Sarah McBride hace historia al convertirse en la primera persona trans en la Cámara de Representantes de EE. UU.

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TransgenderMcBride, Sarah (1990- )Blunt Rochester, LisaDelawareHouse of Representatives

La senadora local de Delaware era la gran favorita para ganar en este estado demócrata.

Sarah McBride, legisladora del estado de Delaware, ganó las elecciones a la Cámara de Representantes, informó The Associated Press, lo que la convierte en la primera persona abiertamente trans elegida para el Congreso.

McBride, demócrata, sustituirá a la representante Lisa Blunt Rochester, también demócrata, como único miembro de la Cámara por Delaware. Tras ganar las primarias demócratas en septiembre, McBride era la gran favorita para ganar en este estado profundamente demócrata.

"Esta noche es un testimonio para los delawareños de que somos un estado justo en el que los votantes juzgan a los candidatos en función de sus ideas y no de sus identidades", dijo McBride.

Su oponente republicano era James Whalen III, un expolicía estatal que no ha ocupado ningún cargo político y cuya campaña se basó en el recorte del gasto federal y la restricción de la inmigración ilegal. En un debate con McBride tras las primarias de septiembre, apoyó el Proyecto 2025, una iniciativa de políticas publicada por un grupo conservador de expertos. Whalen no asistió a un segundo debate celebrado en octubre en la Universidad de Delaware, pero McBride sí lo hizo.

En el periodo previo a las elecciones, algunas campañas republicanas nacionales se enfocaron en cuestiones trans. El expresidente Donald Trump afirmó con frecuencia, falsamente, que las escuelas públicas obligan a los alumnos a someterse a cirugías de transición de género. El senador por Ohio, JD Vance, sugirió que las familias blancas de clase media-alta ven las identidades trans como una forma de mejorar las probabilidades de admisión de sus hijos a universidades de élite. Los anuncios de televisión emitidos por varios candidatos republicanos de otros estados al Congreso atacaron a los demócratas que se oponían a prohibir el acceso a los tratamientos de transición de género a menores de edad, o la participación de atletas trans en deportes.

Las recusaciones legales de los estados dirigidos por republicanos han conseguido bloquear en gran medida los esfuerzos del gobierno de Biden por ampliar los derechos de personas trans en las escuelas y en los programas federales de asistencia sanitaria.

Con este telón de fondo, defensores de los derechos LGBTQ dijeron que la victoria de McBride era bienvenida.

"Ser una persona trans en Estados Unidos ahora mismo no es cosa fácil", dijo Sean Meloy, vicepresidente de programas políticos del Fondo para la Victoria LGBTQ, que recluta y recauda fondos para los candidatos LGBTQ. "Sarah lleva mucho tiempo trabajando para garantizar que las personas trans no sean el blanco de su propio gobierno".

En sus memorias, McBride, de 34 años, relata la ansiedad que vivió cuando salió del closet como persona trans durante su último año en la American University. Desde entonces, ha sido reconocida como la primera en distintas situaciones: en 2012, fue la primera mujer abiertamente trans en hacer prácticas en la Casa Blanca; en 2016, la primera en hablar en la Convención Nacional Demócrata; y en 2020, la primera en ser elegida para un senado estatal.

"Creo que la gente siempre tiene miedo a las cosas nuevas", dijo McBride. "Pero confío en que, a medida que quienes siguen sintonizándose con esta conversación empiecen a comprender toda la humanidad que los rodea, se aliviarán sus temores".

McBride dijo que consideraba su victoria más reciente como una señal de que se había ganado el apoyo de los votantes al encabezar los esfuerzos para mejorar su vida económica cotidiana mediante medidas como la baja médica y familiar remunerada y el aumento de los fondos para el programa Medicaid de Delaware. En el Congreso, espera que se la conozca mejor no por su identidad como mujer trans, dijo McBride, sino por su capacidad para defender cuestiones similares a escala nacional.

​​ Amy Harmon cubre cómo las cambiantes concepciones de género afectan la vida cotidiana en Estados Unidos. Más de Amy Harmon

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