NUEVA YORK -- Parece una competición en línea divertida y amistosa. Se eligen algunos perros bonitos y el público vota por sus favoritos. Al final, un perro se lleva el primer premio.
Entonces, ¿cómo se convirtió la elección del alcalde honorario canino de la ciudad de Nueva York este 2024 en una montaña de papeletas, vituperios y --¡uf!-- argucias influenciadas por las criptomonedas?
Las primeras rondas de la competencia con 16 perros candidatos parecían normales: Mello el samoyedo venció a Puccini el yorkie poo. Mr. Tobi, el terrier sedoso, venció a Louie, el bulldog francés.
Pero Bertram el pomerania tenía algo inusual. De por sí era un probable favorito, dados sus casi 400.000 seguidores en Instagram y su popularidad en las redes sociales por una foto disfrazado el oso Paddington que mostraba su gran parecido.
Sin embargo, más adelante en el concurso, se descubrió que alguien había creado una criptomoneda con el nombre de Bertram y había empezado a impulsar su candidatura. Además, algunos de los entusiastas de la moneda estaban seguros de que cuanto mejor le fuera a Bertram en el concurso, más subiría el precio de la moneda de la que era epónimo.
Otro fuerte contendiente fue Enzo el shih tzu, propiedad de Olivia Caputo, una influente de tiempo completo (Enzo tiene casi 100.000 seguidores en Instagram y, como los demás participantes, fue reclutado para el concurso).
"Pensé que sería divertido y una buena forma de interactuar con nuestro público", comentó Caputo en una entrevista. "Sería una tontería que Enzo tuviera un título. Lo hice por diversión. Al final, no fue muy divertido".
Stephen Calabria, que dirige los pódcast del Sistema Sanitario Mount Sinai, inició el concurso en 2022. "Francamente, siempre me lo imaginé como una forma de buena fe y buen humor de conseguir la adopción de perros de refugio y de utilizar la competencia como una plataforma para el bien", explicó. "Si no vuelvo a oír la palabra cripto, será una bendición".
Caputo relató que notó por primera vez que algo estaba mal en la etapa de cuartos de final entre Bertram y Ziggy, la mezcla de yorkie.
El total de votos de Bertram, que fue de alrededor de 1000 en la primera vuelta, aumentó bruscamente a más de 4000 votos. Ese repunte coincidió con un tremendo apoyo de la gente en las redes sociales; Caputo indicó que algunas personas incluso ofrecieron dinero para que otros votaran por él.
Entonces, descubrió un chat público en Telegram sobre el concurso con miles de mensajes al día: "Utilizaban un lenguaje violento y lleno de odio hacia Enzo. Hablaban de utilizar la plataforma para 'inflar el precio'", señaló Caputo.
Miles de criptomonedas cotizan en bolsas y sitios web; la mayoría apenas se negocian y son extremadamente volátiles. Es relativamente fácil crear una nueva moneda y convencer a los operadores especulativos de que los hará ricos muy rápido.
A continuación, quienes tienen información que no se ha difundido al público y los primeros compradores se apresuran a adquirir la moneda antes de que otros hagan subir el precio y venden antes de que se desplome. Estas maniobras de "bombeo y descarga" han llamado la atención de los reguladores, que batallan para seguirle el ritmo a la desenfrenada industria de las criptomonedas.
La moneda bautizada con el nombre de Bertram, que se cotiza en fracciones de centavo y parece haber cotizado desde principios de octubre, experimentó un repunte en su precio durante el fin de semana. El valor de la moneda casi se duplicó, pero esas ganancias se borraron con la misma rapidez en días recientes.
Un mensaje que circuló entre los partidarios de la moneda Bertram le aconsejaba a la gente crear una cuenta de Instagram para votar en el concurso, con algunas orientaciones: "Publica unas cuantas fotos. Ya sabes a qué me refiero. Básicamente, para que no parezcas un bot".
Cuando Enzo llegó a la final contra Bertram, Caputo decidió retirar a su perro. "No quiero que mi nombre aparezca vinculado a ninguna estafa", explicó. "Le quitó toda la diversión a la competencia y la degradó".
"Stephen puso mucho empeño en construir esta plataforma y la gente se aprovechó de ella", se lamentó, y añadió: "Le envié las capturas de pantalla a Stephen y no quiso hacer nada al respecto".
"Me siento impotente. No hay mucho que pueda hacer. No soy responsable de la gente que está en internet. Y nada de lo que nos han transmitido habría alterado el resultado de las elecciones anteriores", dijo Calabria.
La propietaria de Bertram, Kathy Grayson, galerista de arte que lo adoptó de un refugio de Oklahoma, afirmó que no tenía "nada que ver con la moneda en absoluto. Fueron unas personas desconocidas" (también quiso que se supiera que ella suele llamar Bertie a su perro, no Bertram, el nombre más formal con el que se le conoce en el concurso).
"Bert se retiró de ser influente de mascotas el año pasado porque ya era demasiado", explicó. "Este concurso era lo primero que sonaba divertido y positivo desde que se retiró".
Y reconoció que fue divertido hasta que se apropiaron de la candidatura de su perro.
"Todo el asunto fue, en cierto modo, una gran broma de humor negro", opinó. Absorbió la ansiedad que sentía la gente por las elecciones humanas. La gente se pone nerviosa porque proyecta todas las cosas humanas".
Con Enzo fuera, el perro al que venció en las semifinales, Simon el basset/perro pastor, avanzó en su lugar y se enfrentó a Bertram en la final.
Sin embargo, las trampas persistieron. "Noté picos en determinados momentos de la votación a favor de Bertram", indicó Calabria. "Había ciertas cosas que no parecían normales. Como bloques de 2000 votos a la vez. Pasó de una competencia reñida a una victoria para Bertram por un 96 por ciento o algo así.
"Simon fue el claro vencedor en la web y en Facebook", dijo sobre la votación. "Pero Instagram lo sesgó todo".
¿Qué se podría hacer para que todos los humanos y los perros fueran felices? El martes se supo que Bertram había decidido ser un contrincante noble y concederle la elección a Simon. "Quiere lo mejor para todos los humanos y no humanos", dijo Calabria.
Grayson lo expresó con estas palabras: "La respuesta honesta es que la situación parecía ser demasiado complicada. Pensé: 'Este pobre hombre quiso organizar un concurso divertido, pero en lugar de eso se va a pasar dos semanas contando a mano por culpa de un cripto'. La gente estaba demasiado metida y lo tomó demasiado en serio".
"Bert puede ser subalcalde".
Una foto sin fecha facilitada por Olivia Caputo muestra a Enzo el shih tzu, aspirante a alcalde honorario canino de la ciudad de Nueva York en 2024. (Olivia Caputo vía The New York Times)