Hoy en día, un vuelo normal del aeropuerto Kennedy al aeropuerto de Los Ángeles es más lento que en 1995 en todos los aspectos imaginables. Los aviones se retrasan más para salir de la puerta de embarque, tardan más en el carreteo antes de despegar y pasan más tiempo en el aire.
Pero, paradójicamente, incluso si se toma en cuenta el aumento medio del tiempo de viaje de 18 minutos, el porcentaje de vuelos de esta ruta que llegan después de la hora de llegada prevista ha disminuido. En 1995, las llegadas se retrasaban el 51 por ciento de las veces; hoy en día, apenas el 37 por ciento.
¿Por qué ahora los vuelos llegan temprano con más frecuencia, aunque sean más lentos? Las aerolíneas han alargado la duración programada de sus vuelos incluso más de lo que se ha alargado su duración real. La duración media de los vuelos del aeropuerto JFK a Los Ángeles ha aumentado 23 minutos desde 1995, según un análisis de los datos de la Oficina de Estadísticas de Transporte realizado por The New York Times.
Gracias a esos horarios con más tolerancia, la mayoría de los vuelos nacionales llegan antes o a la hora prevista. Si tu avión llega a la puerta de embarque exactamente a la hora de llegada estimada, en realidad estás en un avión que va más lento de lo habitual.
Para las compañías aéreas, programar el tiempo adicional tiene pocas desventajas, mientras que tiene la ventaja de quedar bien en los datos de puntualidad y evitar el desprecio de los clientes.
"Se llama relleno de horario", indicó Chad Kendall, antiguo piloto comercial y profesor asociado de aviación en la Universidad Estatal Metropolitana de Denver. Añadió que las aerolíneas tienen muchos incentivos para ser puntuales, especialmente en el papel.
"El punto de referencia de desempeño establecido por el Departamento de Transporte se basa en llegar dentro de los 15 minutos siguientes a la hora de llegada prevista", explicó. Además, a las aerolíneas les interesa proteger su reputación; a los viajeros de clase business, en particular, les preocupa llegar a tiempo.
Cuando las cosas van mal, van muy mal
Ahora es menos frecuente que los vuelos sufran retrasos moderados. Alrededor del 30 por ciento de los vuelos del año pasado sufrieron retrasos de hasta una hora; en comparación, más del 45 por ciento los sufrían hace tres décadas.
Al mismo tiempo, ha aumentado el porcentaje de vuelos muy retrasados. Ya sea que fijemos como límite 90 minutos o tres horas, es probable que el número de vuelos con retrasos significativos marque un récord este año.
Lavanya Marla, catedrática de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Illinois, afirma que a medida que las aerolíneas han ido optimizando sus operaciones cotidianas, sobre todo en lo que respecta a la programación de las tripulaciones de vuelo, también se han producido más casos de interrupciones graves que se propagan en cascada por todo el sistema.
"Si elaboras bien el programa, puedes cumplir la misma tarea con menos personal", comentó. "Cuando funciona, es fantástico. Pero cuando surge un imprevisto, no hay mucha flexibilidad en el calendario".
Un sistema más eficiente permite más vuelos sin construir más pistas. Pero también ha creado más tráfico para los vuelos individuales. El tiempo medio de carreteo a la salida de los vuelos del aeropuerto de LaGuardia ahora es de 24 minutos, frente a los 19 minutos de hace tres décadas. En cierto modo, el pequeño aumento es impresionante, dado que las salidas de LaGuardia han aumentado un 64 por ciento en ese tiempo, utilizando las mismas dos pistas.
Los tiempos prolongados de carreteo son un factor de poca importancia en comparación con los vuelos que no salen de la puerta de embarque a tiempo. Si tu avión sale de la puerta de embarque a la hora prevista, en esencia estás adelantado. El año pasado, el 75 por ciento de los vuelos que salieron de la puerta de embarque exactamente a la hora prevista llegaron a su destino con antelación.
Patrick Smith, autor del blog Ask the Pilot y piloto comercial desde hace más de 30 años, señaló que los datos reflejan sus experiencias: "Si sales puntual de Los Ángeles, tienes casi garantizado llegar a Nueva York un poco antes".
Explicó que, justo antes del vuelo, los pilotos reciben un horario basado en las condiciones meteorológicas y el tráfico aéreo. La hora de llegada que figura en el horario del piloto es diferente (en general, anterior) a la hora de llegada que figura en tu pasaje.
¿Qué puedes hacer?
Se espera un récord de pasajeros en estas fiestas. Por desgracia, las opciones son limitadas si tu objetivo es pasar el menor tiempo posible viajando.
Puedes pagar un asiento más caro para salir más rápido del avión. Puedes pagar el programa para viajeros de confianza TSA PreCheck, para tardar menos tiempo en pasar por el control de seguridad. También puedes elegir volar con una aerolínea que tenga un historial probado de menos retrasos, aunque normalmente te costará más.
Si no quieres gastar más dinero, hay una tendencia que conviene conocer. Los vuelos que despegan a primera hora de la tarde tienen casi tres veces más probabilidades de sufrir retrasos significativos que aquellos que lo hacen a primera hora de la mañana.
Debido a la estrecha interdependencia de la programación de vuelos, los vuelos de la tarde pueden sufrir retrasos si los vuelos programados más temprano tienen problemas. Los vuelos de la mañana, que tienen la ventaja del reajuste nocturno de los horarios, tienen menos probabilidades de sufrir los mismos problemas.
Si quieres minimizar los retrasos, es más importante tener en cuenta la hora de salida que la compañía aérea. Es cierto que Spirit Airlines ha tenido más retrasos largos que Delta Air Lines en los últimos cinco años, pero un vuelo de Spirit que sale a las 6 de la mañana tiene menos probabilidades de sufrir retrasos significativos que un vuelo de Delta que despega por la tarde.
Dicho esto, algunas aerolíneas destacan por no cumplir sus horarios. Entre las grandes, JetBlue es una de las peores. Sus vuelos tempranos han sufrido retrasos en torno al tres por ciento de las ocasiones en los últimos años, pero sus vuelos nocturnos han llegado tarde más del diez por ciento de las veces, una tasa significativamente superior a la de sus rivales.
Aviones en la pista del Aeropuerto Internacional de San Francisco en San Francisco, el 19 de julio de 2024. (Jim Wilson/The New York Times)