPMorgan Chase. El variopinto grupo de piratas informáticos y radicales políticos que adoptaron el bitcóin cuando lo creó un programador anónimo en 2008 se han hecho millonarios muchas veces. Y el invento ha generado toda una industria anclada en empresas que cotizan en la bolsa, como Coinbase, una bolsa de criptomonedas, y promovida por famosos, atletas y Elon Musk.

Incluso el presidente electo se declara creyente. Durante su campaña, Donald Trumpse presentó como un entusiasta del bitcóin, prometiendo crear una reserva federal que podría hacer subir aún más su precio.

[La siguiente gráfica presenta el alza en el valor del bitcóin desde 2014]

El bitcóin empezó siendo "esencialmente un proyecto experimental de aficionados", dijo Finn Brunton, autor de un libro de 2019 sobre la historia de la criptomoneda. "Ver dónde está ahora es ver una hazaña realmente impresionante".

El ascenso del bitcóin hasta los 100.000 dólares señala su estatus, ahora innegable, en el sistema económico mundial. La moneda virtual se ha convertido en un elemento básico de los mercados financieros, adoptada tanto por los gigantes de Wall Street como por los inversores aficionados. Su auge también culmina un asombroso giro después de que su precio cayera por debajo de los 17.000 dólares en 2022, cuando el colapso de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX hizo que el sector cayera en picada.

Este año, el bitcóin ha resurgido con fuerza. Los reguladores federales permitieron a las empresas de Wall Street ofrecer un popular producto financiero vinculado a la moneda, atrayendo miles de millones de dólares en nuevas inversiones. Después, la victoria de Trump en las elecciones disparó aún más su precio, cuando los entusiastas de las criptomonedas lo tildaron de primer "presidente del bitcóin".

En cuestión de meses, los inversores en bitcóines pasaron de lamentar la dura regulación del gobierno de Biden a comprar Lamborghinis y regodearse en las redes sociales. Los altos ejecutivos de las criptomonedas gastaron unos 135 millones de dólares para influir en las elecciones estadounidenses, y ahora están disfrutando del botín.

El mes pasado, Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) y crítico de las criptomonedas, quien había dirigido una campaña contra el sector, dijo que dimitiría el 20 de enero. Unas horas antes de que el bitcóin alcanzara su hito, Trump eligió a Paul Atkins, antiguo regulador y fundador de una consultora financiera, como próximo dirigente de la SEC. Atkins ha asesorado a un grupo del sector de las criptomonedas y se le considera un defensor de los activos digitales.

"Ahora mismo hay una enorme emoción en el sector", dijo Jeremy Allaire, director ejecutivo de Circle, una influyente empresa estadounidense de criptomonedas. "Mucha energía positiva".

Aun así, el bitcóin sigue siendo propenso a una volatilidad extrema. Su precio a veces cae cuando la economía mundial atraviesa dificultades. Los grupos ecologistas han expresado su preocupación por que la energía necesaria para hacer funcionar el software del bitcóin contribuya al cambio climático, y la tecnología ha sido utilizada durante mucho tiempo por estafadores y ladrones.

Aunque parte de esa actividad ilícita ha disminuido, los ciberdelincuentes utilizaron las monedas digitales para facilitar unos 500 millones de dólares en pagos de rescates durante los seis primeros meses del año, según la empresa de criptoanálisis Chainalysis.

Antes de convertirse en un fenómeno cultural y financiero, el bitcóin no era más que una idea esbozada en un documento de nueve páginas publicado en una lista de correo de internet en Halloween en 2008. El autor era un misterioso programador que utilizaba el seudónimo de Satoshi Nakamoto. En esencia, la visión de Satoshi era un tipo de dinero digital que la gente podría intercambiar sin depender de los bancos para procesar las transferencias. Cada transacción se registraría en un libro de contabilidad público conocido como cadena de bloques.

Los primeros entusiastas imaginaron al bitcóin como la base de un nuevo tipo de sistema financiero que se regiría por código y existiría fuera de la supervisión de las empresas de Wall Street y los reguladores gubernamentales. También veían al bitcóin como un depósito de valor a largo plazo: estaba programado para tener un suministro fijo, por lo que sería resistente a la inflación.

El grupo de poder de Wall Street descartó el bitcóin como una moda pasajera y una herramienta para delincuentes. Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, calificó al bitcóin de "fraude" y "esquema Ponzi". Trump lo tachó en una ocasión de "estafa" ideada para socavar el dólar estadounidense.

Pero los creyentes pensaban que el bitcóin podría facilitar algún día las transacciones en el mundo real. El 18 de mayo de 2010, Hanyecz hizo una publicación en un popular foro de bitcóin, ofreciendo enviar 10.000 bitcóines a quien le pidiera una pizza de Papa John's. "Tal vez 2 grandes para que me sobre un poco para el día siguiente", escribió.

Se llegó a un acuerdo y el evento se conoció como el Día de la pizza bitcóin. Durante la década siguiente, el bitcóin inspiró miles de otras monedas digitales con nombres como Ether, Solana y Dogecoin, algunas de las cuales también alcanzaron un enorme valor.

En noviembre de 2021, el precio del bitcóin se disparó hasta casi 70.000 dólares, estableciendo un récord. El mundo de las criptomonedas estaba en alza. Kim Kardashian animó a sus seguidores de Instagram a comprar las monedas, y atletas como Tom Brady y Steph Curry promocionaron empresas de criptomonedas en llamativos anuncios de televisión.

Entonces estalló la burbuja. En 2022, FTX y otras destacadas empresas de criptomonedas se declararon en quiebra, lo que provocó que los precios del bitcóin y otros activos digitales se desplomaran hasta en un 96 por ciento. Los inversores aficionados que habían invertido dinero en criptomonedas vieron esfumarse sus ahorros. En Washington, Gensler, de la SEC, se embarcó en una amplia represión.

Pero la suerte del sector volvió a cambiar este año, después de que la SEC perdiera una batalla judicial para bloquear un nuevo producto financiero vinculado al bitcóin. En enero, las principales empresas de Wall Street, como BlackRock, Franklin Templeton y Fidelity, empezaron a ofrecer fondos cotizados en bolsa vinculados al bitcóin, atrayendo una oleada de inversiones. El precio del bitcóin se disparó hasta alcanzar otro récord en marzo.

Los inversores acaudalados que habían conservado sus bitcóines se enriquecieron aún más. Michael Saylor, director ejecutivo de la empresa de software MicroStrategy, había sido objeto de muchas burlas por pedir prestados cientos de millones de dólares para comprar bitcóines para su empresa. Ahora su reserva vale más de 30.000 millones de dólares.

Durante la campaña electoral, Trump se proclamó un entusiasta del bitcóin, prometiendo despedir a Gensler y poner fin a la represión de la SEC. Unas semanas antes de las elecciones, Trump y sus hijos pusieron en marcha su propio negocio de criptomonedas, World Liberty Financial, lo que puso a la familia en posición de beneficiarse personalmente de una normativa más blanda.

De repente, un activo financiero diseñado para eludir al gobierno estadounidense se revalorizaba porque un candidato a la presidencia de Estados Unidos lo había adoptado.

El bitcóin ha subido "exactamente de la forma contraria a la que se pretendía", dijo Brunton, el autor del libro sobre la criptomoneda. "Al ser algo donde su valor real proviene de su asociación con un político y un actor estatal".

David Yaffe-Bellany escribe sobre el sector de las criptomonedas desde San Francisco. Puedes escribirle a davidyb@nytimes.com. Más de David Yaffe-Bellany

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