Space and AstronomyRocket Science and PropulsionPrivate SpaceflightSpace Exploration Technologies CorpMusk, ElonTrump, Donald JBrownsville (Tex)
El presidente electo Donald Trump se unió a Elon Musk en el sexto vuelo de prueba del prototipo del cohete de su empresa que podría llevar personas a la Luna, o incluso a Marte.
El vuelo de prueba más reciente del vehículo Starship de SpaceX, el martes, tuvo un comienzo aleccionador; la empresa fue incapaz de recuperar la enorme etapa impulsora del cohete, la más potente construida en la historia. Pero una hora más tarde, la etapa superior del vehículo tuvo más éxito al completar una audaz maniobra para amerizar en el océano Índico.
El lanzamiento en la tarde llevó al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a las instalaciones de lanzamiento de la empresa en el sur de Texas, junto al golfo de México, una muestra de solidaridad con Elon Musk, fundador de SpaceX y el hombre más rico del mundo, quien ayudó a catapultar al expresidente de regreso a la Casa Blanca.
Se vio a los dos hombres hablando sobre el lanzamiento y lo que sucedería después. Pero la transmisión en vivo del vuelo de SpaceX, de gran producción, se ciñó a la ciencia aeroespacial, ya que los ingenieros de la empresa destacaron su trabajo en pos del sueño de Musk de enviar personas a Marte en los próximos años. Y el vuelo del martes ofreció momentos contrastantes de los logros de ingeniería de la empresa y del trabajo que queda por hacer para construir un cohete que pueda reutilizarse con rapidez.
"Las pruebas de desarrollo, por definición, son impredecibles", dijo Jessie Anderson, gerente de ingeniería de fabricación de SpaceX y presentadora de la transmisión en vivo. "Pero precisamente por eso hacemos pruebas".
El sistema de cohetes Starship es el más grande construido: mide 121 metros de alto, es decir, unos 27 metros más que la Estatua de la Libertad, incluido el pedestal.
Y la nave espacial Starship tiene el mayor número de motores que haya tenido antes un propulsor de cohete: el propulsor Super Heavy --la parte inferior del cohete-- tiene 33 de los potentes motores Raptor de SpaceX que sobresalen de su parte inferior. Cuando esos motores elevaron la Starship de la plataforma de lanzamiento, generaron 16 millones de libras-fuerza a máxima velocidad.
La parte superior, también llamada Starship o solo Ship para abreviar, parece un cohete reluciente de las películas de ciencia ficción de la década de 1950 y está hecha de acero inoxidable con grandes aletas. Esta etapa se dirigirá hacia la órbita y, en última instancia, podría llevar personas a la Luna o incluso a Marte.
El cohete despegó con puntualidad a las 4:00 p. m. hora central, desde el lugar de lanzamiento apodado Starbase, cerca de la ciudad de Brownsville. La empresa anunció durante la transmisión en vivo que se había colocado un plátano de peluche en la bodega de carga del vehículo.
Uno de los objetivos del vuelo era que Super Heavy, la gran etapa propulsora, volviera a su lugar original en la torre de despegue, como ocurrió en octubre cuando el propulsor quedó atrapado por un par de "palillos" mecánicos. Pero tras una orden inicial de "ir por la captura" a los pocos minutos de vuelo, se dio una orden actualizada para que el propulsor se saltara la complicada maniobra, y en su lugar realizó un amerizaje humeante en el golfo de México.
"Fue bastante épico en el Intento 1", dijo Kate Tice, una gerente de ingeniería de calidad de SpaceX, sobre la captura de la torre del vuelo de prueba más reciente en la transmisión en vivo de la empresa. "Pero la seguridad de los equipos, del público y de la propia plataforma es lo más importante".
SpaceX aún no ha explicado el motivo del cambio de último momento.
Aunque el propulsor no regresó a la torre de lanzamiento, la etapa superior del cohete viajó durante aproximadamente una hora.
Al igual que en vuelos de prueba anteriores, el vehículo de vuelo del martes no entró en órbita, sino que siguió una trayectoria suborbital que, por diseño, lo llevó al océano Índico. De este modo, si algo salía mal, el cohete caería de manera inofensiva en el agua.
Luego de alrededor de los 35 minutos de la trayectoria, la nave alcanzó un importante objetivo del vuelo de prueba, ya que los ingenieros volvieron a encender un motor en el espacio por primera vez, un paso crucial que será necesario para que un futuro vehículo regrese a tierra desde la órbita.
"Es emocionante ver cómo se reinicia el motor Raptor en el espacio: un gran avance hacia el vuelo orbital", escribió Bill Nelson, administrador de la NASA, en una publicación de X, la plataforma de redes sociales de Musk.
"El éxito de Starship es el éxito de Artemis", añadió Nelson, refiriéndose al programa para enviar astronautas de la NASA de vuelta a la Luna, por el que SpaceX ha recibido 4400 millones de dólares en contratos gubernamentales. "Juntos, devolveremos la humanidad a la Luna y pondremos la vista en Marte".
El vuelo continuó, con el plasma acumulándose bajo la nave espacial, mientras esta volvía a entrar en la atmósfera terrestre, rodeando el vehículo de un colorido resplandor.
Momentos después, los alerones del vehículo Starship dirigieron la nave espacial primero hacia una caída en picado. A continuación, los alerones, con la ayuda de los motores del cohete, volvieron a colocar la nave plateada en una orientación vertical similar a la posición que podría adoptar Starship cuando regrese a la plataforma de lanzamiento en futuros vuelos.
"Starship ha aterrizado", dijo tranquilamente un ingeniero desde la sala de control, mientras la inmersión del vehículo en el agua era recibida con silbidos y celebraciones de los espectadores.
Aunque la transmisión en vivo de SpaceX se mantuvo alejada de comentarios políticos, la asistencia de Trump al lanzamiento indica un vínculo cada vez mayor entre el presidente electo y Musk.
La semana pasada, Trump anunció que Musk dirigiría una agencia gubernamental aún por crear, y Musk se ha convertido en una figura central de la transición de Trump.
Aunque los dos hombres se convirtieron en aliados cercanos solo recientemente, Trump había expresado durante mucho tiempo su admiración por los lanzamientos de cohetes de Musk y con frecuencia hacía referencia a SpaceX durante los discursos de campaña.
Al mismo tiempo, el fundador de SpaceX ha dicho que el ritmo de las pruebas de Starship se ha desacelerado por innecesarias revisiones medioambientales de la Administración Federal de Aviación, que regula los lanzamientos espaciales privados, y del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU.
La nueva gestión presidencial podría agilizar los procedimientos reguladores y agilizar el ritmo de los vuelos de Starship, acelerando los sueños de Musk de utilizar Starship para enviar astronautas a Marte.
Aunque la NASA tiene previsto utilizar una versión de Starship como alunizador para sus astronautas, Trump podría cambiar el enfoque de la NASA para enviar astronautas al planeta rojo en su lugar.
Musk ha dicho que SpaceX planea lanzar Starships sin tripulación a Marte en 2026 para probar la capacidad de aterrizar allí, y, si tiene éxito, podría haber personas a bordo para una futura oportunidad. La Tierra y Marte se alinean cada 26 meses.
Musk también ha sugerido que la Administración Federal de Aviación bajo Trump podría permitir a Starship realizar vuelos suborbitales que llevaran a los pasajeros a recorrer la mitad del mundo en media hora.
Katrina Miller es periodista de ciencia del Times, radicada en Chicago. Es doctora en física por la Universidad de Chicago. Más de Katrina Miller
Erica L. Green es corresponsal en la Casa Blanca y cubre al presidente Joe Biden y su gestión. Más de Erica L. Green
Kenneth Chang, periodista de ciencia del Times, cubre la NASA y el sistema solar, así como la investigación más cercana a la Tierra. Más de Kenneth Chang