Demonstrations, Protests and RiotsNeo Nazi GroupsMichiganColumbus (Ohio)
Las acciones del grupo en Columbus el sábado forman parte de un patrón reciente de incidentes de supremacistas blancos en el país y fueron condenadas por funcionarios de todo el estado.
Las autoridades de Columbus, Ohio, y de todo el estado condenaron a un pequeño grupo de personas que marcharon el sábado por una parte de la ciudad portando banderas nazis y gritando insultos racistas y expresiones de poder blanco.
Los manifestantes parecían ser solo una decena de personas, pero los insultos que gritaban a través de un megáfono a quienes se cruzaban y los grandes símbolos de la esvástica que portaban parecían lograr su objetivo de enfurecer no solo a Columbus, sino a un público más amplio en internet.
Los videos de los manifestantes neonazis en el barrio de Short North, una zona de la ciudad con muchos restaurantes y apartamentos de nueva construcción, se difundieron rápidamente por las redes sociales, provocando denuncias inmediatas por parte de funcionarios estatales y municipales.
"Los neonazis --con los rostros ocultos tras máscaras rojas-- recorrieron hoy las calles de Columbus, portando banderas nazis y lanzando discursos viles y racistas contra la gente de color y los judíos", dijo el gobernador Mike DeWine, republicano por Ohio, en una declaración en X. "En este estado no hay lugar para el odio, la intolerancia, el antisemitismo ni la violencia, y debemos denunciarlos dondequiera que los veamos".
La Liga Antidifamación dijo que el acto de Columbus se ajustaba a un patrón reciente de incidentes de supremacistas blancos, cientos de los cuales han tenido lugar en todo el país en los últimos 18 meses.
Las marchas suelen ser pequeñas, sin previo aviso para evitar a los contramanifestantes y hechas a medida para las redes sociales, dijo Oren Segal, vicepresidente del Centro contra el Extremismo de la Liga Antidifamación.
"Al fin y al cabo, lo que quieren es crear miedo y ansiedad en las comunidades y hacerse la foto", dijo Segal en una entrevista el domingo.
Segal, cuyo personal vigila la actividad de la supremacía blanca en todo el país, dijo que un grupo supremacista de reciente creación llamado Club del Odio, con sede en San Luis, se había atribuido la marcha del sábado en Columbus, y que la protesta podría haberse inspirado en parte en una rivalidad con un grupo de odio con sede en Ohio.
Segal dijo que los actos "relámpago" como el de Columbus suelen implicar símbolos flagrantes de odio, como las banderas con esvásticas que llevaban los hombres. Agregó que su objetivo es causar el máximo impacto entre el público en general, pero también se utilizan para ganar credibilidad entre otros grupos de supremacistas blancos.
Según la prensa local, no se produjeron detenciones en relación con la manifestación de Columbus.
El Columbus Dispatch, citando una declaración de la policía de Columbus, dijo que los agentes habían investigado informes según los cuales los manifestantes habían participado en un altercado físico. La policía detuvo brevemente a los manifestantes, pero determinó que no se habían producido agresiones, y fueron puestos en libertad, según el comunicado. El domingo no fue posible localizar a un portavoz de la policía.
Shannon Hardin, presidente del Consejo Municipal de Columbus, dijo en X que "esta comunidad rechaza sus patéticos esfuerzos por promover el miedo y el odio". Relacionó el incidente con la elección de Donald Trump. "Lamento que el presidente electo haya envalentonado a estos asquerosos", dijo Hardin, demócrata, en una publicación. Su oficina no respondió el domingo a las solicitudes de comentarios.
Durante años, Trump ha utilizado un lenguaje que, según los críticos, alimenta a los grupos supremacistas blancos. De forma sistemática, solo ha ofrecido una leve reprimenda a la violencia racial que se produjo en una concentración de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en 2017, y ha elogiado a los alborotadores del 6 de enero, muchos de los cuales eran miembros de grupos de extrema derecha.
Este año, John Kelly, su exjefe de gabinete, dijo que Trump le había comentado que "Hitler hizo algunas cosas buenas". En mayo, Trump publicó brevemente un video en Truth Social con una imagen que hacía referencia a "la creación de un Reich unificado", antes de retirarlo.
Trump ha negado continuamente cualquier asociación con tales grupos. "El presidente Trump cuenta con el respaldo de latinos, votantes negros, trabajadores de sindicatos, madres angelicales, agentes de las fuerzas del orden, agentes de la patrulla fronteriza y estadounidenses de todas las religiones", dijo Karoline Leavitt, vocera de la campaña de Trump y próxima secretaria de prensa de la Casa Blanca. "El presidente Trump será un presidente para todos los estadounidenses".
El incidente de Columbus siguió a una manifestación nazi en Michigan este mes.
El 9 de noviembre, manifestantes nazis se apostaron ante un puesto de la Legión Americana en Howell, Michigan, donde un grupo de teatro comunitario representaba una producción de El diario de Ana Frank.
Howell, ciudad situada entre Lansing y Detroit, ha tenido una historia de supremacía blanca y racismo. En la década de 1970, un gran dragón del Ku Klux Klan organizaba mítines para compañeros del Ku Klux Klan en su granja, a las afueras de los límites de la ciudad.
En julio, un grupo de supremacistas blancos marchó por la ciudad gritando "Amamos a Hitler" y "Amamos a Trump".
Al mes siguiente, Trump celebró un acto de campaña en Howell junto al sheriff del condado, y la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris le criticó por elegir el lugar, dada la historia de la zona. Pero Trump señaló que el presidente Joe Biden había visitado Howell en 2021.
Durante el primer acto de la producción de Ana Frank, el personal del teatro se percató de la presencia de manifestantes nazis, según un relato del incidente en la página de Facebook del Teatro Comunitario de Fowlerville.
Aunque algunos miembros del reparto estaban conmocionados, se unieron y terminaron la representación.
"Esta producción se centra en personas reales que perdieron la vida en el Holocausto", dijo el grupo, y añadió: "El sábado por la noche, las cosas se volvieron aun más reales de lo que esperábamos. La presencia de manifestantes en el exterior nos dio una pequeña idea del miedo y la incertidumbre que sentían aquellos que se escondían".
Michael Corkery cubre temas nacionales como la drogadicción, las enfermedades mentales y la violencia, y las personas y lugares más afectados por ello. Más de Michael Corkery