El gobierno estadounidense le pidió el mes pasado a un juez federal que obligara a Google a vender Chrome, el navegador web más popular del mundo.
Se trata de la propuesta más extrema del Departamento de Justicia para resolver el monopolio de Google en las búsquedas de Internet tras la histórica decisión del juez en agosto, cuando declaró que la empresa de Silicon Valley había violado las leyes antimonopolio. Google presentará sus propias propuestas para solucionar el problema este mes.
Se espera que el juez, Amit P. Mehta, del Tribunal del Distrito de Columbia, decida cómo resolver el monopolio de búsqueda de Google antes de agosto. Su sentencia podría tener un enorme efecto dominó y cambiar por completo la cara de internet.
Esto es lo que podemos esperar.
¿Por qué Google se enfrenta a una ruptura?
El Departamento de Justicia y varios estados presentaron en 2020 una demanda contra Google en la que acusaron a la empresa de proteger ilegalmente su monopolio sobre las búsquedas en internet y la publicidad en buscadores.
Durante años, Google les pagó miles de millones de dólares a empresas como Apple, Samsung y Mozilla a cambio de ser el motor de búsqueda automático en teléfonos móviles y navegadores web. El gobierno determinó que estos contratos estaban diseñados para afianzar el dominio de Google y dificultar la competencia de sus rivales.
El control inviolable de Google sobre las búsquedas en internet le permitió recopilar más datos de los usuarios, lo que hizo que su producto fuera mejor y más difícil de desbancar para sus rivales, argumentaron los abogados del Departamento de Justicia durante un juicio de 10 semanas el año pasado.
Google alegó, entre otras defensas, que solo había creado el mejor producto de búsqueda.
A fin de cuentas, Mehta falló a favor del gobierno. Ahora debe decidir cómo resolver el problema con "soluciones" que permitan restablecer la competencia en el mercado.
¿Qué soluciones propuso el Departamento de Justicia?
Además de obligar a Google a vender Chrome, el Departamento de Justicia señaló en un escrito presentado el mes pasado que el juez debería prohibirle a la empresa suscribir acuerdos de exclusividad de motores de búsqueda. En opinión del gobierno, el juez también debería obligar a Google a compartir sus resultados y datos de búsqueda con sus rivales durante una década.
Así mismo, el gobierno propuso que Google debe elegir entre vender Android, su sistema operativo para teléfonos celulares, o que se le prohíba tomar medidas que obliguen a las empresas a combinar sus servicios con los teléfonos Android. Encima, añadió que la empresa debería deshacerse de su participación en las empresas de inteligencia artificial en las que haya invertido, ya que la IA puede reforzar las búsquedas.
¿Cuál es el siguiente paso de Google?
La empresa de Silicon Valley tiene hasta el 20 de diciembre para presentar soluciones para arreglar su monopolio de búsqueda.
Kent Walker, presidente de asuntos globales de Google, declaró recientemente que el gobierno ha impulsado una "agenda intervencionista radical que perjudicará a los estadounidenses y afectará el liderazgo tecnológico mundial de Estados Unidos", además de que le "pondrá fin a una serie de productos de Google".
Paul Gallant, analista de política tecnológica de TD Cowen, indicó que espera que Google no vaya más allá de lo que la empresa quería hacer. Afirmó que eso podría incluir una oferta de dejar de pagar por ser el motor de búsqueda automático en teléfonos y navegadores.
Gallant explicó: "Le conviene proponer algo que le demuestre al juez que está tomando todo esto en serio, pero no tanto que el juez diga: 'Me parece bien, que así sea', y luego la empresa se arrepienta de la oferta".
¿Y después?
Mehta programó una vista a partir de abril para que ambas partes presenten argumentos a favor de sus propuestas. También se espera que declaren testigos.
A lo largo del caso, Mehta ha tenido cuidado de no mostrar sus cartas. Podría aceptar tal cual las soluciones de una de las partes o encontrar su propio término medio. En el juicio de noviembre, comentó que estaba claro que el debate sobre las soluciones incluiría el tema del impacto de la inteligencia artificial.
¿Qué significaría una ruptura para Google?
Una ruptura perjudicaría a Google, que ha construido una red integrada de sistemas y servicios en línea que favorece a su lucrativo negocio de búsquedas. El año pasado, la empresa generó 175.000 millones de dólares, equivalentes al 57 por ciento de sus ingresos totales, gracias a su motor de búsqueda y los negocios relacionados. Una escisión también podría hacer mella en los considerables beneficios de la empresa, que ascendieron a 74.000 millones de dólares en 2023.
Si Google se ve obligada a desprenderse de Chrome, podría erosionarse la popularidad de su motor de búsqueda. Google tiene el 89 por ciento del mercado mundial de búsquedas, según Statcounter, empresa que recopila datos del mercado tecnológico. Menos tráfico significaría menos clics en los anuncios y menos ingresos.
"Google perderá uno de los fosos de protección más poderosos para su negocio de anuncios", afirmó Evelyn Mitchell-Wolf, analista de eMarketer, empresa que realiza estudios empresariales.
Una escisión de Android también sería dolorosa, ya que eliminaría la influencia de Google sobre la mayoría de los celulares del mundo. El sistema operativo para móviles introduce a los usuarios en el ecosistema de servicios de la empresa y le ayuda a competir contra Apple en teléfonos celulares y otros dispositivos.
Si otro motor de búsqueda se convirtiera en la selección automática en los dispositivos Android, eso podría disminuir aún más el tráfico hacia el motor de búsqueda de Google y perjudicar sus ingresos y beneficios.
No solo eso, sino que las soluciones definitivas podrían influir en otras demandas antimonopolio contra Google. Un juez federal de Virginia escuchó el mes pasado los alegatos finales del Departamento de Justicia y de la empresa en relación con acusaciones de que Google tiene un monopolio en la tecnología publicitaria.
El Palacio de Justicia E. Barrett Prettyman en Washington, el 5 de septiembre de 2024. (Kent Nishimura/The New York Times)
Kent Walker, uno de los principales abogados de Google, en la sede de la empresa en Mountain View, California, el 31 de agosto de 2023. (Christie Hemm Klok/The New York Times)