Kevin Reid sabía que la escalera verde brillante de la casa de su infancia era un poco rara: estaba hecha de piezas de tubería y parecía más bien una escalera de mano.
La escalera estrafalaria era solo parte de su infancia hasta que en abril encontró un público mundial después de aparecer en el grupo de Facebook Death Stairs (Escaleras de la muerte), una página que tiene casi 800.000 miembros y que se describe como un lugar "donde ascender es peligroso y descender es mortal".
Lo que califica para ser incluido en la página puede tener muchas formas. Entre lo más destacado podemos encontrar escalones estrechos en forma de triángulo, una escalera de caracol de vidrio con paredes de espejo y escaleras empinadas de madera incrustadas en un acantilado neozelandés.
Reid nunca había pensado en los escalones de la casa de su infancia como escaleras de la muerte. Su padre había construido la escalera como parte de un anexo de dos pisos en la parte trasera de la casa.
"No las bajaría en calcetines, pero puedes bajar bastante deprisa por ellas y hacen un sonido agradable cuando lo haces", dijo Reid. "Son sólidas".
La escalera de Reid fue especialmente popular en Death Stairs, donde se aclaman las fotos que muestran diseños desconcertantes.
¿No hay barandales? Estupendo. ¿Alfombra que te hace tropezar? Fabuloso. ¿Escalones de altura y anchura inconsistentes? Excelente.
Cuanto más peligro haya en el espacio circundante, mejor.
¿Las escaleras acaban en un sótano oscuro? Perfecto. ¿La empinada escalera de cemento tiene alambre de púas oxidado por un lado como protección y nada del lado que da a una presa caudalosa? Ideal.
Lane Sutterby, quien vive en Kansas, no tenía grandes pretensiones cuando creó el grupo Death Stairs en noviembre de 2020.
"Me imaginé que se unirían 10 o 15 personas, quizás algunos de mis amigos íntimos y algún par de desconocidos", dijo.
Se ocupa de la página junto con otras cuatro personas, que supervisan los mensajes en busca de infracciones de las normas del grupo, una de las cuales dice: "Sé educado. Esto es solo una página sobre escaleras".
Hay estructuras siempre presentes, como las escaleras exteriores de Pittsburgh, ciudad que dice tener el mayor número de escaleras públicas de todas las ciudades de Estados Unidos. También aparecen con frecuencia destinos turísticos como la pirámide de Chichén Itzá, en México, y el monte Taishan, en China. Lo mismo ocurre con las escaleras de las casas construidas hace más de 100 años y con las secciones más altas y lejanas de los estadios nuevos.
Ana Carla Díaz, diseñadora gráfica de Cuautla, México, compartió una foto de unas escaleras metálicas desvencijadas por las que subió para llegar a un mercado.
"Honestamente, nunca me había importado", escribió en un correo electrónico, y añadió: "hasta que encontré el grupo Death Stairs y recordé todas las escaleras de la muerte que he visto a lo largo de mi vida, y son más de las que me gustaría aceptar".
Las escaleras nos han acompañado desde la prehistoria, según el arquitecto John Templer, autor de la serie en dos volúmenes "The Staircase", descrita por su editor como el primer análisis teórico, histórico y científico de las escaleras.
"Las escaleras pueden ser como las sirenas, traicioneras pero hermosas, con muchas facetas en su compleja naturaleza manifiesta", escribió Templer.
Los investigadores del Centro de Diseño Inclusivo y Acceso Ambiental de la Universidad de Búfalo que evaluaron diseños de escaleras en Architectural Record, una destacada revista profesional, revelaron hasta qué punto son traicioneras.
Entre 2000 y 2012, el 61 por ciento de las 578 escaleras evaluadas presentaron al menos un riesgo visible a causa del diseño, según un estudio de 2016 que los investigadores publicaron en International Journal of Architectural Research.
"Las caídas son más frecuentes de lo que creemos", afirmó Sara Harper, profesora adjunta de Ciencias del Ejercicio en la Universidad de Alabama en Huntsville que estudia la prevención de caídas y la ergonomía de las escaleras. "Y un accidente desafortunado e inusual, ya sea en escaleras o en suelo llano, puede tener graves repercusiones en la salud, el bienestar, el costo económico en todo lo anterior".
Entre 1990 y 2012, en promedio 1,1 millones de personas al año fueron atendidas en servicios de urgencias por lesiones relacionadas con escaleras, de acuerdo con un estudio de 2018 publicado en The American Journal of Emergency Medicine.
Harper, quien es miembro del comité técnico de Resbalones, Tropiezos y Caídas de la Asociación Internacional de Ergonomía, dijo que hacer que las escaleras sean más seguras para las personas que corren más riesgos, como los ancianos o las personas con problemas de visión, puede beneficiar también a los demás.
"Es algo con lo que la mayoría de nosotros interactuamos en nuestra vida diaria en casa, en el trabajo, cuando viajamos por nuestra comunidad", dijo Harper. "Pero a veces es algo simple que damos por sentado o cuya importancia pasamos por alto: ¿cómo las utilizamos funcionalmente?".
Templer dio un paso más en "The Staircase" al escribir que el sufrimiento que pueden causar las escaleras "refleja la ignorancia, el descuido o la indiferencia de la industria de la construcción y, en última instancia, de la sociedad".
Algunas contribuciones a la página de Facebook Death Stairs muestran que las escaleras empinadas y desvencijadas no son el único riesgo. Son frecuentes los elementos visuales que distraen, los barandales inadecuados y los bordes de escalones que casi no se ven.
Cicley Tu'i publicó una foto de los escalones de vértigo del pasillo de un hotel de Augusta, Maine, donde se alojó con su familia.
"Cuando estás en el pasillo, parece el túnel de un circo", dijo Tu'i. "Es absolutamente alucinante caminar por ese pasillo".
Se lesionó la cadera cuando hacía el servicio militar y utiliza una muleta. Una mañana, cuando estaba medio despierta, salió del cuarto con su perro de 90 kilos, mezcla de labrador y gran danés, y tropezó.
Dio un paso, pensando que la escalera era más corta de lo que era, lo que hizo que su pierna cayera de golpe y la desequilibrara. Impidió la caída con la pierna mala y se torció el tobillo.
"Estaba bien, pero pensé: 'Ahora estoy despierta. No necesito café'", comentó.
Mucha gente en la página de Facebook reconoció las escaleras, y una persona escribió: "He estado allí y también me tropecé".
Una escalera hecha con piezas de tubería en la casa de la infancia de Kevin Reid en Dublín, Irlanda. (Kevin Reid vía The New York Times)
Un pasillo de vértigo en un hotel de Augusta, Maine. (Cicley Tu'i vía The New York Times)